José García Ruminot: “Lo que hizo Hacienda con el ajuste fiscal es realismo, es aceptar los hechos económicos que están ocurriendo”

José García Ruminot
José García Ruminot, presidente del Senado.

El presidente del Senado e integrante de la Comisión Mixta Especial de Presupuestos, afirma que la reducción del gasto público para 2025 se debió a la suma de varias circunstancias, como el no cumplimiento de las estimaciones de ingresos para 2024. Pero señala que “el balde de agua fría para todo esto fue el Imacec de septiembre de 0%. Anticipa que gobiernos regionales, salud y educación son las partidas más complejas.


El presidente del Senado, José García Ruminot (RN), hace un buen balance del acuerdo marco alcanzado en la Comisión Mixta Especial de Presupuestos esta semana. Ese texto permitió que el proyecto de ley de presupuestos 2025 se despachara para ser revisado desde la próxima semana por la Cámara de Diputados para luego pasar al Senado.

Para el legislador el cambio que hizo Hacienda en los ingresos y el menor gasto se debió a que se dieron cuenta de que las cifras fiscales no cuadraban y, por ello, valora lo que hizo el Ejecutivo.

A solo un mes de haber presentado el presupuesto, el gobierno realiza un ajuste de US$600 millones. ¿Cómo analiza este cambio de escenario que entregó el Ministerio de Hacienda?

-Para analizar el proyecto de Ley de Presupuestos 2025 debemos retrotraernos a lo que está pasando este 2024. Y ahí, lo que vemos, es que los ingresos no están teniendo el cumplimiento que se esperaba. Las proyecciones que se hicieron este año están reflejando un mayor déficit fiscal y eso nos muestra que los parámetros fiscales que el propio Ejecutivo se fijó para el año no se están cumpliendo y eso encendió muchas alarmas.

¿Los mensajes que entregó el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) en la misma Comisión Mixta de Presupuestos fueron la base para iniciar este trabajo de negociación con Hacienda?

-Se ha producido una coincidencia grande de distintos analistas, de diversas sensibilidades en que han llamado a la prudencia y a ser muy cuidadosos con los ingresos proyectados en el presupuesto 2025. Esto, porque ya veníamos con esta sospecha de que los ingresos de este año estaban sobreestimados. Esa mirada fue presentada también por el CFA, que es una entidad muy valorada. Esas acciones fue lo que llevó a Hacienda, y me imagino también al Presidente de la República, a tomar esta decisión de ajustar el gasto y los ingresos.

Pero el gobierno presentó el presupuesto el 30 de septiembre y se comenzó a discutir la primera semana de octubre. Ahora estamos recién a 8 de noviembre y ya hizo un ajuste en sus variables macros. ¿Cómo lee usted este cambio que para varios economistas es inédito?

-Es la suma de varias circunstancias, de varias situaciones. La primera de ellas, es el no cumplimiento de las estimaciones de ingresos para 2024. Eso se ha podido ir constatando con los números de esta última semana. Y el balde de agua fría para todo esto fue el Imacec de septiembre de 0%. Todas estas variables económicas están asociadas unas con otras, porque si la economía no crece, es muy difícil que crezca la recaudación fiscal. Esto hizo que el gobierno se fuera dando cuenta de que tenía que tomar medidas respecto del año 2024 y 2025.

¿No le parece extraño que en solo un mes el gobierno haya tenido que cambiar sus proyecciones?

-Nosotros desde que se presentó el proyecto de presupuesto 2025 comenzamos a decir que los ingresos estaban sobreestimados. En eso también quiero ser bien enfático, los ingresos para el 2024 estuvieron y están sobreestimados. Los ingresos para el 2025 también venían sobreestimados.

José García Ruminot
José García Ruminot, presidente del Senado.

¿Hubo voluntarismo de parte del gobierno al presentar el presupuesto 2025?

-El gobierno tenía la esperanza de que el 2024 sería mejor y dado que no se están cumpliendo esas proyecciones, era muy difícil que se lograra un crecimiento de 8,2% de los ingresos para el 2025. Lo que hizo Hacienda con el ajuste fiscal es realismo, es aceptar los hechos económicos que están ocurriendo.

Durante el debate, ¿cómo vio usted que fue recibido este acuerdo en el oficialismo?

-Las opiniones que entregaron el jueves en la Comisión estaban enfrentadas. No había una sola postura de apoyar o no a este protocolo. Entiendo que no ha sido difícil para ellos, por supuesto, pero la coincidencia de opiniones técnicas ha sido tan fuerte y unánime que incluye hasta los economistas que participan de los partidos oficialistas.

