Alcalde de La Reina niega daño patrimonial a estanques de Benjamín Vicuña Mackenna en la comuna
José Manuel Palacios sostiene que las ruinas de los estanques, hechos por el intendente de Santiago entre 1872 y 1875, están siendo preservadas, negando su destrucción, como acusa la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.
Casi descoconocidos parala mayoría de los habitantes de La Reina, la comuna alberga unas centenarias piscinas o estanques construidas hace 150 años.
El creador e impulsor de esos estanques fue Benjamín Vicuña Mackenna, intendente de Santiago entre 1872 y 1875, quien proyectó durante su gestión diversas obras públicas, entre ellas la modernización del agua potable.
Las piscinas, ubicadas en Príncipe de Gales N° 7362, comuna de la Reina, a las que se accede por el sur por el pasaje príncipe de Gales que lo colinda y por el norte por Poeta Ángel Cruchaga) se encuentra en medio de una polémica, ya que la Sociedad Chilena de Historia y Geografía acusa que las ruinas de las antiguas piscinas están siendo destruidas para construir canchas de pádel en un terreno que la municipalidad compró a Aguas Andinas.
Juan Crocco, integrante de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, explica que “Benjamín Vicuña Mackenna tuvo activa participación en lo referente a fuentes de agua potable para Santiago desde las cabeceras del río Maipo, siendo intendente de Santiago a principios de la década de 1870, pero eso fue después de la construcción de esta planta entre 1861 y 1865, que es una muestra de la ingeniería hidráulica de mediados del siglo XIX”.
Crocco argumenta que “lamentablemente se han iniciado obras que afectan estas instalaciones. Hay que tener presente que por el solo ministerio de la ley, los sitios arqueológicos son monumentos nacionales, y quedan bajo protección del Estado. Dicho cuerpo legal incluye también las ruinas, cuestión que corresponde como categoría al estanque que está siendo intervenido”.
Sin embargo, José Manuel Palacios, alcalde de La Reina, y quien también es arquitecto, desmiente dichas acusaciones, señalando que sucede justamente lo contrario. “Cuando nosotros llegamos a ese estanque, estaba absolutamente vandalizado. El parque lo compramos porque los vecinos alegaban mucho, porque se metía gente a hacer fiestas, drogarse, se cometían delitos. Y como estaba este estanque, había que tomar una decisión, y decidimos recuperarlo, restaurarlo. Le hemos ido retirando un estuco que tenía, que no correspondía a la estructura original (que era de piedra), con asesoría de expertos”.
“La base se encontraba totalmente erosionada por una capa vegetal, tenía arbustos que salían entremedio del pavimento, ya que llevaba mucho tiempo abandonada. Y sobre esta base de ladrillos, Emos había puesto una loza con el objetivo de impermeabilizarlo”, añade.
El edil sostiene que se encuentran trabajando en un proyecto que incluye rescatarlas. “Los que estamos desarrollando a través de las canchas de pádel, es un proceso participativo en el parque, pretendemos desarrollar un modelo de gestión que nos permita darle la mantención, seguridad e ir recuperando las áreas verdes. Una vez que termine este proceso, haremos un concurso público, donde los mismo vecinos votarán”.
Nos llama la atención de que la Sociedad Chilena de Historia no se haya preocupado de un lugar así antes. “¿Por qué no llegaron en el momento oportuno para exigirle a Aguas Andinas que hiciera los cambios necesarios? Ahora cuando nosotros estamos en un proceso de recuperación aparecen a cuestionarlo. Son harto frescos”, acusa.
Palacios sostiene que las canchas de pádel no afectan en absolutamente nada a los estanques de Vicuña Mackenna, ya que son provisorias, y “nos permite darle curso a una plataforma de 100x30 metros de superficie, para mantener en el tiempo este espacio histórico. Las ruinas no se verán afectadas, al revés, sacaremos su potencial y las recuperaremos. Generaremos un recorrido inclusivo, hoy no se puede hacer. Estaría operativo en un par de meses, con las canchas incluidas. Esto no es tan extraño, ya que el parque original tenía objetivos deportivos”, establece.
