Cual sonata para piano, una de las grandes pasiones en su vida, Evelyn Matthei comienza a estructurar y a ordenar, movimiento a movimiento, las bases de lo que podrían ser sus ideas matrices para una eventual carrera a La Moneda en representación de la centroderecha. Hoy, Evelyn Matthei lidera todas las encuestas de opinión y se configura como la principal carta de Chile Vamos, a un año y medio de las elecciones presidenciales.
La economista, exsenadora y exministra del Trabajo durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, ha comenzado a contactar y a conversar con especialistas en diferentes ámbitos, con los cuales ha logrado aterrizar en el papel su ideario económico y las necesidades sociales que tiene el país actualmente.
“Ella cree en el libre mercado, pero piensa que este debe ser con crecimiento y también con equidad”, se apura en decir un cercano a Matthei al intentar establecer cuál es su principal diferencia con el líder y figura presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast.
En su entorno grafican que la economista es una liberal en su sentido más tradicional, pero que considera que un crecimiento inequitativo genera “rabia, resentimiento y violencia” en los sectores de la población que puedan verse postergados.
“Ella está convencida de que los países socialmente más estables, con menores índices de violencia y delincuencia, con mayor grado de confianza, son aquellos que siguen una política de economía social de mercado, muy al estilo de la mejor tradición de la centroderecha alemana. Es decir, que nadie se quede atrás”, afirma otro especialista de estrecha relación con la presidenciable.
Los elegidos de Matthei
La visión económica de la hoy alcaldesa de Providencia se ha ido moldeando durante décadas al alero de su formación como economista de la Universidad Católica, su participación como integrante de la Comisión de Hacienda del Senado y las permanentes conversaciones con su marido, el también economista y exconsejero del Banco Central, Jorge Desormeaux.
Sin embargo, durante los últimos meses ha tomado contacto de manera más frecuente con diversos economistas para hablar de temas económicos y de política pública como Sergio Urzúa; el expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara; el exministro de Hacienda, Ignacio Briones; y el exasesor de José Antonio Kast en la campaña presencial pasada, José Luis Daza, quien se apresta a asumir un alto cargo de asesor del Ministerio de Economía de Argentina.
“No se han podido reunir. En algún momento la idea es nuclear a varios de ellos para estructurar ya más formalmente un grupo de trabajo”, afirman desde el entorno de la alcaldesa.
Además, integrantes de este grupo confidencian que Matthei también conversa constantemente con el economista de la UCLA Sebastián Edwards y que “sigue con atención” a la actual presidenta del Banco Central, Rosanna Costa; al investigador de Clapes UC, Hermann González; y al socio de Econsult, Gonzalo Sanhueza.
Crecimiento y “no hay plata”
Quienes más han compartido conversaciones con Matthei señalan que los ejes fundamentales de un eventual gobierno de la representante de la derecha tradicional debieran estar centrados en recuperar el crecimiento económico y enfrentar la inseguridad y el crimen organizado que afecta al país.
“Sin ánimo de polemizar. Para que no se enojen en La Moneda. Pero celebrar un crecimiento económico del 0,2%, creo que no es correcto. Hace unos años un diputado decía que crecer a 1,6% era malo, no se entiende cómo ahora se da un giro en 180 grados y se alegran con tan baja cifra”, dijo en marzo la alcadesa a propósito del casi nulo crecimiento alcanzado por la economía chilena en 2023 y la celebración en redes que hizo el gobierno de la cifra. De paso, también deslizó una crítica al entonces diputado Gabriel Boric.
En su entorno reconocen la especial preocupación de Matthei por aumentar los niveles de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). “Es la mayor prioridad económica de un eventual futuro gobierno de Matthei. Su convencimiento es que tener una mayor tasa de crecimiento tiene un efecto virtuoso en todos los problemas actuales: debilidad fiscal, pobreza, desempleo, y puede financiar muchos bienes sociales. El esencial de ellos es aportar los recursos para la batalla contra la actual inseguridad ciudadana y crimen organizado”, detalla una fuente cercana a la alcaldesa, quien no ve espacios para subir impuestos en un eventual gobierno de Matthei.
La economista, según sus cercanos, ha repetido en diferentes reuniones que la actual situación de las finanzas públicas es compleja y que su objetivo es bajar la deuda pública, que hoy bordea el 40% del PIB. “No hay plata para nada. La sustentabilidad fiscal está en peligro”, ha explicado varias veces a quienes conversan con ella.
