Mejoras en la Ley de Protección al Empleo, apoyo a los que emiten boleta a honorarios y resguardo a padres trabajadores: las otras claves del Plan de Emergencia

El otro eslabón del plan de emergencia acordado entre el gobierno y la oposición el fin de semana recién pasado, tiene que ver con la arista laboral.

Al igual que el Ingreso Familiar de Emergencia, la Ley de Protección al Empleo, anclada en el seguro de cesantía, y el paquete pensado en los trabajadores independientes también sufrieron una serie de modificaciones para adecuar ambas política gubernamentales al nuevo escenario que se presenta más complejo.

El proyecto de ley que incorpora las nuevas modificaciones a la Ley de Protección al Empleo, debería ingresarse en los próximos días. En tanto, el relativo a los trabajadores independientes se está discutiendo ahora mismo en el Congreso. En todo caso, la tramitación de ambas iniciativas debería ser rápida, según dijo el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, dado que las dos aspectos fueron consensuados entre las partes.

Por eso, acá las claves para entender las nuevas modificaciones incorporadas a los proyectos en cuestión y que forman parte de la otra cara del Plan de Emergencia.

La primera modificación: Lo primero que hay que tener claro es que la Ley de Protección al Empleo se extendió en los mismos plazos que el Ingreso Familiar de Emergencia. Es decir, el monto del beneficio se extendería hasta agosto. En adelante, su aplicación posterior dependerá de las condiciones económicas y sanitarias.

El segundo cambio: Antes del acuerdo, el porcentaje de cobertura (tasa de reemplazo) que operaba para la Ley de Protección al Empleo partía desde el 70% y decrecía en los meses siguientes hasta el 30%. Ahora, se fijó un tasa mínima de reemplazo equivalente al 55% del salario de ese trabajador y estará disponible tanto para los contratos indefinidos como para los que están bajo la modalidad de plazo fijo.

La tercera variación: Compatibiliza la Ley de Protección al Empleo con el del Ingreso Familiar de Emergencia. Por ejemplo, si un hogar de cuatro personas, una de ellas tiene su contrato suspendido y hoy recibe $250.000 del Seguro de Cesantía, en este caso, el IFE actúa como un complemento para que esa familia alcance el mínimo garantizado de $400.000.

El cuarto punto: Permite que los cesantes que habiendo hecho uso de la Ley de Protección al Empleo y todavía tengan fondos en su cuenta individual puedan acceder a estos recursos.

La modificación. El IFE 2.0 también es compatible con los subsidios a los trabajadores independientes con boleta a honorarios que ya fueron aprobados en el Congreso. Es decir, si los ingresos de un trabajador independiente con boleta han caído por debajo del umbral de ingreso definido en el IFE ($400.000), recibirá la diferencia.

Por otro lado, estos trabajadores independientes que emiten boletas de honorarios también podrán tener acceso a un crédito del Fisco en condiciones preferentes (con períodos de gracia de un año; tasa de interés real de 0% y tres años adicionales para pagar) y dicho préstamo no se considerará como ingreso para efectos del cálculo en el IFE 2.0.

Por ejemplo: Si producto de la crisis un trabajador independiente con boleta a honorario sufre una fuerte reducción a sus ingresos y caen a $200.000, este podrá optar al subsidio vigente por ley de $100.000 (según la última modificación en la Cámara de Diputados) y además podrá solicitar el IFE para alcanzar ese umbral mínimo de $400.000, pero si todavía sus ingresos están por debajo de lo que percibía antes, este trabajador tendrá la opción de solicitar un crédito en condiciones preferenciales.

Este último punto, guarda relación con la protección para padres, madres y cuidadores de niños en edad preescolar y que son trabajadores dependientes formales. En tal sentido se acordó que las personas de este segmento que estén dentro del 80% más vulnerables, podrán acogerse a la Ley de Protección al Empleo para cuidar a sus hijos. Sus ingresos, en tanto, pasarían a ser financiados por sus ahorros de las cuentas individuales del seguro de cesantía, oscilando las tasas de reemplazo entre el 70% y el 55% como mínimo.