Es muy importante que las personas conozcan las virtudes de este parque, “y creo que en torno a una actividad deportiva es muy interesante ver esas virtudes. Es mejor a través del deporte, porque un museo, por ejemplo, no generaría el flujo que esperamos. La idea es mostrar sus atributos, y después así, proponer un modelo definitivo, para lucir sus características históricas”, finaliza.
Las desconocidas piscinas hechas por Benjamín Vicuña Mackenna hace 150 años
Los estanques de La Reina se deben a la iniciativa de don Manuel Valdés Vigil a fines de la década de 1850, explica Crocco, “quien después fue diputado e intendente De Santiago. El proyecto prosperó debido al apoyo del intendente de la época, don Francisco Bascuñán Guerrero. Las obras se iniciaron en 1861 y entraron en producción en 1865″.
Durante el período como intendente de Francisco Bascuñan Guerrero ocurrió en incendio de la Iglesia de la Compañía, donde murieron unas 2.000 personas. El intendente participó activamente en la creación del cuerpo de bomberos de Santiago.
“Ambos están prácticamente olvidados, pero es evidente que sus actividades contribuyeron a mejorar la calidad de vida de los habitantes de Santiago. Particularmente por disponer de agua potable de calidad, con el impacto benéfico que esto tiene en la salud pública. De allí la importancia de preservar estas estructuras y ponerlas en valor para el disfrute de los vecinos de La Reina y Santiago”, revela Crocco.
En esas instalaciones se puede hacer algo similar al Parque Bicentenario, cree el integrante de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, “que se construyó sobre los antiguos Manantiales de Vitacura, que proveían de agua a Santiago a fines del siglo XIX después de la entrada en producción de esta planta”.
Es decir, “se puede hacer un parque que tenga un acento en el agua y que contribuya a la educación sobre su uso eficiente, tarea que irá tomado cada vez mayor importancia, dado el impacto del cambio climático, que en nuestro país se traduce en la megasequia que nos afecta, y que puede colocar a la Municipalidad de La Reina en una posición de liderazgo en estas materias”, agrega.
Las desconocidas piscinas de Santiago
Crocco continúa señalando que la comunidad valora profundamente las gestiones realizadas por la alcaldía de adquirir el predio y de comenzar un proceso de consulta sobre cuáles serán las características que tendrá el parque. “Sin embargo, también han manifestado su preocupación en proteger el patrimonio de la comuna, como queda de manifiesto en las gestiones que se iniciaron en octubre de 2022 en el Consejo de Monumentos para declarar los estanques como Monumento Nacional, mucho antes que la municipalidad se adjudicara el predio en la licitación que realizó Aguas Andinas a principios de este año”.
El problema se suscita porque en el período destinado a consultas ciudadanas, concurso de arquitectura y construcción del parque, que durará unos tres años, “el municipio de La Reina ha decidido abrir el parque a la comunidad con estructuras que en teoría son provisorias, entre ellas unas canchas de paddle en el estanque rectangular. Esta intervención ha provocado daños irreparables a una estructura que corresponde a la categoría de ruina (desde la alcaldía dicen lo contrario), que es considerada sitio arqueológico, y por tanto, es monumento nacional por el solo ministerio de la ley, quedando bajo protección del Estado, según indica la Ley de Monumentos Nacionales. Esto implica que se deben paralizar las obras y el Municipio deberá diseñar un plan para poner en valor la estructura para el disfrute de la comunidad, preservando su carácter patrimonial”, agrega.
Crocco acusa que el uso que se está dando al espacio en este período provisorio está generando inconvenientes a los vecinos que viven en sectores aledaños, “tanto por el ruido como la gran cantidad de público que esto ha significado al haberse publicitado un parque de diversiones gratuito para toda la ciudad”.
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