Un reajuste de salario razonable

Esta semana, además de la sorpresiva elección en Estados Unidos, ocurrió a nivel local un hecho que llamó la atención. Por primera vez desde el regreso a la democracia, el Parlamento rechazó el reajuste salarial del sector público. Ni siquiera el bloque oficialista logró aunar los votos necesarios. ¿La razón? Que el alza de 3,2% propuesta por el Ministerio de Hacienda es demasiado mezquina. Esto provocó un sismo en la Nueva Mayoría, el que prolonga sus efectos, y la enajenación de los líderes sindicales, quienes además de insultar al ministro Rodrigo Valdés están pidiendo la salida del secretario de Estado.

Más allá de si hubo o no un error táctico por el momento en que se presentó el proyecto de reajuste, lo cierto es que, en esta oportunidad, la propuesta del ministro de Hacienda es razonable para mantener la cordura fiscal en un contexto de crecimiento bajo, menor precio del cobre e incertidumbre global.

Un factor relevante a considerar en esta discusión, y del cual se habla poco, es que hay claras señales respecto de que los trabajadores del área pública han estado poniéndose al día en materia de salarios. Según datos de la Dipres, el aumento de los sueldos del sector público es 20% superior al del rubro privado desde 2005. Además, la deuda hospitalaria se explica, principalmente, por un sobregasto en personal.