La paciente con Covid-19 que fue desconectada del ventilador mecánico y “regreso a la vida” contra todo pronóstico
Mujer de 62 años estuvo conectada a respiración mecánica por más de dos semanas. Cuando la mujer fue desconectada, milagrosamente logró sobrevivir.
El coronavirus y particularmente este año (2020), no deja de sorprendernos. Para bien y para mal. En este caso, es una historia positiva, ocurrida en el Hospital Saline Memorial en Benton, Arkansas (EE.UU.).
Rhonda Withem (62 años) es la protagonista. Su familia, estaba lista para despedirse luego de tomar la difícil decisión de desconectarla de un ventilador mecánico, el que le había permitido permanecer por más de dos semanas con vida en su lucha contra el Covid-19.
El pronóstico de los médicos era lapidario, solo viviría unas pocas horas luego de desconectarla. El proceso fue llevado a cabo bajo la atenta mirada de los familiares de Rhonda.
La sorpresa e impresión fue total. Contra todo pronóstico, al momento de retirar el ventilador, la paciente comenzó a “cobrar vida”, relató su hija Nicole a CNN. “Cuando sacaron todo, ella comenzó a despertarse y levantó la mano para saludarnos. Incluso trató de sonreír”, añadió.
Lo sucedido fue un milagro, pero la familia y el cuerpo médico, aún no sabían si lo lograría definitivamente. Pero lo que había comenzado bien, mejoró aún más. La paciente siguió fortaleciéndose y durante los siguientes días, pasó de la UCI del hospital a una pieza normal para pacientes con Covid-19.
Medidas de apoyo, mientras el organismo se defiende
Ignacio Silva, infectólogo y académico de Dirección de Postgrados Facimed de la Universidad de Santiago, explica que las medidas de soporte que se utilizan en la Unidad de Cuidados Intensivos, como algunos fármacos o ventilación mecánica son solamente un apoyo mientras el propio organismo se defiende de una neumonía por Covid-19.
Entonces, “muchas veces cuando suspendemos (porque creemos que este soporte ya no está siendo útil) estas medidas de apoyo, en la gran mayoría de los casos el desenlace no es bueno y ocurre el fallecimiento. Pero, hay un porcentaje de casos en los que el organismo si es capaz de defenderse de estas injurias sin este tipo de soporte”, señala Silva.
Si bien en un principio se mostró un poco confundida debida a la situación, sumado a que estuvo sedada durante un tiempo extenso, poco a poco recuperó sus funciones. Incluso se comunicó con sus hijas y nietos a través de videollamada.
Días después, era el cumpleaños de otra de sus hijas, Goshien. Durante la jornada, ambas se pudieron ver e incluso darse un abrazo. La paciente ya se encontraba en una pieza de rehabilitación. “Fui la primera en ir a verla, así que fue un buen regalo de cumpleaños para mí”, dijo la hija.
Silva establece que la situación no es rara, tampoco extremadamente frecuente. “No es poco común que cuando suspendemos los soportes y pensemos en que ya no hay probabilidades de mejorías, sea el sistema inmune, organismo o defensas propias del paciente que logren que combata la enfermedad y salir adelante. Este caso, quizás sea simbólico, pero es algo que sí se puede dar en algunos pacientes en los que se le suspende las medidas de apoyo que mencione anteriormente”.
La paciente ahora puede recibir una visita diaria. Además, se encuentra en terapia, lo que le ha permitido levantarse hasta cinco veces durante la sesión, y juega bingo para poder practicar el movimiento de los codos y desarrollar resistencia.
“Mi familia ha visto un milagro... y es toda la gloria y todo para Dios”, dijo una de las hijas.
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