Rodolfo Lacy: “No solo hay que financiar el panel solar o el generador eólico, sino también la reconversión laboral”

Rodolfo Lacy
Rodolfo Lacy, director de acción climática y medio ambiente de la Ocde.

Para el director de Acción Climática y Medio Ambiente para Latinoamérica de la Ocde, todo proceso de migración a industrias más sustentables requiere de una “transición justa” y que las instituciones financieras creen instrumentos para apoyar ese cambio. A nivel global, reconoce que la guerra en Ucrania es un obstáculo para cumplir las metas ambientales.


Rodolfo Lacy lleva años vinculado al tema ambiental. En 1985 fue el coordinador del primer informe sobre el Estado del Medio Ambiente de México y años después ocupó la subsecretaría de planeación y política ambiental en ese país. Pero desde 2018 es Director del área de acción climática y Medio Ambiente de la Ocde y estará en Chile el martes próximo, invitado por Centro de Estudios Públicos, CEP, para participar en un seminario sobre los desafíos para la Conservación de la Naturaleza.

Desde su oficina en Nueva York, Lacy conversó con Pulso sobre el actual panorama de la lucha contra el cambio climático en la región y el difícil desafío de equilibrar las medidas ambientales con los costos económicos y sociales que ellas conllevan. Más aún en el actual escenario internacional, golpeado por la pandemia y la guerra en Ucrania, que ha significado un desafío adicional en materia energética. “No es que los políticos no se den cuenta de la importancia de avanzar, sino que los plazos no ayudan para estas decisiones transformativas”, dice.

¿Cuál es su evaluación del cumplimiento por parte de Chile de sus compromisos medioambientales? ¿Va por buen camino?

La continuidad progresiva del gobierno chileno en materia ambiental ha sido ejemplar en Latinoamérica, porque la constancia es tal vez lo más importante a la hora de hacer un conjunto de políticas para el medio ambiente que tienen una visión de largo plazo. De nada sirve decir “vamos a ser 0 emisiones al 2050, pero en lo que me toca de mi administración vamos en el business as usual”. Eso no sirve. Lo importante es que progresivamente nosotros vayamos siendo más capaces institucionalmente, financieramente, regulatoriamente de disminuir la contaminación, proteger la biodiversidad y, realmente, cuidar a las comunidades que son vulnerables o a las comunidades que requieren ser reconvertidas.

Workers of Codelco's Ventanas copper smelter protest against the government's and the company's decision to close the smelter in Ventanas
Trabajadores de Codelco protestan tras el anuncio de la fundición de Ventanas. REUTERS

Pero todos esos procesos implican costos y afectan a distintos grupos sociales. En Chile en estos días la decisión de cerrar la fundición de Ventanas de Codelco generó protestas de los trabajadores. Está el caso de los chalecos amarillos en Francia. ¿Cómo se logra equilibrar la necesidad de avanzar en políticas ambientales con los evidentes costos sociales que éstas generan?

Desde hace tiempo la Ocde ha establecido algunos principios de transición justa, que significa precisamente no dejar en el desamparo a los obreros que por edad o falta de capacitación no pueden migrar a industrias más sustentables, más verdes. Hay mineros, hay petroleros, hay ingenieros o trabajadores de sistemas eléctricos que con el transcurso de los años ven desaparecer su materia de trabajo y no son capaces de superar su entendimiento de la evolución de su sector. Es el caso de los chalecos amarillos, que básicamente eran campesinos que tenían vehículos a diésel y le quitaron el subsidio al diésel. Se resistieron a ese cambio sin visualizar que no era sólo para ellos, sino que era global, que los vehículos diésel no solo son altamente contaminantes, sino que las empresas que producían esos vehículos habían falseado su información y estaban dejando de producirlos. Entonces el movimiento de los gilets jaunes es una protesta de un grupo en extinción que, sin embargo logró catalizar el descontento social. Lo mismo pasa con los obreros o los sectores que se van marginando porque no son capaces de mantener su competitividad. Y ¿qué es lo que pasa con la gente en esos casos? Bueno, tienes que darle alternativas. No solamente hay que financiar el generador eólico o el panel solar, sino también la transición de esos contingentes de trabajadores, de empleados o de empresas que tienen que reconvertirse laboralmente, ya sea porque necesitan capacitación o porque requieren de la adopción de tecnología que les ayude a migrar. Se empezó a hablar de una transición justa con políticas de capacitación. Ahora estamos hablando de financiamiento para la transición y la necesidad de crear productos en las instituciones financieras, como créditos para la transición.

Todos estos son desafíos costosos en una economía que está complicada a nivel mundial. ¿En qué medida eso puede ser un obstáculo o puede retrasar el proceso?

Sí, es un obstáculo. Yo estoy ahora en Nueva York y recibimos el Financial Times y he estado recortando las noticias que me van llamando la atención y que son indicativas de lo que está pasando. Por ejemplo, en las nuevas discusiones del mercado europeo de carbono se decidió postergar las normas más estrictas que estaban ya programadas para darle espacio a las empresas europeas a soportar no el golpe de la pandemia sino el de la guerra. Europa está volviendo a abrir la exploración de campos de gas y Estados Unidos está siendo más tolerante con sus proveedores de petróleo, para poder precisamente rearmar la matriz energética de Europa, siendo ellos proveedores confiables de combustibles fósiles. Y uno dice, pero ¿por qué no dan ya el salto, por qué no lo hacen? Bueno, porque la maquinaria industrial tiene un momentum. Tú no puedes parar de golpe una máquina que tiene engranajes, que pesa toneladas, que tiene una inercia por la misma masa. El parar una máquina de golpe puede implicar que la máquina ser rompa. Entonces, para evitar eso estamos viendo que en los programas de recuperación se siguen dando subsidios o flexibilidades a las industrias contaminantes en lugar de utilizar todos esos recursos para la transformación. ¿Por qué? Por esto, porque no puedes parar de golpe una maquinaria productiva basada en combustibles fósiles cuando tienes un conflicto armado y requieres de una solución de corto plazo en cuya ecuación no están los renovables. No es que no se den cuenta los políticos de la situación, sino que los plazos no ayudan para esas decisiones transformativas.

