El "making of" del IPoM

CONSEJEROS-Y-EQUIPO-DE-BANCO-CENTRAL

Se trata del texto más importante del Banco Central. Constituye el alma de un trabajo permanente en el año y que une los esfuerzos de consejeros, gerentes y analistas de distintas áreas.


Son cerca de 50 páginas en papel, pero el valor de este documento no tiene precio: el Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central de Chile, que se publica cuatro veces al año -marzo, junio, septiembre y diciembre-, no solo es la pieza maestra de la visión de su Consejo sobre la marcha de la economía, sino que su elaboración resume un trabajo de equipo que se respira a diario en las oficinas, salones y pasillos del distinguido edificio de las calles Agustinas y Morandé en Santiago.

"El IPoM es el principal informe económico que elabora el Banco Central, por lo que tiene una altísima relevancia, al menos en tres dimensiones", dice el presidente del instituto emisor, Mario Marcel, quien explica que, en primer lugar, el IPoM es el medio a través del cual el Banco Central comunica al público, los mercados y los especialistas, su visión sobre el estado y perspectivas de la economía chilena. En segundo término, agrega, proporciona el marco para las decisiones de política monetaria.

"A diferencia de académicos y analistas, nuestro trabajo no termina, sino que recién empieza con las proyecciones del IPoM, porque estas conducen e interactúan con las decisiones de política monetaria", señala. Por último, dice, también es un producto clave en la rendición de cuentas del BC sobre su trabajo, ya que brinda proyecciones y análisis de fenómenos económicos que luego pueden ser contrastados con la realidad.

Los miembros del Consejo que encabeza Marcel tienen un papel fundamental en la conducción de la política monetaria y ello se refleja a su vez en cada IPoM, en el que directamente trabajan 40 profesionales -economistas en su mayoría y de todas las edades- de las divisiones Política Monetaria y, en menor medida, Política Financiera y Asuntos Institucionales, que encabezan Elías Albagli, Solange Berstein y Michel Moure, respectivamante.

Clave en cada informe es Enrique Orellana, el gerente de Estrategia y Comunicación de Política Monetaria, que coordina, escribe y también monitorea la elaboración de cada capítulo y sus recuadros, y en cuya redacción participan 7 personas. No hay un "manual de estilo" que se distribuya en las oficinas sobre cómo se debe redactar el IPoM, pero sí cada profesional que participa en su elaboración ha sido capacitado para que sea claro y preciso hasta el más mínimo detalle. Tanto esmero se pone en cada publicación, que no hay registro de alguna fe de erratas.

Proceso continuo

En febrero de 2000, el Banco Central oficializó su decisión de reemplazar el informe anual que presentaba al Senado en septiembre de cada año, por el IPoM. Lo anterior formó parte de una serie de cambios que el ente rector implementó para que su trabajo y la divulgación del mismo fueran coherentes con el régimen de metas de inflación adoptado el mismo año y con las mejores prácticas de los bancos centrales en el mundo. Tras la crisis financiera global del año 2008, el Consejo agregó la entrega de otro IPoM anual, con lo que quedó establecida la presentación de este informe en marzo, junio y diciembre de cada año ante la Comisión de Hacienda del Senado, y en septiembre ante el Senado en pleno.

Desde enero de 2018, el BC sigue un nuevo esquema de comunicación de política monetaria, que considera ocho Reuniones de Política Monetaria (RPM) al año, cuyas fechas se definen y comunican en septiembre del año anterior. Cuatro de ellas van acompañadas de la publicación del IPoM al día siguiente, y de la correspondiente presentación a la Comisión de Hacienda o al Senado en pleno, según corresponda.

El IPoM es un trabajo de análisis diario que no se detiene durante todo el año, que es el mismo que alimenta las RPM y que tiene un punto cúlmine con su publicación, presentación ante el Senado y las que siguen en los días posteriores en Santiago y regiones.

Además de sus capítulos habituales, cada IPoM incluye recuadros con temas de análisis que surgen desde los mismos estudios que realiza el BC y que se van incorporando en cada informe de acuerdo con su interés coyuntural. Así, especialmente noticiosos han sido los relacionados con el impacto de la inmigración o la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

El próximo IPoM se dará a conocer el miércoles 4 de septiembre. En todos los informes el trabajo comienza cuatro semanas antes, con una primera reunión en la que participan Albagli, su equipo más cercano y los consejeros, en que se parte con la revisión del estado actual de la macro que, en este caso, corresponde a lo que pasó en el segundo trimestre y cuál es la mejor proyección del tercer y cuarto trimestres del año. Del mismo tenor es un segundo encuentro, al que sigue una reunión en que definidas las bases, se proyecta un escenario de dos años, y luego una cuarta en que se revisan los escenarios de política monetaria. En cada paso que se da se avanza en paralelo en la redacción de los capítulos.

