Más de 20 páginas son las que tiene la declaración, por primera vez, Rodrigo Topelberg, empresario socio de Daniel y Ariel Sauer en el factoring Factop, prestó declaración ante la Fiscalía Oriente en el caso denominado igual que el nombre de la empresa que dirigían.
En su comparecencia, Topelberg reveló cómo llegó a encabezar la compañía, hoy investigada por el Ministerio Público por los delitos de estafa, entre otros, así como también dio cuenta de los clientes que tenían en la compañía.
El empresario, al igual que sus exsocios, actualmente se encuentran en prisión preventiva, luego de que el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago decretara su prisión preventiva, la cual cumplen en la Cárcel Anexo Capitán Yaber. Centro de reclusión desde donde declaró ante el fiscal.
“Si tuviera que resumir mi paso por Factop, diría que, en general, al menos en el tiempo en que estuve más involucrado con la empresa, mi papel era como el de un gran relacionador público”, fue lo primero que señaló el ingeniero en administración de empresa.
La llegada a Factop
Topelberg, en las primeras explicaciones que dio a la Fiscalía, fue su llegada a la empresa, así como también el ascenso y cambios en el trabajo que tuvo al interior de esta. “Mis otras labores consistían en ocuparme de asuntos internos tales como comprar regalos de pascua, del personal y despedir gente. Esto porque los Sauer despedían por correo y en la colonia judía se rumoreaba que en Factop no sabían despedir, así que empecé a hacerlo yo, ya que tengo más tacto que ellos”, afirmó.
Además de eso, agregó, “me preocupaba de comprar los electrodomésticos, tener agua purificada, ver que las impresoras estuviesen en buen estado, que se reciclaran los computadores en desuso, entre otras cosas relacionadas. También me preocupaba que se pagaran los gastos comunes del edificio, ya que Ariel ni Daniel Sauer nunca respondían los correos cuando nos contactaban pidiéndolos, y debido a eso la administración recurría a mí. Yo tenía que sacárselos prácticamente a la fuerza”.
En esa línea, Topelberg explicó que “quiero dejar en claro que yo nunca capté inversionistas. Sí hubo gente que entró por mí como mi familia nuclear; la familia de mi esposa (sucesión de Salvador Speisky), y mi personal trainer llamado Rodrigo Correa. De hecho, fueron ellos los que me pidieron a mí ingresar porque sabían de la existencia de Factop, sabían que yo estaba ahí y tenían intenciones de invertir”.
“En los casos específicos que nombré, lo que yo hice fue mandarlos directamente a hablar con Ariel y/o Daniel. Mi intervención llegaba hasta dejarlos en contacto con ellos. En todo caso, me arrepentiré de esto toda la vida. Logré que a la familia de mi esposa,y a Rodrigo Correa, se les compensara sus perjuicios pagándoles mi familia el capital invertido, esto después de presentada mi querella. Rodrigo Correa se le pagó alrededor de $40.000.000 y la sucesión de Salvador Speisky alrededor de $1.000 millones monto que mi familia aun no termina de pagar”, agregó.
La caída
En la misma declaración, el empresario también dio cuenta sobre el inicio de los problemas para la empresa que encabezaba con los hermanos Sauer.
“Aunque estaba alejado de los Sauer a estas alturas, en marzo de 2023 me pareció necesario acercarme más para ver qué estaba pasando realmente, porque los Sauer estaban vueltos locos. Ahora, luego de haberme enterado de los delitos que cometían, entiendo las verdaderas razones de su colapso. Este suceso marcó un antes y un después para ellos, ya que, al entrar en crisis, imagino que ya no tenían cómo pagarles a los inversionistas, viéndose directamente afectada la “maquinita” de facturas que habían armado, de cuya existencia yo me enteré después de todos estos eventos”, afirmó.
Seguido de eso menciona a la abogada Leonarda Villalobos, quien la “convenció de ayudar a los Sauer y ellos me pidieron “dar la cara” frente a los clientes, a lo que accedí, porque hasta ese momento yo todavía confiaba en mis exsocios quienes me insistían y repetían de que se trataba de un asunto temporal que se iba a superar pronto”.
“Esto lo hice aproximadamente entre abril de 2023 y junio de 2023, ya que luego de escuchar el famoso audio grabado por Leonarda, me di cuenta de que todo era mentira y me alejé por completo, buscando abogados por fuera, independientes de los Sauer. Antes de eso, yo no sabía que todo era un fraude, y me paré frente a los clientes u organicé reuniones con ellos transmitiéndoles las excusas y los plazos que los Sauer me decían a mí para que los retransmitiera”, agregó.
