Este sábado cambia la hora: los efectos de la modificación en medio de la crisis de coronavirus
Este sábado a las 00:00 ingresaremos, como es habitual, al horario de invierno. Debido a la situación actual que vivimos, puede resultar un cambio con ciertas diferencias en relación a años anteriores.
Este sábado 4 de abril, cuando sean las 00:00, todos los relojes del país deben retrocederse una hora, dando inicio oficial al horario de invierno. La medida se extenderá hasta septiembre, cuando vuelva el horario de verano.
Si bien esto ocurre todos los años, y generalmente no produce mucha sorpresa, este año el paso de horario de verano a invierno se da en un contexto muy poco habitual. En medio de una crisis sanitaria mundial, provocada por el coronavirus, los chilenos han tenido que modificar súbitamente sus hábitos y rutinas, debido a toque de queda y cuarentena. Esta última es obligatoria durante todo el día en siete comunas del país.
Estas medidas han significado cambios de toda índole, desde cómo dormimos hasta la manera de ejercitarnos, y cómo sociabilizamos. El cambio de horario puede significar nuevas adaptaciones, las que incluso pueden durar hasta tres días, incluyendo molestias físicas.
Evelyn Benavides, neuróloga especialista en Medicina del Sueño de Clínica Universidad de los Andes, señala que el cambio de horario nos afectará, “más que nunca en condiciones de mayor aislamiento social, incertidumbre y aumento de información. Esta modificación hará que exista más luz matinal y menos en la tarde, por lo cual en algunas personas podrían resentirse los horarios de sueño y vigilia, sobre todo los primeros días".
"En la mayoría de las personas, los síntomas de desajuste del horario durarán de dos a tres días, y se manifiestan con molestias abdominales, baja de ánimo y cambio en el apetito, pero es importante mantener una rutina de hábitos”, añade Benavides.
Pero el doctor John Ewer, investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, explica que retrasar la hora en 60 minutos no representará mayor problema para la población. “El cambio de horario que viene es bueno, porque nos acerca más al huso horario que nos corresponde como país. Con este cambio habrá luz más temprano y como el sol es la fuente de luz más fuerte a la cual estamos expuestos, estaremos biológicamente despiertos también más temprano".
Ewer incluso que esta nueva relación entre luz y depresión, podría reducir los niveles de estrés que experimentan algunas personas confinadas en sus casas, estrés que en algunos casos están asociados a la depresión. Por lo tanto, todo lo que contribuya a reducir la posibilidad de depresión sería bienvenido.
El científico explica que la luz tiene dos efectos. En primer lugar, disminuye la depresión. “En el caso de pacientes que padecen de depresión estacional, el tratamiento que se les aplica es dosis de luz en la mañana". No obstante, Ewer advierte que el tipo de luz a que estemos expuestos podría causar efectos negativos a la salud. Por ejemplo “mirar por mucho tiempo los celulares y la televisión en la noche durante esta época hace más difícil dormirse", señala.
Sin embargo, "es especialmente crítico para niños y adolescentes, porque ellos, por su edad, se despiertan biológicamente entre una hora y media a dos horas más tarde que los adultos”, advierte Ewer.
Consejos para adaptarse al cambio
Frente a este nuevo horario, “lo ideal es llevar una rutina de actividades lo más organizada posible, intentando tomar desayuno antes de las 9.00. Además, hacer alguna actividad física matinal, en la medida que se pueda, limitar el uso de pantallas en el día y más aún en la noche, tener rutinas de aseo personal, evitando estar en pijama en el día”, explica neuróloga de Cínica Universidad de los Andes.
Es importante evitar la automedicación de pastillas para dormir, comer sano y disminuir en lo posible al mínimo el consumo de alcohol, más aún en la noche, ya que interfiere con los ciclos normales de sueño, explica Benavides.
“En las personas con problemas previos para dormir, como los adultos mayores y los niños pequeños, hay que estar más atentos a los cambios de horarios, ya que les cuesta más realizar estos ajustes en sus rutinas y les toma más tiempo acostumbrarse a las mañanas más claras y las tardes más oscuras”, añade.
La modificación, que está descrita en el Decreto Supremo nº 1286 del 23 de noviembre de 2018, se aplica en todo el territorio nacional con excepción de la Región de Magallanes y la Antártica chilena, zonas que tienen un horario único y cuyos habitantes no deben modificar la hora. En Chile insular, es decir Rapa Nui e Isla Salas y Gómez, la modificación se realiza a las 22.00 horas del mismo sábado.
Por otra parte, el coronavirus ha provocado un aumento importante del teletrabajo o home office, lo que va de la mano con el trabajo remoto a través de dispositivos electrónicos. Es por eso que fundamental seguir algunos consejos, para evitar que se desprogramen y así sigan funcionando de buena manera.
En el caso de dispositivos electrónicos como smartphones, tablets, computadores y otros artículos inteligentes que se programen, es importante actualizar el horario de forma manual, para ello hay que ir al menú de fecha y hora, en el segmento de configuración del equipo y seleccionar manualmente la zona horaria UTC-4 (Chile continental) y UTC-6 (Chile insular).
Si el calendario del dispositivo electrónico está asociado al servicio de correo, verificar que la agenda esté con el horario correcto y no el antiguo, además agregar en el cuerpo de las invitaciones a videoconferencia la hora en que se realizarán.
También incorporar los parches que provean los fabricantes de los sistemas operativos de cada equipo y evitar la instalación de programas o aplicaciones que ofrezcan hacer este cambio de forma automática, en particular si no conoce el origen, explican en CenturyLink.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.