En una quinta reunión, que se denomina de discusión del resumen, se revisa la redacción línea por línea con todo el Consejo y es literal: se discute desde dónde está puesta una coma hasta volver a revisar los énfasis de lo que se comunica. Posterior a eso se evacúa un resumen del informe, sobre el que cada consejero se debe pronunciar. Pero el proceso no acaba ahí: en el caso del próximo IPoM de septiembre, por ejemplo, luego de la RPM del 3 de septiembre se volverá a discutir el texto capítulo por capítulo y sus recuadros, incluyendo también los colores y números, en un proceso que puede extenderse hasta la medianoche previa a la publicación, que es el instante final cuando, con la luz verde del Consejo, se manda a imprenta. En este proceso, el rol de Orellana y el equipo de comunicación estratégica es fundamental.

En los días finales del IPoM las jornadas se alargan: la salida se puede extender hasta las 9 o 10 de la noche y, al menos en los últimos dos fines de semana previos a la publicación -como ocurre justo en este momento- también hay profesionales que trabajan.

Consensos

Lejos de ser un proceso mecanizado por modelos estadísticos, llegar a un consenso respecto del diagnóstico macroeconómico resulta de iteraciones sucesivas entre el staff y el Consejo, explica Elías Albagli. Por ejemplo, incluso antes de comenzar la elaboración de cada IPoM, las reuniones semanales de coyuntura sirven para ir poniendo sobre la mesa distintos temas respecto de la actualidad internacional y de la economía local. Estos antecedentes y sus posibles implicancias para la evolución de la macro local se discuten extensamente entre el Consejo y el staff de las divisiones involucradas.

"Cada IPoM representa un producto significativo en términos de horas de trabajo y esfuerzo colectivo. Si bien puede en ocasiones ser un tanto desgastante, las personas involucradas exhiben un alto grado de motivación y compromiso, como se desprende por ejemplo de las encuestas de percepción de clima organizacional", dice Albagli.

"Esto se debe al menos a tres razones. Primero, es un trabajo intelectualmente muy desafiante y entretenido, y si bien existen procesos bien definidos, la naturaleza cambiante de los desarrollos macroeconómicos hace que ningún IPoM sea igual al anterior, rompiendo así rutinas y otorgándole mucho dinamismo. Segundo, este trabajo tiene una influencia importante sobre las decisiones de política monetaria, lo que lo hace un proceso de impacto real en la sociedad bastante tangible. Tercero, con el tiempo el trabajo se ha hecho cada vez más colaborativo entre distintas gerencias y departamentos dentro de la División de Política Monetaria, así como entre esta y otras divisiones", añade su gerente.

Aunque de redacción impecable, no participan periodistas en la elaboración del IPoM, pero sí a otro nivel.

Según se explica en la gerencia de la División de Asuntos Institucionales, la gerencia de Comunicaciones -que forma parte de ella- lleva a cabo el análisis del contexto en que se inserta cada informe y diseña el plan de difusión respectivo a través de los medios de comunicación, uno de los grupos de interés más importantes para la comunicación del BC. El trabajo implica segmentar los mensajes para las distintas audiencias y transmitirlos a través de diferentes plataformas. Ejemplo de ello son los contenidos elaborados para la cuenta de Twitter del instituto emisor; la conferencia de prensa que es transmitida a través del sitio web del BC; y la disponibilidad de ésta como de la presentación ante el Senado en el canal de YouTube institucional.

En el Banco Central se indica que, probablemente, el factor más crítico y difícil de cada IPoM se refiere al diagnóstico respecto de la situación actual de la macroeconomía, visión que juega un papel fundamental como punto de partida para las proyecciones de actividad, demanda y presiones inflacionarias en el horizonte de política monetaria. En este proceso, sin duda lo más desafiante es llegar a un consenso respecto de cuál es el escenario base en términos de la evolución de estas variables, y cuáles son las sensibilidades y escenarios de riesgo más relevantes respecto a este escenario.

¿Qué se siente cuando después de todo este trabajo cada IPoM ve la luz cuatro veces al año?

-"Es una mezcla de orgullo, alivio, agotamiento, agradecimiento y expectación por lo que traerán las noticias futuras: el orden específico de estas sensaciones varía de IPoM a IPoM", confiesa Albagli. Ya ocurrió así en junio. Ahora toca septiembre.P

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