Con este acuerdo marco, ¿la discusión del presupuesto será más expedita?

-Queda todavía ir construyendo acuerdos y resolviendo nudos, que también faciliten la ejecución del presupuesto. Hay varias preocupaciones, por ejemplo, en materia de transferencias de los gobiernos regionales, tanto a entidades públicas como a entidades privadas. Si bien tenemos que velar que se inviertan de buena manera los recursos públicos, con adecuados controles, se tienen que ejecutar los presupuestos, porque no sacamos nada con aprobar una buena ley, con grandes sumas de recursos si no se ejecutan. Está muy bien poner controles, pero ponemos tantas dificultades, tantas etapas para poder invertir, tantas autorizaciones que finalmente terminamos no ejecutando. En 2024 nos ha ocurrido un poco eso. La ejecución ha sido baja y necesitamos cambiar esa dinámica.

En ese punto, ¿el gobierno se abrió a hacer cambios?

-Nos falta seguir conversando. Hay una gran preocupación por la prohibición de la subcontratación y todos sabemos que muchas de las grandes obras a través de la subcontratación permiten una mayor agilidad, ahí todavía necesitamos seguir conversado con la Dipres.

Esas mayores trabas en los presupuestos de los gobiernos regionales se establecieron como respuesta al mal uso que hubo de estos recursos tanto por los gobernadores regionales como por los seremis. ¿Cómo se busca el equilibrio para no trabar la inversión?

-Exactamente, hay que buscar el equilibrio, pero el equilibrio no puede ser que paramos todo. Porque de ser así no aprobemos presupuestos entonces. Al final lo que hay detrás de todo esto son las aspiraciones ciudadanas, las soluciones ciudadanas, la gente quiere su consultorio, quiere su colegio en buenas condiciones, quiere su camino en buenas condiciones, quiere su vivienda en buenas condiciones, quiere mejorar su calidad de vida. Obviamente se necesitan tener controles adecuados para evitar que el mal uso de los recursos y por lo tanto el equilibrio entre la ejecución y los controles es indispensable.

Otro de los temas que ha estado en el debate son los recursos para Salud. ¿Cómo percibe que está el presupuesto para esa partida?

-Escuchamos a la ministra en la Comisión Mixta de Presupuesto. Tenemos demasiada diferencia entre la exposición de la ministra y lo que vemos en la realidad. La ministra, de alguna manera, nos da a entender que, habiendo dificultades, de que habiendo situaciones que ameritan una mayor preocupación, estaría todo bajo control. Sin embargo, la impresión que tengo y que tienen entidades como el Colegio Médico, es que la situación no está bajo control, sino que, al contrario, es una crisis peligrosa. Lo ha dicho el propio senador Juan Luis Castro. Nos falta conversar, sincerar y probablemente tomar medidas que puedan garantizar que siempre los recursos estén.

José García Ruminot
José García Ruminot, presidente del Senado.

La crítica que hizo el ministro de Hacienda de que hay problemas de gestión en algunos hospitales, ¿qué análisis hace?

-Hay hospitales donde efectivamente hay problemas de mala gestión. Hay otros bien gestionados y que les permite ir tomando medidas administrativas, pero hay otros en el que los presupuestos están mal estimados, entonces, llega a septiembre sin recursos y lo que hacen es que comienzan a gastarse presupuestos del año siguiente. Eso también nos ocurre mucho. Tenemos que mirar muy bien la gestión del presupuesto del Ministerio de Salud cada uno de los servicios, en cada uno de los hospitales grandes.

Y en educación, ¿el debate tampoco permite anticipar un fácil despacho?

-El presupuesto de Educación está mal distribuido. Todo el crecimiento del gasto se lo lleva la Subsecretaría de Educación Superior, Incluso dentro del mismo sistema hay preocupación porque muchos recursos van para las universidades y muy poco para los centros de formación técnica, cuando hay otro reconocimiento de que el país necesita formación de técnicos. Falta todavía avanzar en un mayor diálogo.

¿Entonces, el protocolo de firmado esta semana no asegura una tramitación del presupuesto más expedita?

-Hay un buen ánimo, voluntad y disposición, porque nos interesa a todos tener un buen presupuesto, pero, por ejemplo, en Educación al protocolo general del gasto público y los ingresos, comenzamos a construir uno específico con temas propios de esa cartera. En este caso, estamos avanzando, pero desde la desconfianza, porque el año pasado también firmamos uno, pero de lo comprometido no se cumplió prácticamente nada y, por ello, los problemas se mantienen.

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