Santander ve con optimismo la economía latinoamericana
Pese a ello, México y Brasil, en medio de complejos procesos electorales, y la guerra comercial a nivel global, instalan una dosis de incertidumbre.
Los economistas jefes de las cuatro principales operaciones del Grupo Santander en Latinoamérica y la propia casa matriz evalúan con optimismo el presente y futuro de la región, particularmente en materia de crecimiento, inversión y convergencia de la inflación.
En un encuentro realizado en la capital del Reino Unido, Alejandra Kindelán, directora del Servicio de Estudios y Public Policy del grupo financiero, hizo un barrido de la coyuntura económica mundial y entregó un favorable panorama para América Latina. Se refirió al escenario de volatilidad, pero aseguró que hay buenos datos en materia de inversión, con inflaciones bajas y controladas. "Este año alcanzaremos el máximo del ciclo y eso es una buena noticia como punto de partida. El impacto del proteccionismo aun es bajo, pero veremos qué pasa con el clima inversor y la confianza", advirtió.
La economista destacó a México y Argentina, especialmente en materia de reformas, pero también alertó sobre los procesos electorales.
Sergio Galván, economista jefe de Santander Río en Argentina, afirmó que en su país nadie discute la necesidad de una convergencia fiscal y de integrarse al mundo otra vez, pero en medio de un récord de gasto público y con necesidades urgentes de bajar la inflación y de un ajuste de las tarifas de los servicios públicos. Galván cree que esta vez puede ser distinto para Argentina. Aseguró que el tipo de cambio flexible es positivo, los indicadores macroeconómicos empiezan a ser sanos, con siete trimestres de crecimiento positivos y con el comercio como uno de los motores.
Mauricio Molán, economista jefe de Santander Brasil, señaló que la debilidad de la situación fiscal interna es el mayor desafío. Por eso las próximas elecciones son tan importantes, donde las reformas previsional y administrativa jugarán un rol determinante. Molán dijo que el exceso de deuda pública pone una presión que está asfixiando al país y que sólo comenzará a caer a partir de 2024.
Respecto a México, Rodrigo Brand, economista jefe de la entidad en ese mercado, afirmó que las expectativas en materia inflacionaria la sitúan en los próximos 24 meses sobre el 3%. "La deuda pública ha mostrado razonables niveles de reducción. El déficit de cuenta corriente debería terminar el año con un índice de dos puntos del PIB, lo que es compensado por las remezas de dinero que llegan desde el exterior", sostuvo. Brand afirmó que el contexto actual es complicado por los riesgos de corto plazo de las políticas proteccionistas de EEUU -particularmente de la revisión del Nafta-, y el proceso electoral en el horizonte.
Chile no fue la excepción
Según Claudio Soto, economista jefe del Santander en Chile, el entorno y el escenario externo siguen siendo favorables, gracias a la mejora en los términos de intercambio a partir de mediados de 2017. "Las cifras han mejorado en los últimos trimestres. La inversión volvió a crecer y el consumo también se recupera. Pero también hay factores locales, especialmente la recuperación de la confianza". En el mercado del trabajo también ve una recuperación, aunque con una tasa de desempleo medianamente elevada, empujada por la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral y el fenómeno migratorio. El economista aseveró que las dificultades para el despegue de la inversión siguen impactadas por la "permisología", fenómeno que ha aumentado en los últimos años, especialmente por las trabas de algunas comunidades a la actividad productiva.
La depreciación del peso no lo ve como algo relevante, pese a las oscilaciones de los últimos días. Reiteró que el ciclo de política monetaria expansiva está llegando a su fin en medio de una depreciación del tipo de cambio y de un alza del precio de petróleo. ¿Riesgos? Empeoramiento del escenario mundial, por la una guerra comercial que parece escalar y del impacto de las tensiones financieras. En lo interno, la dificultad para reactivar los grandes proyectos de inversión.
En materia de desafíos aseguró que Chile tiene dos grandes tareas: elevar la productividad y modernizar el Estado. (JPL)
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