La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, respondió este miércoles a los reparos que ha habido respecto a la medida que adoptó este martes el instituto emisor, donde decidió activar, por primera vez, el requerimiento de capital contracíclico (RCC) en la banca, una decisión que fue tomada de forma unánime por el Consejo y que los bancos calculan que les significará US$1.500 millones en capital.

Consultada por la crítica respecto a que no es el momento adecuado para tomar una medida de este tipo, Costa contestó:“¿Por qué hoy día? Porque hoy día lo que estamos viendo es que es importante construir capacidades. La probabilidad de que pase un evento (de shock externo) no es cero, no es alta, y tener capacidades es importante. Y segundo, porque si bien el efecto sobre el crédito hoy está evolucionando de acuerdo al escenario macroeconómico, y no vemos ninguna situación excepcional en el comportamiento del crédito, sí vemos las capacidades de la banca para absorber este requerimiento sin un efecto mayor en la economía”.

Al respecto, agregó que “precisamente porque hoy la banca está muy solvente, tiene las capacidades de capital, esto se puede hacer hoy, y nos permitiría enfrentar de mejor manera algún evento que pueda ser sorpresivo mañana. Lo que estamos construyendo son resiliencias y capacidades, lejos de aumentar la incertidumbre, estamos dando la señal de que tendremos más instrumentos y que estamos construyendo capacidades para la mejor resiliencia, para que la economía en su conjunto, si viniera un shock externo, no enfrente un costo más alto por la vía en que el crédito en ese evento se contrae, y se amplifican los efectos de una crisis. Hoy es un buen momento, porque una magnitud como la que se ha usado para la activación, en comparación con las holguras disponibles, permiten hacerlo a un costo bajo”.

Así, Costa recalcó que los bancos tienen las holguras (dinero por sobre lo que la regulación exige a la banca) suficientes como para poder cumplir este requerimiento sin necesidad de aumentar capital, aunque dijo que eso será decisión de cada institución financiera. “Este buffer se puede enterar con las holguras que tiene la banca, con más capital, o con algo de menor crédito. Pero la disponibilidad de holguras que tiene la banca hoy día, permiten señalar que sea la mayor fuente para abordarlo. Sin duda son los bancos los que van a tomar la decisión de cómo lo van a enterar”, sostuvo.

Y más tarde subrayó que, “la definición de cómo se entere el capital, es propia de cada banco, nosotros no tomamos la decisión. Lo que sí sabemos es que en los bancos hay holguras, y por lo tanto, tampoco estamos pidiendo que aumenten sus capitales, es perfectamente posible que un banco utilice las holguras y entere este requerimiento con las holguras que ya tiene”. También dijo que “el ejercicio que anda dando vueltas (US$1.500 millones que calcula la banca), supone que todos aumentarán su capital, la verdad es que con las holguras disponibles no es evidente que vayan a aumentar su capital en los montos que ahí aparecen”.

¿Y si todos traspasan holguras, y el capital de la banca se mantiene en el mismo nivel, entonces para qué adoptar esta medida? Ahí Costa apuntó a lo mismo que decía el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) que publicaron este miércoles: “La evidencia muestra que la banca es reacia a reducir su capital en momentos de tensión, puesto que daría señales de vulnerabilidad, lo que redunda en un comportamiento procíclico que puede amplificar un ciclo negativo de crédito gatillado por escenarios de estrés. Que la autoridad defina su desactivación para el sistema como un todo contribuye a mitigar ese efecto en caso de utilizar la holgura de capital generada”, puntualiza el IEF.

Cuando el BC anunció la activación del RCC, explicaron que esto se hacía “como una medida precautoria ante la mayor incertidumbre externa”, esto pues, si bien “el escenario macroeconómico ha evolucionado en línea con lo previsto, ha aumentado el riesgo de ocurrencia de un shock externo severo. Aunque su probabilidad es baja, su efecto negativo en la economía sería significativo”.

Consultada respecto de cuál podría ser ese “shock externo severo”, Costa manifestó que en realidad “este es un instrumento que está construyendo capacidades, en el sentido preventivo, el BC no está viendo un detonante de un shock con nombre y apellido, estamos acumulando resiliencia, estamos construyendo lo que nos mandata la ley, que nos da un instrumento adicional macroprudencial de manera que en un evento en que se requiera, podamos contar con no sólo instrumentos que provean liquidez, tradicionales, sino con este instrumento adicional”.

Y añadió que “si hubiera un shock con nombre y apellido, la verdad es que ya sería tarde para tener capacidades preventivas y tendríamos que estar usando instrumental de otra naturaleza. Hoy no lo vemos, no vemos un shock, vemos un mayor riesgo de que pudiera producirse”. Y lo volvió a repetir: “insisto, no estamos viendo shocks inminentes, estamos preparándonos para un evento inesperado”.

Costa también enfatizó que la banca hoy tiene una posición sólida. “Esa decisión no dice relación directa con la situación de los bancos. Los bancos hoy están holgados. Cuando uno mira los test de estrés de la banca, la banca tiene holguras suficientes para enfrentar shocks de gran magnitud”, dijo. Y añadió que “no hay un tema con la solvencia de la banca. La banca, incluso después de estar sujeta a condiciones estresadas, tiene capital suficiente”.

Por otro lado, y pese a que hay voces que han alertado que esto se podría traducir en menos créditos y más caros, Costa recalcó que “la magnitud del requerimiento que hoy estamos haciendo, en comparación a las holguras de la banca, el plazo que estamos utilizando para que este se entere, nos permite asegurar, nos permite decir, que el impacto que tiene en términos de crédito es acotado, es bajo”.