¿Recesión en EEUU en 2019? los expertos se muestran preocupados por el deterioro de la economía
El 53% de los encuestados por Bank of America Merrill Lynch cree que la Fed ha concluido el proceso de ajuste de tasas.
La inversión de la curva de tipos en EE UU no preocupa a los inversionistas. Según la encuesta de gestores de Bank of America Merrill Lynch (BofA) del mes de abril el 86% de los participantes no ven en este movimiento un síntoma de recesión. A finales de marzo la rentabilidad de la deuda estadounidense a tres meses pasó a pagar más que la deuda a diez años, un hecho que no sucedía desde 2007. En las últimas siete recesiones 12 meses después de que se produjera esta inversión, la economía estadounidense ha entrado en recesión.
Sin embargo, en la actualidad el escenario es bien distinto y más después de las medidas no convencionales aprobadas por los bancos centrales durante los años de crisis. En esta ocasión, la caída de las rentabilidades a largo plazo obedecen al parón efectuado por la Fed en el proceso de subida de tipos. Después de elevar las tasas en nueve ocasiones desde 2015, las actas de la pasada reunión muestran que el banco central estadounidense continúa firme en su compromiso con la estabilidad económica y está preparado para cambiar las tasas en cualquier dirección. Es decir, si la situación lo requiere podría optar por subir o bajar el precio del dinero.
El 53% de los gestores que han participado cree que la Fed está ante el fin del ciclo de la subida de los tipos. Es decir, las previsiones de la institución –las estimaciones de marzo muestran que no tocará los tipos este año- y del mercado empiezan a ajustarse. El porcentaje de gestores que cree que la Fed ha terminado su ajuste sube 15 puntos porcentuales respecto al mes de marzo. Solo el 13% de los gestores espera tasas más altas a corto plazo, el nivel más bajo desde 2012.
La cautela es la tendencia imperante entre los gestores, pero después de la avalancha de datos que muestran un debilitamiento de la economía mundial, los participantes creen que el escenario presenta sus propios claroscuros. Dos tercios de los encuestados son bajistas con las perspectivas de crecimiento e inflación de la economía global en los próximos 12 meses. Los gestores que esperan un estancamiento secular (entendido este como un estado duradero en el que la depresión económica sería la norma con episodios de pleno empleo escasos y distanciados entre sí) sube así a su nivel más alto desde octubre de 2016. A pesar de todo, solo el 6% de los participantes prevén una recesión económica mundial este año mientras que el 70% la retrasa como pronto a la segunda mitad de 2020.
Pese a las voces que hablan de desaceleración, el 17% de los gestores sobrepondera la renta variable, frente al 3% que lo hacía un mes antes. Se trata del mayor incremento desde diciembre de 2016, coincidiendo con la victoria de Donald Trump en las últimas elecciones.
En el apartado de las amenazas, la guerra comercial (20%) y la posibilidad de que este conflicto provoque una desaceleración en China (20%) vuelven a ser los riesgos de cola más citados por los gestores por décima vez en 11 meses. A esta le sigue la política monetaria (18%).
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