Presidente del Banco Central da señal de moderación de alza de tasas y estimaciones apuntan a septiembre
Los menores registros de inflación por la corrección de la canasta del IPC, la dificultad de leer el mercado laboral y las turbulencias externas son las potenciales amenazas que deberán calibrarse para el ritmo de alza de la TPM.
Un difícil puzzle para el Banco Central es el que presenta la economía doméstica al inicio de este 2019, que lo ha llevado a reforzar el "mantra" de su presidente Mario Marcel y del Consejo en los últimos comunicados: gradualidad y cautela en la normalización de la Política Monetaria.
En el marco de su exposición en el seminario de Sofofa-UDD "Nuevos vientos de la economía", Marcel ratificó el diagnóstico de los últimos informes de política monetaria en torno a la necesidad de reducir el estímulo en la economía, dada la reducción de las holguras de capacidad, pero admitió que existen una serie de focos externos e internos que hacen compleja la lectura del escenario global, dando pistas de que el ritmo del alza de tasas será mucho más lento más lento que el previsto inicialmente.
"No estamos apurados por normalizar la política monetaria: queremos seguir un camino consistente con la convergencia de la inflación en el mediano plazo, fortalecer la resiliencia de la política monetaria y tener la disposición a responder a un eventual empeoramiento en las condiciones externas", sostuvo Marcel.
De esta manera, va quedando atrás el escenario descrito por el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, donde se planteó como supuesto de trabajo cuatro alzas en 2019 para llegar a un nivel neutral de 4% a 4,5% en el primer semestre de 2020. Ahora, con este mensaje, los expertos señalaron que el BC va preparando el camino para entregar una nueva trayectoria de tasas que considera un solo incremento en el año en septiembre. Esto en línea con las expectativas que se reflejan en las tasa swap.
Antonio Moncado, economista de BCI señaló que "la nueva medición captura menores presiones inflacionarias, que llevarían a moderar el tono alcista en TPM desde lo contemplado durante el último IPoM. Con ello, nuestro escenario base incorpora solo un alza adicional durante el segundo semestre de este año, para finalizar 2019 con una TPM en 3,25%".
Sindy Olea de Santander, acotó que queda en evidencia que "el propio Banco Central ha explicitado mayor preocupación por el escenario externo por lo que estimamos que el proceso de alza de tasas será aún más gradual que lo comunicado en el IPoM de diciembre". En su escenario base prevén un alza este año.
Martina Ogaz de Euroamerica acotó que "estamos todavía con una dependencia en el escenario internacional, sumado a que tenemos una Europa muy desacelerada y China también marcando cifras bastante malas".
El escenario Del Banco Central
En la descripción del escenario economía externo, el titular del BC mencionó la caída en las proyecciones de crecimiento del mundo, la evolución del conflicto comercial entre EEUU y China, y para éste último, el impacto de las políticas de estímulo para enfrentar su desaceleración.
En el flanco interno, destacó la difícil interpretación del shock de oferta del mercado laboral como holgura de capacidad y los cambios como consecuencia de la actualización de la canasta del IPC en el mediano plazo.
A todo ello se suma la recuperación del dinamismo luego de la pausa del tercer trimestre, pese a los traspiés de enero -con un Imacec de 2,4%- y un febrero y marzo que también sería débil. "Con el shock negativo de la minería en enero y febrero tendremos un trimestre algo más débil", pero adelantó que el tercer trimestre deberíamos tener un efecto positivo gracias a la inversión.
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