Científicos encuentran el secreto de la “inmunidad” para vivir hasta los 100 años

vejez tercera edad

Los investigadores creen que su estudio puede servir para desarrollar terapias contra el envejecimiento saludable.


Si una persona nacía en 1900, su esperanza de vida no sobrepasaba los 33 años. Si nació en 2023, sus expectativas superan los 73 años y se espera que siga aumentando hasta los 77,1 años en 2050.

En Chile la esperanza de vida al nacer también se ha triplicado. En 1900 se estimaba en 23,6 años para las mujeres y 23,5 años para los hombres y para el periodo 2015-2020 es de 82,1 mujeres y 77,3 para los hombres, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

También aumentó el número de personas que tienen 100 años o más, llamados centenarios. La División de Población de la ONU estima que en 2021 vivían en el mundo más de 621.000 personas de al menos 100 años. Se espera que ese número supere el millón para finales de esta década, y se prevé que ese número aumente a 3,7 millones en 2050.

Pero algo que aún se desconoce es, qué permite a algunas personas vivir hasta los 100 años, mientras que otras no.

Un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Lancet eBioMedicine, y dirigido por investigadores del Centro Médico Tufts y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, Estados Unidos, descubrió que los centenarios poseen una composición y una actividad celular inmunitaria únicas, lo que les da un sistema inmunitario altamente funcional y les permite vivir más tiempo.

Una inmunidad de “élite”

Los investigadores decidieron estudiar el sistema inmunitario de los centenarios porque con la edad se producen cambios en el sistema inmunitario, incluso en su función y composición celular, y estos cambios pueden provocar enfermedades relacionadas con el envejecimiento, explicó la Dra. Tanya Karagiannis, bioinformática sénior del Centro de Métodos Cuantitativos y Ciencia de Datos del Instituto de Investigación Clínica y Estudios de Política Sanitaria del Centro Médico Tufts, y autora principal del estudio.

“Muchos centenarios experimentan retrasos en la aparición de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, lo que sugiere la presencia de una inmunidad de élite que sigue siendo altamente funcional incluso en la vejez extrema”, señaló Karagiannis a Medical News Today.

Para este estudio, los investigadores realizaron secuenciación unicelular en una categoría de células inmunitarias denominadas células mononucleares de sangre periférica (PBMC) a partir de muestras de sangre tomadas de siete centenarios inscritos en el New England Centenarian Study (el estudio más grande y completo sobre centenarios y sus familias en el mundo).

Tercera Edad - Foto referencial
Tercera Edad - Foto referencial

Aplicaron nuevos nuevos métodos computacionales para analizar las células inmunitarias que circulan por el sistema inmunitario a lo largo de la vida humana, y observaron las diferencias en la presencia de tipos específicos de esta células en edades más tempranas y en la vejez extrema, “y descubrimos cambios específicos de los tipos celulares en el envejecimiento y la vejez extrema”, explicó la bioinformática senior.

Asimismo, estudiaron las diferencias en la expresión génica a través de las edades para descubrir diferentes patrones de expresión génica de la longevidad extrema que cambian con la edad, pero que también son exclusivos de la vejez extrema.

Tipos celulares únicos para vivir 100 años

Tras el análisis, los investigadores confirmaron las observaciones realizadas en estudios anteriores sobre el envejecimiento, que identificaban cambios transcripcionales y de composición específicos de cada tipo celular que sólo se daban en los centenarios y que reflejaban una respuesta inmunitaria normal.

También, descubrieron que las personas de 100 años o más, tenían firmas de tipo celular específicas de una longevidad excepcional, tanto en genes con cambios relacionados con la edad como en genes expresados de forma única en centenarios.

Lo que les sorprendió fueron los distintos patrones de envejecimiento que identificaron, incluidos genes específicos del envejecimiento en los que los niveles de expresión cambiaban con la edad, pero no en la longevidad extrema en diversas poblaciones celulares.

“Nuestros hallazgos pueden sentar las bases para explorar posibles impulsores de la vejez extrema que podrían conducir al descubrimiento de terapias para un envejecimiento saludable” añadió la autora.

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Envejecer sanamente en Chile para llegar a los 100 años

El Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO), busca aportar conocimiento que promueva una vejez saludable y es por eso que está realizando la investigación “Healthy Brain Aging” (GHEBA), un trabajo que tiene como particularidad estudiar e identificar a las personas que tienen un envejecimiento sano, para aprender sobre ellas y sus cerebros.

“Hasta ahora se han hecho estudios en personas que tienen algún tipo de enfermedad neurodegenerativa. Es por eso que queremos buscar personas sanas y destacar en ellos cuáles son las características y factores que explican por qué sí envejecen bien, señaló Evelyn Tabilo, Coordinadora de los proyectos de investigación “Healthy Brain Aging” (GHEBA) y “SuperAgers” y coordinadora del equipo clínico de GERO.

En este nuevo estudio se busca determinar si la buena vejez se debe a los recursos económicos, al acceso a la escolaridad, a aspectos de enfrentamiento al estrés, o a aspectos genéticos, “que explicarían, por ejemplo, que exista un plasma sanguíneo asociado a la neurodegeneración y al envejecimiento, o bien, que derive de otros factores relacionados a comorbilidades”, agregó Tabilo.

Para este estudio se busca justamente a los “SuperAgers”, personas mayores a 70 años que sean funcionalmente activas y mantengan sus capacidades cognitivas. Es decir, que tengan una memoria conservada, sin problemas de lenguaje y que puedan desenvolverse en su día a día sin dificultad alguna.

Los resultados permitirán comprender cómo es el fenotipo y qué características tiene esta población en relación a nueve dominios: factor psicosocial; respuestas frente ante problemas o estrés; aspectos sociodemográficos; aspectos funcionales; aspectos cognitivos, neuropsiquiátricos y motores; comorbilidades; imágenes de resonancia magnética; genética; y también a través de biomarcadores de plasma sanguíneo de neurodegeneración y envejecimiento.

“También queremos entregar a la comunidad el secreto del envejecimiento saludable, que ya sabemos que es tener una participación social activa, un enfrentamiento hacia los problemas de forma resiliente, alimentación sana, tipo de actividades que uno realiza día a día, y por último, también poner sobre la mesa que Chile es un país envejecido actualmente y que debemos hacernos cargo y traspasar acciones para las generaciones que vienen”, explicó la terapeuta ocupacional.

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