Francisco Saffie: “La Ocde sigue con interés a Chile por cómo lleva adelante el proceso constituyente y resuelve sus tensiones sociales”
El embajador de Chile en el organismo internacional destaca las conclusiones del reciente estudio sobre la situación económica del país, y afirma que en el grupo de naciones se observa atentamente cómo las instituciones chilenas han respondido de buena manera al proceso surgido luego del estallido social de 2019.
A casi seis meses de haber sido designado como embajador de Chile en la Ocde, Francisco Saffie Gatica (43) aterriza las conclusiones del reciente estudio económico sobre Chile (Economic Survey) lanzado la semana pasada por Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y grafica cómo la entidad está observando el proceso político, económico y social que hoy vive el país.
“La Ocde sigue con interés a Chile por cómo lleva adelante el proceso constituyente y resuelve sus tensiones sociales”, sostiene el doctor en Derecho de la Universidad de Edimburgo.
¿Cuál es su balance a casi seis meses de su llegada a la embajada de Chile en la Ocde?
Ha sido un proceso muy intenso. Hemos tenido varios desafíos. Es importante decir que esta embajada representa a Chile frente a la Ocde, pero también representa a la Ocde frente a Chile, en el sentido de mostrar cuáles son las virtudes que tiene pertenecer a este organismo multilateral, que tiene más de 300 comisiones de trabajo y en el cual se discute a muy alto nivel, lo que supone también ponerse a estudiar mucho en muchos temas.
¿Cómo se ve desde la Ocde el proceso surgido luego del estallido social, incluyendo el tema constitucional?
Este proceso se ve con mucho interés, porque incluso se cree que puede llegar a ser, en alguna dimensión, un ejemplo para los problemas que están atravesando las democracias a nivel mundial. La democracia hoy a nivel global se ve afectada por distintas causas, desde la falta de representación de los ciudadanos en las instituciones tradicionales, hasta problemas de confianza en las instituciones, pasando por las llamadas fake news y la influencia o la forma en que los medios digitales transforman la relación entre el ciudadano y las instituciones. Todo eso se está viendo acá con mucho interés.
El proceso chileno encaja perfecto en estos procesos que están mirando. Chile es visto como un ejemplo en el proceso constitucional como un todo y, más allá del resultado del plebiscito, se admira la capacidad que ha tenido el país para responder a esta inquietud en términos institucionales. Para nadie es un misterio que fue una situación difícil la del 2019, que se logró canalizar a través de los mecanismos tradicionales de la política, ajustándolos a las necesidades de representación y participación que supuso el proceso constitucional. La Ocde sigue con interés a Chile por cómo lleva adelante el proceso constituyente y resuelve sus tensiones sociales. La institución tiene muchas ganas de apoyar a Chile en el proceso constituyente y político que estamos viviendo de una forma constructiva.
Es decir, les interesa el proceso constituyente y la forma en que, hasta ahora, Chile ha logrado responder con sus instituciones y la política a todo lo relacionado al estallido social...
Efectivamente. El proceso chileno es visto por todos, porque evidentemente llamó la atención lo que ocurrió el 18 de octubre. La gente se pregunta cuáles fueron las razones que nos llevaron a eso. Tal como lo muestra el Economic Survey de Chile de este año realizado por la Ocde, una de las razones por las cuales se produce el estallido también dice relación con la desigualdad, la falta de oportunidades, la desprotección social. Todo eso lleva a preguntarse qué tipo de reformas se tienen que hacer, cómo se deben hacer, cuáles son los mecanismos a través de los cuales debería garantizarse la participación ciudadana y así sucesivamente.
A propósito del Economic Survey para Chile lanzado la semana pasada, ¿cuál es la conclusión de ese estudio a la cual asigna más importancia para el país?
Es destacable que los tres grandes grupos de recomendaciones que se dan van muy en línea con lo que está haciendo el gobierno. La evaluación de la situación económica en Chile, dado lo que ellos denominan los tres grandes shocks que tuvo la economía chilena (el estallido social, la pandemia y ahora los efectos de la guerra de Rusia con Ucrania), han implicado que el país esté sufriendo distintas consecuencias económicas a las cuales no estábamos acostumbrados y que las instituciones en Chile han sabido responder bien. Sin embargo, de esos tres shocks se observan tres problemas. Uno es la política fiscal, que tiene una baja recaudación fiscal, y que para tener una sostenibilidad fiscal en el largo tiempo requiere aumentar la recaudación y mejorar algunas reglas de gasto. También para mejorar lo que estamos haciendo en Chile en términos de productividad se necesita mejorar la competencia, asegurar mayor participación de nuevos actores, mejorar las capacidades de las personas y de investigación y desarrollo. Asimismo, y de una manera muy interesante, el estudio dice que se necesitan grandes cambios a la seguridad social para proteger a los grupos más vulnerables de la sociedad.
