FinteChile lleva al TDLC a la Corte Suprema por tasas de intercambio
El gremio solicita que el TDLC revierta su decisión inicial y abra un proceso para dictar instrucciones generales que regulen estas tasas.
El modelo de 4 partes al cual está migrando el país no deja de sumar nuevos capítulos. En junio, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) solicitó al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) la dictación de instrucciones generales para regular las denominadas tasas de intercambio, que son los cobros que -debido al cambio del modelo existente en Chile, de 3 a 4 partes- fijarán las marcas de tarjetas de crédito y débito, siendo parte importante del cobro que podría ser traspasado a los comercios y consumidores.
Si bien tal solicitud de la FNE fue aplaudida por la industria fintech, el TDLC resolvió no abrir el expediente. Esto, luego del anuncio por parte del Ministerio de Hacienda del envío de un proyecto de ley para fijar las tasas de intercambio.
Es por esto que FinteChile presentó recursos procesales ante el TDLC para revertir su decisión, pero como el Tribunal no modificó lo resuelto, la asociación gremial que reúne a las fintech presentó un recurso ante la Corte Suprema con el objetivo que ordene al TDLC a abrir el correspondiente proceso no contencioso. Esto, señalan, pues les preocupa que el proyecto que anunció el gobierno “aún no se presenta y que la ley respectiva podría tardar alrededor de dos años (en ser tramitada)”.
“Para FinteChile es fundamental un pronunciamiento del TDLC en materia de tasas de intercambio que pueda regir de manera transitoria, hasta la dictación de la ley anunciada por Hacienda, de manera que la fijación de tales cobros sea objetiva, transparente, no discriminatoria, equilibrada y viable económicamente tanto para adquirentes, proveedores de servicios de pago, consumidores y comercios”, señalaron desde el gremio.
Agregaron que “de no existir regulación durante este periodo intermedio, existiría una alta posibilidad de que existan conductas abusivas y de inviabilidad económica para los actores del mercado”.
Lo anterior, explican, “es sin perjuicio de otros temas que la industria de pagos requiere solucionar, tales como las condiciones que deberá cumplir Transbank para pasar al modelo de 4 partes, y las demás exigencias que las marcas de tarjetas están estableciendo a través de sus manuales”.
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