Junto con eso, aseguró que “ahora sé que todo lo que me decían los Sauer era falso y que esos plazos que me pedían informar a los inversionistas nunca fueron reales; sólo eran para ganar tiempo. Entiendo de ese punto de vista que esas personas se sientan engañadas por mí, pero yo era el primer engañado de todos, lo que se demuestra por el hecho que luego d escuchar el audio, no volví a repetir las excusas de los Sauer a los inversionistas. Hasta ese momento, yo pensaba que sólo estábamos teniendo problemas de liquidez, pero no podía dimensionar que era algo mucho más grave, menos que era delictivo”.
Topelberg también señaló que “en todo caso, ya dos años antes de este colapso yo venía sintiéndome incómodo con los Sauer. Había conductas personales y laborales que no me dejaban cómodo. Lo único que quería era irme de Factop junto a mi familia, y para eso necesitaba que liberaran la plata que había puesto en garantía, que eran miles de millones de pesos de dinero de mi familia que garantizaba las líneas de crédito de Factop”.
El audio
Consultado sobre el audio filtrado, el ingeniero en administración, afirma que “Leonarda Villalobos grabó, motu proprio, la conversación con Sauer, Hermosilla que tuvo en una reunión el día 22 de junio de 2023. Ni yo ni mi esposa teníamos conocimiento de que se iba a desarrollar esa conversación y menos le pedimos que la grabara. Es más, en su querella por la filtración del audio, la propia Leonarda reconoce que, si bien la grabación tenía por objeto exclusivamente tener un registro de la reunión, me mostró el audio porque mis intereses, al tenor de la conversación, “parecían brutalmente vulnerados”, enviándoselo posteriormente a mi esposa”.
“Yo no quise ni escucharlo ni tenerlo, me pareció un asco. Era más de lo que podía tolerar en ese minuto. Por eso, la que lo terminó recibiendo fue mi mujer. Durante todo el período posterior, tanto mi esposa y yo, como mis abogados, guardamos estricto celo y confidencialidad respecto del audio. Este sirvió de base para precisar los hechos y personas que mencionaría en mis querellas y denuncias”, agregó.
Sobre la abogada, afirmó que llegó el 2018 “por Alberto Sauer pero también por su predecesor en sus funciones, un tributario en Factop que se llamaba Juan Carlos Leoz. Cuando yo entré a Factop, éste ya asesoraba a los Sauer. En mis sociedades él no hizo un buen trabajo. Por eso, se suponía que Leonarda arreglaría todos los “condoros” de Leoz. Ella se “floreaba” (en sus palabras) de que, aunque la hubiera traído Leoz, ella no tenía pelos en la lengua y era una persona de integridad, así que no tenía problema en desprestigiarlo a todo volumen”.
Los inversionistas
En su declaración, Topelberg, afirma que algo que le llama la atención hasta hoy “es el vínculo entre los Sauer y Rodrigo Delgado”. Y es que a su juicio, “desconozco la naturaleza de las inversiones que tenía en Factop o el vehículo societario por medio del cual ingresó. Pero sé que su intermediario más usual, es decir, el que actuaba en representación de Delgado normalmente, se llamaba Felipe Heresi”.
Sobre esa persona, sostiene que “me llamó varias veces después de que estallara el caso para juntarme con él, pero yo no me juntaba con nadie por consejo de mis abogados y porque me había dado cuenta de que toda la situación era muy delicada. Me imagino que Delgado o sus sociedades están mencionados en el o los archivos excel que mantenía Ariel Sauer, como el que ya aporté”.
“Tengo entendido que Delgado se reunía con los Sauer fuera de la oficina. Yo lo vi sólo una vez en Factop, pero almorcé con él un par de veces. Pero me llama la atención su caso porque, ahora, compartiendo pieza con los Sauer en Capitán Yáber, Daniel Sauer me ha comentado que Delgado es al único inversionista al que le han pagado, me imagino que por miedo a sus influencias”.
De esos clientes, afirmó que otros nombres de interés que recuerda “haber escuchado en los pasillos de Factop son los de Andrea Molina y Asunción Lavín. Aunque, como señalé en mi primera declaración, tengo entendido que quienes actuaban detrás de ellas eran el señor Jorge Peralta y Isaac Givovich respectivamente”.
Octavio Sufán, abogado de Daniel Sauer, afirmó que “Rodrigo Topelberg no aporta ningún antecedente nuevo. Las personas que menciona ya estaban en la investigación y la Fiscalía tiene clara esta información. Su posición es errática, pues por una parte pretende exculparse y por la otra configurarse atenuantes”.