Influencers buscan ayuda de Wall Street para manejar patrimonio
Se espera que el mercado publicitario relacionado con los influencers alcance entre US$5.000 millones y US$10.000 millones en 2020, según la firma de marketing Mediakix.
Jenn Im comenzó a hacer videos en YouTube como un pasatiempo hace nueve años, una forma de expresar su amor por convertir la ropa de segunda mano en atuendos elegantes.
Crear contenido para su canal pronto se convirtió en una obsesión y cuando se graduó de la universidad en 2013 ya ganaba suficiente dinero para mantenerse. Ahora tiene más de 2,4 millones de suscriptores, acuerdos de patrocinio con compañías como Levi Strauss, Calvin Klein y Colourpop Cosmetics e incluso su propia línea de ropa.
Sin embargo, a medida que acumulaba dinero, no estaba segura de qué hacer con su creciente fortuna, la mayor parte de la cual estaba en una cuenta bancaria que generaba poco o nada de intereses. Finalmente se contactó con un administrador de fondos de First Republic Bank.
"Al crecer, el dinero siempre fue un problema en nuestro hogar y por más que mis padres quisieran participar no tenían ningún conocimiento sobre inversiones o planificación financiera", comentó Im, de 28 años, en un correo electrónico. "También fue difícil porque sentía que algunos de los equipos con los que me reuní no entendían mi negocio o el espacio de medios digitales".
Los influencers como Im, que pueden percibir ingresos de siete dígitos atrayendo grandes cantidades de seguidores, están llamando la atención de administradores de patrimonio que buscan expandir sus bases de clientes.
Negocio serio
Se espera que el mercado publicitario relacionado con los influencers alcance entre US$5.000 millones y US$10.000 millones en 2020, según la firma de marketing Mediakix.
"Los influencers se dan cuenta de que necesitan asesores de riqueza en los inicios de sus carreras", señaló John Mele, director ejecutivo de la unidad de deportes y entretenimiento de Morgan Stanley. "Son igualmente serios en cuanto a monetizar su marca, además proteger y hacer crecer el dinero que ganan con ella".
Tyler Pappas, también conocido como Logdotzip, saltó a la fama cuando uno de sus videos de videojuegos en YouTube se volvió viral. En tres meses, pasó de no tener lo suficiente para pagar las cuentas a tener su propio lugar para vivir.
En lugar de confiar en asesores de riqueza más tradicionales para administrar su dinero, Pappas buscó a Mike Bienstock, fundador de Semaphore, una firma que gestiona soluciones comerciales y tributarias específicamente para YouTubers.
"No es que no haya tomado en cuenta otras cosas como los bancos", precisó Pappas, de 27 años, quien dijo que ahora gana cifras de seis dígitos al año y dirige una empresa de producción de ocho personas. "Es que ni siquiera sabía que existían".
Eso no es inusual para muchos jóvenes influencers, la mayoría de los cuales tienen poca experiencia con el sistema financiero más allá de las cuentas corrientes y de ahorro.
"Estas no son personas que tenían mucho dinero y decidieron iniciar un negocio", planteó Bienstock, quien reside en Irvine, California. "Esto es prácticamente riqueza de primera generación".
Como resultado, las relaciones de los administradores de patrimonio tradicionales con los clientes "deben ser auténticas, intencionales y genuinas", afirmó Mason Champion, vicepresidente sénior de Morgan Stanley en el grupo de deportes y entretenimiento.
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