Jocelyn Black y los criterios ESG: “La gobernanza es el elemento clave para la sostenibilidad”

En entrevista con Pulso, Jocelyn Ann Black -quien además de ser Managing Director de Cambridge Business Association Chile es embajadora de Chile del Ministerio de Energía en Equality in Energy Transitions-, plantea la importancia de transformar la mentalidad de los tomadores de decisiones y liderazgos, la necesidad de priorizar riesgos y oportunidades en el contexto global y cómo las organizaciones deben evolucionar para enfrentar desafíos como el cambio climático.

¿Cómo llega la gobernanza a ser su motor de diálogo para hablar de sostenibilidad empresarial?

-Fui conectando la G de gobernanza con el mundo de los directores. Empecé a ver que era ahí donde había que sembrar, en directores o fundadores, a ellos había que decirles que el mindset tenía que cambiar y que cambiando eso, iban a poder entregar las herramientas necesarias al management, la administración, para que pudieran empezar a hacer. Y personas como nosotros, que venían en esta cadena, en esta ruta de tener más conocimiento, de estar sumamente convencidos, necesitaban aliados de arriba para que realmente se pudieran producir las transformaciones dentro de la organización. Ese ha sido mi transitar desde la E (medioambiente) a la S (sociedad) y a la G (gobernanza), y hoy en ese movimiento, para mí la G es la base de todo. La gobernanza es el elemento clave para la sostenibilidad.

¿Cuál es su análisis de las compañías chilenas en ese sentido?

-Veo que las organizaciones hoy ya están mucho más creíbles, que no es sólo moda o marketing, no obstante, no han logrado ver que al igual que una estrategia, esto es parte del negocio y esto es entender que la sostenibilidad es cómo me proyecto a largo plazo.

En esa estructura, los procesos principales que deberíamos ir ordenando en las empresas son, primero, entender cuáles son las tendencias que implican a mi negocio, quiénes son los stakeholders y en qué están mis stakeholders, y cómo van las regulaciones, para luego poder entender un poco cuáles son estas vulnerabilidades del negocio y cuáles son los riesgos. Porque cuando yo entiendo bien los riesgos -ya sea el cambio climático, cambios sociales, nuevas enfermedades, inteligencia artificial- es cuando aparecen las oportunidades de la innovación.

Yo creo que el rol que nosotros tenemos es poder priorizar, no podemos hacerlo todo, tenemos que entender qué es lo que está pasando en nuestro negocio, para entender cómo queremos trascender. Tenemos que entender que las empresas hoy día somos los grandes formadores de esta trascendencia. Yo creo que estamos en la era puntual de la colaboración. Debemos pensar menos en la competencia y más en esta vereda de que si colaboramos, podemos construir más rápido y, por lo tanto, el rol de las personas y de las organizaciones deben ser de creadores de puentes y promotores de acuerdos.

¿Cómo ve la evolución en Chile de estas nuevas empresas que están replanteando sus estrategias de negocio? ¿Cómo es el avance en comparación con la región?

-Yo creo que por el modelo de Chile, de muchas empresas familiares, hemos iniciado un proceso de transición en los últimos diez años donde, ya sea por adquisiciones o fusiones con empresas de afuera, se ha importado una mirada externa. Esas empresas son las que han empezado a ayudar a las organizaciones familiares en Chile en este proceso de transición.

Hay otro gran movilizador que ha sido el mundo financiero, donde hoy día sistemas como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), empiezan a analizar también cómo es la gobernanza de una empresa en la toma de decisiones, para ver si la organización realmente no va a tener problemas de liquidez a futuro. Hoy se hace esencial conocer cómo está organizada la compañía para poder otorgar ciertos préstamos.

También somos un país fuertemente exportador y eso ha implicado que muchas empresas han tenido que avanzar mucho más rápido, ya que hay barreras las cuales tienen que sortear para poder llegar con la trazabilidad que se requiere a otros mercados.