Transformación tecnológica: de un obstáculo a una oportunidad

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El impacto de los avances tecnológicos en la estructura de la economía y el mercado laboral es un tema trascendental para el país. Por ejemplo, según un informe de la OCDE, el 55% de los puestos de trabajo en el país podrían ser reemplazados en el mediano plazo por la automatización, cifra superior a la media de 48% de los países de dicho grupo.

La transformación tecnológica que estamos viviendo tiene varias aristas. Una de ellas es la automatización y la robótica. De acuerdo a un estudio de McKinsey, las actividades realizadas en entornos predecibles son las más susceptibles de ser automatizadas. Las tecnologías de automatización deben ser aprovechadas por el sector privado, especialmente en ramas como el comercio, la manufactura y la construcción, pues su adopción permitiría aumentar la productividad del país.

La incorporación de tecnologías de automatización debe ir acompañada de políticas públicas que apoyen la transformación del capital humano. Aquí se destaca la necesidad de programas de educación temprana basados en las habilidades que requerirán los jóvenes para sacar el máximo provecho a las nuevas tecnologías (programación, robótica, etc.), y en la capacidad de "aprender a aprender". Además, los programas de capacitación deberán diseñarse para que el trabajador pueda adaptarse a los constantes cambios que conlleva la automatización.

Otra arista es la economía digital. Hoy en el mundo las empresas y las administraciones públicas se están volcando a lo digital para estimular el crecimiento económico y ofrecer más valor a sus productos y servicios, respectivamente. En el caso de Chile, un gran número de empresas podrían explotar esta transformación para llegar a un mayor número de clientes y expandir así sus mercados. Esto, sin duda, generará dinamismo en la economía. Ahora bien, esto debe ser complementado con un esfuerzo de parte del gobierno enfocado en el diseño e implementación de políticas públicas orientadas principalmente a la nivelación de la cancha tributaria entre agentes económicos y a la ciberseguridad.

En la economía digital Chile tiene un amplio espacio de desarrollo. Esta representa actualmente el 3% del PIB de Chile, cifra inferior al 5% promedio que esta representa en los países de la OCDE. En Corea, Japón e Irlanda, por ejemplo, la economía digital representa más del 8% del PIB. En materia de infraestructura de conectividad digital, el país ha mostrado grandes avances, pero aún persisten carencias importantes.

Los impactos de los avances tecnológicos en el país demandan un actuar urgente. Esta revolución tecnológica de la economía debe ser liderada de manera conjunta tanto por el sector privado, mediante el aprovechamiento de las tecnologías de información y comunicaciones (TIC), como por el sector público, a través del diseño e implementación de políticas adecuadas. Si además logramos ampliar la mirada, a una en que los avances tecnológicos vayan de la mano con una adaptación del capital humano, Chile puede transformar la preocupación por esta revolución en una oportunidad y en un desafío para acortar la distancia con los países que hoy llevan la delantera.

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