En las mismas reuniones ha sostenido que los intereses de deuda que hoy paga el Estado de Chile son “altísimos” y que no existen recursos ahorrados para enfrentar nuevos shocks negativos que pueda sufrir la economía chilena. Reparan, sin embargo, que los altos precios del cobre podrían aliviar en parte este complejo escenario.
“Los ingresos extra deben venir del mayor crecimiento económico y se deben hacer reasignaciones al interior del aparato público en un nuevo gobierno”, añaden sobre los objetivos de una futura administración de Matthei.
La misma fuente sostiene que la estabilidad macroeconómica, la lucha contra la inflación, la estabilización de las cuentas fiscales y el combate contra la burocracia estatal que ralentiza los proyectos de inversión, son clave para la carta presidencial UDI.
“(Queremos) una lucha frontal contra la burocracia, que disminuye las opciones de crecimiento del país e impide el avance de los proyectos y reaccionar rápidamente a ventanas de oportunidades de inversión y, con ello, frena el crecimiento económico”, complementan en su grupo de cercanos.
El dilema de las pensiones
Una de las materias que hoy mantiene en tensión tanto al oficialismo como a la oposición es la posibilidad de llegar a un acuerdo en materia de reforma a las pensiones. En una reciente entrevista con la La Tercera, la principal figura presidencial de la centroderecha explicitó su incomodidad con alcanzar “cualquier acuerdo” en materia previsional, lo que despertó inquietud en algunos sectores de la oposición que prefieren zanjar en este gobierno un tema de este tonelaje antes de una eventual administración del sector.
”Uno ve una, dos, tres, cuatro encuestas y las tres prioridades están clarísimas. Dentro de ellas, no está la condonación del CAE ni una reforma previsional”, dijo hace un mes. En la misma entrevista, Matthei agregó que solamente se debiera avanzar en el tema bajo las condiciones de que los ahorros vayan a las cuentas individuales y que la gente elija a su administrador previsional. “Son dos condiciones bien fuertes. Si esas condiciones se cumplen y se puede llegar a un buen acuerdo, bueno, obviamente, ¿por qué no? Si es llegar a cualquier acuerdo, rompiendo la línea roja de cualquiera de esos dos temas, sencillamente por llegar a un acuerdo, por no tener un conflicto en el futuro, no, no estoy de acuerdo”, sostuvo en esa oportunidad.
En privado, Matthei ha sostenido a sus cercanos que el funcionamiento de la PGU (Pensión Garantizada Universal) en la fase final del gobierno de Piñera -cuando se elevó su monto- ha aliviado la situación de amplios segmentos de la población, pero ha reparado también en que esta política ha involucrado una gran cantidad de recursos. “La prioridad para ella es lograr una mayor tasa de cotización, lo que significa menor informalidad”, añaden.
La prioridad de la educación
Ya en el programa de gobierno que preparó para la carrera presidencial de 2013, que ganó Michelle Bachelet, Matthei le asignaba a la educación un rol clave. Sus cercanos recuerdan el énfasis que le ha dado en cada reunión a la capacitación técnica y a los países que son un modelo para Chile en esta materia.
“Su idea es mejorar la oferta de preparación profesional técnica, que se reconozca como una educación similar a la universitaria, lo que es clave para elevar la productividad del país. Para esto, ojalá establecer un gran convenio con algún país como Nueva Zelanda o Alemania. Lo otro relevante es mejorar la educación temprana”, indican quienes han compartido reuniones con la alcaldesa.
Mientras en materia de salud la prioridad de la precandidata es disminuir las listas de espera y aplicar mejor gestión e ingeniería al sistema público, en vivienda Matthei ha transmitido su preocupación por el “cuello de botella” que hoy tiene un escenario de déficit de 700 mil viviendas en Chile, en medio de una masiva quiebra de constructoras.
“Preocupa, porque es una bomba de tiempo”, afirma un cercano, quien revela que en este tema ya se está trabajando con el urbanista Ricardo Abuauad y el exministro de Vivienda, Rodrigo Pérez Mackenna, junto a más de 20 arquitectos, abogados e ingenieros. La idea, complementan, es también mejorar las áreas verdes y los espacios públicos.
Un economista de gran cercanía a la exministra cree que durante la carrera presidencial de 2025 Matthei basará su estrategia en evitar los “ofertones”, teniendo en cuenta los escasos recursos públicos disponibles que habrá durante el próximo gobierno.
“Aunque sea poco popular, ella va a ser una candidata que se va a salir de la norma del ofertón y dirá una verdad incómoda: que no hay recursos públicos para hacer todo lo que se quisiera. Con claridad dirá lo que se puede y no se puede hacer”, concluye el mismo economista.