Unab: Economía chilena recibió impacto de factores internacionales en noviembre
“Dado el contexto internacional inestable, es crucial que el gobierno implemente medidas que no solo refuercen la economía interna, sino que también permitan dar una respuesta ágil frente a la volatilidad externa", señalaron desde el Instituto Unab de Políticas Públicas.
El informe del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, la economía chilena se enfrentó en noviembre a un escenario más desafiante que en los meses anteriores, viendo un ligero deterioro frente a octubre, evidenciando que aún no ha logrado repuntar.
Desde el instituto señalan que se observó un “fuerte impacto de factores internacionales y nacionales, destacando la ausencia de crecimiento económico (variación IMACEC de 0%) y una marcada depreciación del peso frente al dólar, derivada del proceso electoral en Estados Unidos y la insuficiencia de estímulos económicos anunciados en China”, precisaron.
El subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, expresó que “dado el contexto internacional inestable, es crucial que el gobierno implemente medidas que no sólo refuercen la economía interna, sino que también permitan dar una respuesta ágil frente a la volatilidad externa y que nos prepararen para reaccionar adecuadamente ante los cambios que puedan surgir desde afuera, especialmente desde EE.UU. y China”.
Además proyectó que “la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales en ese país, junto con la debilidad de los estímulos en el país asiático podría afectar la demanda de cobre y otras exportaciones clave para Chile. Por eso, la adopción de políticas fiscales y monetarias flexibles será fundamental para mitigar los efectos de los posibles desequilibrios globales y asegurar un crecimiento económico sostenido en un entorno global incierto.”
Durante el penúltimo mes del año el Barómetro de la Economía chilena que evalúa el desempeño mes a mes de una serie de variables económicas, ubicándolas entre cuatro cuadrantes en un plano: bien y mejorando, bien pero empeorando, mal pero mejorando y mal y empeorando. En noviembre el Índice Económico Ipp Unab se ubicó nuevamente en el área “bien y mejorando”.
Esto debido a que el 37,3% de las variables se posicionaron en este cuadrante, es decir, 8 del total, una más que en el mes pasado. Estas corresponden a las remuneraciones reales, los deudores morosos, la confianza de los consumidores, el precio del cobre, la creación de empleos, las exportaciones, el riesgo país (spread soberano), la tasa promedio de créditos de consumo y la tasa de informalidad laboral.
El cuadrante “bien, pero empeorando” concentró el 25% de las variables, el mismo número que en la medición anterior, considerando: la inflación, la deuda neta del gobierno central, la incertidumbre económica, la participación laboral, el IPSA y la participación laboral femenina. En tanto el sector “mal pero mejorando” tuvo un menor número de indicadores que los otros cuadrantes con sólo el 12,5% del total: tasa de créditos hipotecarios, la confianza empresarial y el índice de avisos laborales de internet.
Finalmente, en el cuadrante más negativo, “mal y empeorando”, se posicionaron un cuarto de las variables (25%), las cuales corresponden a el desempleo, el Imacec, el dólar, el saldo de cuentas corrientes y depósito a plazo, la inversión extranjera directa y la tasa de ocupación.
¿Qué mejora y qué empeora?
El barómetro de la economía divide las variables también entre tres subíndices. El primero de estos es el subíndice de expectativas que de las variables que considera este, cuatro tuvieron cambios de cuadrantes, dos negativos y dos positivos. Los positivos fueron la confianza de los consumidores que pasó de “mal y empeorando” directamente al mejor de los cuadrantes, “bien y mejorando”. Por su parte, el spread soberano (riesgo país) pasó de “bien pero empeorando” a “bien y mejorando”. Ambos cambios negativos registrados en noviembre en el subíndice fueron desde “bien y mejorando” a “bien pero empeorando”, que fueron la incertidumbre económica y el IPSA.
“La única variable que empuja hacia un estado general negativo corresponde a la confianza empresarial, mientras que el spread soberano y la incertidumbre económica son los más positivos”, precisó el estudio de la Unab. Con esto las expectativas se mantienen en “bien y mejorando”.
El segundo subíndice corresponde a la situación macroeconómica que tuvo sólo un cambio de cuadrante en sus variables y fue del Imacec que pasó de “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”. Este, junto al valor del dólar son los que impulsan con mayor fuerza a hacia el área negativa del plano, posicionando al subíndice de situación macroeconómica en el cuadrante “mal y empeorando”.
Finalmente en el subíndice de la situación de los consumidores se concentraron el mayor número de cambios con tres positivos y dos negativos, cinco en total. Entre los positivos está el caso de la creación de empleos que pasaron de “bien pero empeorando” a “bien y mejorando”, al igual que la tasa promedio de créditos de consumo. El índice de avisos laborales de internet, por su parte, pasó de “mal y empeorando” a “mal y mejorando”.
En los cambios negativos del subíndice se encuentra la inflación que pasó de “bien y mejorando” a “bien pero empeorando”, y el saldo de las cuentas corrientes y depósitos a plazo que pasaron de “mal pero mejorando” a “mal y empeorando”.
“Dentro de este subíndice, las variables en un estado más negativo corresponden a los avisos laborales de internet y el saldo en cuentas corrientes y depósitos a plazo. Por el contrario, las que empujan hacia un estado positivo corresponden a las remuneraciones reales y la tasa de créditos de consumo promedio”, explica la Unab. Sumando y restando, el subíndice de situación de los consumidores se posicionó en el cuadrante “Bien y mejorando”.
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