El informe viene a ratificar en algún sentido los problemas que tenemos, pero también muestra que la forma de salir de estos problemas es mediante reformas y no simplemente mediante las recetas tradicionales que hemos venido haciendo. Sin desechar los arreglos institucionales o medidas económicas y políticas que han funcionado en el tiempo, se requieren cambios y el informe es muy claro en ese sentido.
Sin embargo, el informe evita analizar en profundidad medidas específicas de una de esas reformas, como es la tributaria...
No se meten en ese nivel de detalles en el Economic Survey, pero sí lo que dicen es que es necesario aumentar la recaudación tributaria y que la reforma que se está haciendo está bien encaminada, porque aumenta la recaudación en los grupos económicos que deberían tributar más. También recomienda ampliar la base (de contribuyentes que deben pagar impuestos), pero esto debe leerse en conjunto con la recomendación del estudio de la Ocde divulgado en junio. En ese estudio se dice que hay que aumentar la base de los tramos más bajos, pero reconoce que esa medida en los hechos hoy no se justifica políticamente y tampoco se justifica en términos de equilibrar lo que supone es recaudar más en los tramos que pueden pagar más.
Modernización del Estado
¿Cuáles son los énfasis en los próximos años de su misión en la Ocde?
En lo inmediato, es apoyar al gobierno en todas las reformas que se puedan con los conocimientos técnicos de la Ocde. Eso es apoyar la reforma tributaria, la reforma de pensiones, la modernización del Estado. También estamos apoyando todo lo relacionado con la nueva institucionalidad para el desarrollo y las medidas para mejorar la productividad. En lo personal, adicionalmente, me gustaría pensar la posibilidad de un diseño de posnatal parental compartido con algunas características obligatorias para los hombres, que permita generar igualdad de condiciones en las familias para efectos del cuidado. Ahí hay varios modelos, como el sueco y el islandés. Chile ya está en condiciones de mejorar el posnatal masculino, pensando en que sea de una extensión similar al de la mujer, no compartido, y que tenga alguna equivalencia en términos de remuneración.
¿La idea es sólo juntar conocimiento en materia de posnatal masculino o proponer algo? ¿Cómo se aterriza?
La idea de eso es buscar toda la experiencia comparada e ir preparando la información y el diseño de algo que podría llegar a desarrollarse en Chile. Si no es hoy día, quizá en el futuro, de manera de tener armada una idea clara de cómo se ha hecho en otros países y cómo se podría hacer en el nuestro.
Me interesa también de sobremanera estar en la discusión sobre los impuestos a nivel global derivados del proyecto BEPS (el que busca evitar la elusión tributaria, especialmente de las empresas multinacionales). Es importante decir que no son sólo los países de la Ocde los que están en este acuerdo, sino los 137 países asociados de un total de 141 que forman parte de este foro internacional alrededor del proyecto BEPS, que ya tienen un acuerdo para establecer niveles mínimos de tributación a las empresas multinacionales en el mundo. Chile tiene algo que decir a nivel global sobre cómo debería ser el diseño.
Otro tema interesante, quizá de más largo aliento, es ver cómo las modificaciones geopolíticas que se están dando en Europa y el mundo podrían llegar a afectar a Chile. Empezar desde ya a pensar qué significa el nuevo orden mundial que se está armando a la luz de la guerra en Europa.
¿La Ocde está preparando algún otro estudio sobre Chile?
Se está avanzando con un estudio sobre modernización del Estado en el que estamos trabajando conjuntamente con los ministerios de Hacienda y Segpres. El enfoque está en el punto de vista de la confianza de las instituciones, es decir, la forma adecuada en que el ciudadano se relaciona como usuario con las instituciones estatales y cómo esa relación debería mejorar la calidad del Estado en la entrega de servicios a la población o en la provisión de bienes públicos. Se hará a través de una encuesta de satisfacción usuaria. Estamos recién cerrando los términos y las condiciones del estudio, por lo que podría estar listo en un par de meses. Su resultado es importante, ya que para que las personas se puedan sentir representadas y tengan confianza en las instituciones, necesitamos saber qué es lo que están esperando de esas instituciones. Es un esfuerzo por mejorar la democracia.
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