Presupuesto de empresas públicas anticipa complejo panorama en 2021, especialmente para EFE y Metro

Un año positivo para la mayoría de las empresas públicas, aunque bastante negativo en términos agregados, es el que anticipa el presupuesto de las empresas públicas enviados a la Dirección de Presupuestos (Dipres) para el año 2021.

Anualmente, las empresas de propiedad estatal deben enviar a la Dipres sus proyecciones para el año, considerando ingresos, gastos, dotaciones y otros. El organismo dependiente de Hacienda debe aprobarlo, trámite que suele concluir en febrero o marzo. De esta manera, la Dipres también calcula los eventuales requerimientos de caja de estas empresas.

No obstante, el presupuesto 2021 de la mayor empresa pública del país, Codelco, permanece en trámite. En entrevista con PULSO Domingo, el director de Presupuestos, Matías Acevedo, aseguró que la estatal elaboró su presupuesto considerando un precio del cobre de US$2,8 por libra, cifra que ha cambiado con los meses hasta llegar a valores en torno a US$4, lo que llevó a una revisión por parte de dicho organismo.

Eso llevó a Dipres a elevar su estimación del aporte que tendrá para las finanzas públicas cada centavo que aumente el valor de metal, desde los US$22 millones iniciales a US$35 millones, considerando que de cada centavo que aumente el valor sobre determinado umbral, también crecen los márgenes opearcionales.

En este listado tampoco se considera a TVN, que tras largos años de pérdidas logró cerrar 2020 con utilidades en torno a $900 millones.

No obstante, entre las empresas que anticipan resultados positivos destacan las portuarias, que concesionan la operación de los terminales a empresas privadas, obteniendo regalías por dicha actividad. Destacan San Antonio, que anticipa ganancias por $12.087 millones; además de Valparaíso ($6.825,7 millones) y Talcahuano, que proyecta ganancias por $1.408,5 millones.

Pero estas empresas están lejos de ser las que mejores utilidades obtendrán este año. El caso más relevante es el de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap), que anticipa ganancias por unos US$45 millones, cifra que se compara con las pérdidas por US$89,9 millones con que terminó el ejercicio 2020, debido a los vaivenes del precio del crudo en los mercados internacionales, además de una demanda por combustibles a la baja dada la situación sanitaria y económica que vivió el país el año pasado.

“El 2021 va a ser mejor que 2020. Eso es fácil decirlo cuando se han perdido US$90 millones, pero esta empresa perdió US$1.000 millones en el pasado. El ideal para nosotros es terminar en azul”, dijo el gerente general de Enap, Andrés Roccatagliata, en entrevista con PULSO en febrero.

También se anticipan buenas cifras para la Empresa Nacional de Minería (Enami), que se verá beneficiada con el aumento del precio del cobre. La estatal, que maquila minerales producidos por pequeñas y medianas empresas, anticipa ganancias por $4.932 millones. Al cierre de esta edición, la firma todavía no entregaba su balance 2020 a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), pero su presupuesto 2020 consideraba ganancias más modestas, en torno a $1.420 millones.

Pero no todas las empresas mostrarán números azules. Las dos que peor lo pasarán este 2021 son viejas conocidas en este listado: EFE y Metro.

En ambos casos, las empresas han visto reducidos sus ingresos debido a la situación sanitaria y las restricciones a la movilidad. En el caso de la firma de transporte subterráneo se suman los daños sufridos por sus estaciones posterior al estallido social de 2019, que la obligó a efectuar grandes gastos para reparar su infraestructura.

Metro proyecta para este año pérdidas por $225 mil millones, cifra que se compara con las pérdidas por $265 mil millones informada para el ejercicio 2020 a la CMF.

EFE, en tanto, proyecta pérdidas por unos $155 mil millones, cifra que se compara con los dos números rojos por $38.583 millones acumulada a septiembre del año pasado. Las restricciones a la movilidad, sobre todo en el negocio de pasajeros, es lo que explica principalmente la baja en los ingresos y, por ende, la situación financiera de la estatal.