Martha Correa, banquetera y presidenta de Abach: “Hacen falta más centros de eventos”

Martha Correa
Martha Correa, presidenta de la Asociación de Banqueteros y Centros de Eventos.

Con la adquisición de Espacio Riesco, el grupo francés GL Events pasa a ser el mayor actor del rubro de los centros de eventos, una industria que, según cálculos gremiales, mueve unos $100 mil millones al año entre unos dos millares de recintos. Sin embargo, la proliferación de eventos personales o corporativos lleva a pensar a la presidenta de la Asociación de Banqueteros y Centros de Eventos de Chile que, en vez de consolidarse, esta industria va a seguir expandiéndose.


La compra de Espacio Riesco por parte de GL Events ocurrida en enero, pero anunciada esta semana, deja a esta multinacional francesa como la principal compañía de centros de eventos en el país, pues posee también la concesión del Metropolitan Santiago Convention & Event Center (ex Casapiedra) y es controladora de la empresa organizadora de ferias Fisa.

Pero si bien GL Events se puede llevar una parte relevante del negocio, lo cierto es que el rubro está sumamente atomizado, por lo que la torta de ingresos está sumamente repartida entre varios actores pequeños y medianos, también.

La presidenta de la Asociación Gremial de Banquetería y Centros de Eventos, Martha Correa, admite que es difícil saber exactamente cuánto dinero mueven estos recintos, pero su gremio estima que el negocio en el país factura del orden de los $100 mil millones al año.

Cuenta que el año pasado, calcularon que a nivel nacional existen aproximadamente entre 1.500 y 2 mil centros de eventos. Así y todo, afirma que el negocio queda corto, por lo que se necesitan muchos más de estos complejos, fundamentalmente aquellos que puedan albergar eventos masivos, de más de 1.000 personas.

Correa es banquetera desde hace cerca de 25 años y el foco de su negocio son los matrimonios y los eventos corporativos, por lo que palpa semana a semana el devenir de un rubro que a inicios de la década lo pasó especialmente mal, tras el 18-O y con la pandemia.

El estallido social y el Covid-19, entre 2019 y 2021, golpearon muy duro al sector, pues prácticamente tuvo que cerrar sus puertas. ¿Se ha visto una recuperación del mercado?

-En general, después de la pandemia, los eventos han ido creciendo y fortaleciéndose nuevamente tanto los de nivel personal, como los matrimonios, como los corporativos.

Celebración de novios de Martha Correa
Este y otro tipo de actividades siguen con alta demanda en el país para realizarse en grandes centros de eventos.

O sea, ¿el negocio se ha vuelto a rentabilizar?

-Claramente, el negocio es rentable. Por ello siguen desarrollándose proyectos de nuevos centros de eventos. Lo que sí hemos percibido después de la pandemia, es que los eventos son menos masivos. Podríamos especular varias razones, pero con certeza podría decir que se siguen haciendo muchos eventos a nivel personal como corporativos, pero ya más pequeños que antes.

¿Por qué cree que una multinacional francesa se pudo haber fijado en este mercado, tomando en cuenta que hasta hace unos años esta industria estaba dominada por actores nacionales?

-Creo que hay varios factores para entender lo que vio esta empresa francesa. Primero, la ubicación de estos dos centros de eventos (Metropolitan y Espacio Riesco) es fundamental. Porque a pesar de que Espacio Riesco no está precisamente en el sector oriente, está muy bien ubicado en Santiago, cerca de todo, con buenos accesos y locomoción. En Santiago, la mayoría de los centros de eventos están en las afueras de la ciudad.

¿Pero hay algún otro factor más de carácter de tendencia de mercado o de cultura nacional que haya influido?

-Claramente, Chile todavía es un país donde prevalece el concepto de festejar. Celebrar aún es importante, por ejemplo, un matrimonio o un evento de la empresa. Aún está en nuestra idiosincrasia. En Estados Unidos, en cambio, la gente no se junta, los matrimonios son de 80-100 personas. Por eso ha sido tentador para empresas internacionales invertir en esta área. Y claramente después de la pandemia los eventos proliferaron. Por ejemplo, se empezaron a hacer muchas más fiestas grandes; es un nicho importante, pero que no había dónde hacerlo. Hoy Espacio Riesco y la ex Casapiedra pueden albergar esos eventos. Hoy de hecho está lleno de fiestas, como las que hacen en el centro Bosqueluz (en Ciudad Empresarial), donde se reúnen muchos jóvenes. Pero cuesta mucho hacerlas, pues requiere un recinto grande y los permisos necesarios. Los eventos corporativos también se han incrementado enormemente. También hay un aumento exponencial de las ferias, hay ferias de todos los rubros: Expobebé, Expopañales, Expoturismo, Expoagrícola, etc.

Y en el rubro de los eventos corporativos, ¿se siguen haciendo estos eventos grandes, estilo Enade, o grandes seminarios?

-Se siguen haciendo eventos corporativos, pero en general no tan grandes.

¿Existe suficiente capacidad de centros de eventos en Santiago?

-Hay muy pocos centros de eventos en la ciudad y de tamaño adecuado para albergar eventos grandes. La mayoría está fuera de Santiago. Además, que se ponen muchas restricciones y no se permite reunir a una gran cantidad personas. Por eso, Espacio Riesco y la ex Casapiedra podrían ser exitazos. Si los extranjeros saben de eventos y saben a qué nichos están apuntando, van a ser un exitazo. Porque, por ejemplo, sólo con las fiestas, los únicos que las hacen son Bosqueluz y Alto San Francisco. Es un dolor de cabeza encontrar un lugar apto para eso. Ahí hay un nicho importante que está proliferando.

¿Prevé que se abran nuevos centros de eventos de este tipo?

-Espero que de aquí a dos años haya más centros de eventos, porque aún hacen falta. Hoy para casarse un novio necesita entre ocho meses y un año para encontrar fecha en temporada alta, porque todos están llenos.

¿Cuáles son los principales desafíos o complejidades que tiene este mercado?

-El principal desafío hoy es el tema de la delincuencia. Los eventos, en su mayoría, transcurren durante la noche y hay sectores más vulnerables a este tema delictual. La gente sale del evento y sufre portonazos, asaltos, etc. Se ha reforzado la seguridad con guardias, ya que existe un temor latente de sufrir cualquier tipo de vandalismo, asalto u otro delito.

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