FILE PHOTO: Steam rises from the cooling towers of the coal power plant of RWE in Niederaussem
Planta termoeléctrica de Alemania. REUTERS

¿Es posible todavía, con pandemia y guerra de por medio, cumplir los compromisos?

Hay algunos que son escépticos porque consideran que con esto ya estamos postergando demasiado las decisiones que deberíamos haber tomado o empezado a tomar. Estamos en 2022 y estalla este conflicto armado y se están pasando para el 2023 o 2024 las decisiones que tenemos que tomar en el sector petrolero. Además, se están tomando decisiones que van a encadenar una inversión futura. Por ejemplo, si empiezas a mover gas natural de Estados Unidos a Europa, cuya huella de carbono es gigantesca, no lo vas a poder retirar en diez años para cumplir la meta del 2030. Eso es lo que vemos en materia de industria energética. Si bien ya se tenía una ruta de descarbonización, esta está teniendo distorsiones. La UE está diciendo que la guerra y los problemas energéticos no son excusas para hacer back slided. Tú sabes que en el acuerdo de París tienes que ser progresivo, no puedes retroceder en tus metas. Sólo Japón retrocedió en sus metas cuando fue el caso de Fukushima, porque tuvo que apagar las nucleares y encender las carboeléctricas, pero compensó con dinero, comprando bonos de carbono. Y aquí es lo mismo. Tú me preguntas y ¿cómo lo haces? Bueno, vas a tener que usar tus reservas para balancear la huella de carbono adicional que la guerra, la pandemia y otros fenómenos están generando para cumplir con tu responsabilidad.

Ud. ha insistido en cuidar la biodiversidad. ¿Por qué es relevante no sólo ambientalmente sino también económicamente?

Por alguna razón hemos compartimentado temáticamente el medio ambiente y lo hemos segregado de las actividades productivas, como si proteger un árbol no implicara hablar de silvicultura. Son actividades productivas las que están asociadas a la biodiversidad, pero hemos separado en nuestra mente y también en la gobernanza del recurso las acciones de conservación y protección de las acciones productivas. Desde hace varias COP se habla de hacer el mainstreaming de biodiversidad, especialmente en el campo agrícola, porque la biodiversidad es el recurso básico que da sustento a estas actividades. Normalmente decimos, bueno yo soy agricultor y cualquier política de biodiversidad me limita la expansión de mi superficie agrícola. Pero no, debe ser al revés. Precisamente para conservar la riqueza genética del recurso que yo manejo tienes que llevarte bien con la diversidad. Si no lo haces generas monocultivos y terminas genéticamente con el recurso. Por eso, desde hace tres o cuatro COP vienen participando los sectores productivos y eso ha cambiado el espectro temático.

Agricola Garces
Cuidar la biodiversidad es clave para cuidar la inversión, dice Rodolfo Lacy. Andres Perez"

El mayor problema de ese proceso sigue siendo el costo. ¿Cómo se equilibra eso?

Te voy a repetir una frase de mi padrino, que decía “si el negocio da, pues hay que invertir”. Si tus negocios productivos, agrícolos, silvícolas dan tienes que invertirle a la biodiversidad. No es que le vayas a invertir a bodegas más modernas y digitales, tienes que invertirle al ecosistema que te permite tener una vid, a la fuente de agua que permite que esa vid crezca, o que la uva tenga los componentes de azúcares que a ti te sirven para producir vino. Ese es el ecosistema que debes administrar y ya no es gratis. A eso le debes invertir. Si lo ves desde ese punto de vista no te cuesta trabajo invertir en algo que te va a permitir mantener el negocio. Se está hablando de que aquí al 2030 se tienen que conseguir US$ 700 mil millones en financiamiento para la biodiversidad. Ese es un lado de la moneda, pero el otro lado, es que se tienen que eliminar US$ 500 mil millones de subsidios dañinos a la biodiversidad, como, por ejemplo, financiar la deforestación o financiar la tala de bosques para ampliar tierras ganaderas, o subsidios a las actividades ganaderas.

Pero eso va a generar protestas de los sectores que inevitablemente serán afectados. ¿Cree que estamos frente a años difíciles?

La pregunta no solo es pertinente sino es la pregunta que en forma muy simplificada se hacen los políticos. Aquí es donde viene el replanteamiento que tenemos que hacer los que nos dedicamos al tema ambiental: la economía no está peleada con la protección y el manejo sustentable del recurso. Lo que tenemos que hacer es encontrar los puntos de confluencia en la transición, pero también las oportunidades de negocio que te permitirán mantener tu negocio o tener incluso negocios más rentables. Hoy en Europa y aquí en Estados Unidos, los productos orgánicos son los más caros que hay, pero la gente está dispuesta a pagar. Hay que plantearlo en esa forma.

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