¿Niños en escuelas aumentan transmisión del coronavirus? Lo que dice la evidencia científica detrás de la polémica de abrir o no los colegios

Elementary schools reopen during COVID-19 lockdown, in Berlin
Foto: Reuters.

En Chile no existe consenso. Tampoco estudios. Cómo lograrlo de manera segura y atender el problema crítico de educación y aprendizaje de no asistir presencialmente, no es un tema fácil.


El cierre de escuelas y colegios más extenso de la historia. Eso es lo que muchos países han experimentado en pandemia. Una situación que en Chile ha implicado que por más de un año ese importante espacio de interacción no exista.

Las clases virtuales han sido el reemplazo. Sin embargo, la estrategia ha tenido un alto costo. El apoyo para las y los estudiantes, programas críticos como comidas escolares hasta servicios de salud social, física y mental, están suspendidos.

Todo eso sin considerar el costo emocional y en aprendizaje que ya resienten estudiantes de todas las edades. Más la sobrecarga docente de una exigente educación en línea.

Pero a su vez existe temor a contagios. Algo posible. Según el sistema de vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud (Minsal), Epivigila (al 4 de junio) los casos notificados confirmados y probables de Covid-19 en menores de 15 años representan el 8,09% del total.

Desde que llegó el virus al país a enero de 2021, cifras Minsal ya daban cuenta de 73.529 niños y niñas contagiados con Covid-19. El 11,8% fueron menores de 2 años, de los cuales 4.897 tenían menos de 1 año. Además, el 15,3% tenía entre 2 y 5 años, el 21,8% entre 6 y 10 años, el 21% entre 11 y 14 años y el 30,1% entre 15 y 18 años.

A modo de comparación, si en mayo de 2020, según Minsal, el 5,42% de los contagios correspondió a niños, en mayo pasado la cifra se elevó al 10%.

A child arrives on a bike before attending class at PS 361 on the first day of a return to class during the coronavirus disease (COVID-19) pandemic in the Manhattan borough of New York City
Según datos del sistema de vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud, Epivigila (al 4 de junio) los casos notificados confirmados y probables de Covid-19 en menores de 15 años representan el 8,09% del total. Foto: Reuters.

La presencialidad se ha convertido en un punto político muy álgido tanto en Europa como en Estados Unidos, en ese país el presidente Joe Biden se comprometió a abrir la mayoría de las escuelas públicas al final de sus primeros 100 días.

En Chile no hay consenso. Tampoco estudios. Cómo lograr de manera segura y atender el problema crítico de educación y aprendizaje de no ir al colegio, no es un tema fácil.

Evidencia científica

¿Abrir las escuelas y colegios aumenta la transmisión del Sars-CoV-2? Esa pregunta plantea el estudio The Association of Opening K-12 Schools with the Spread of COVID-19 in the United States: County-Level Panel Data Analysis, de los investigadores Víctor Chernozhukov, del Departamento de Economía y Centro de Estadística, MIT, Hiroyuki Kasahara, de la Escuela de Economía de Vancouver, U. de Columbia Británica y Paul Schrimpf, de la Escuela de Economía de Vancouver, U. de Columbia Británica, sobre los efectos de abrir esos establecimientos y el alza de casos en Estados Unidos.

En ese país, en la primavera 2020, todas las escuelas públicas desde jardín infantil a secundaria (K-12) cerraron a para frenar el Sars-CoV-2. Si de estudios sobre el efecto de la apertura escolar en la propagación del virus se trata, dice la investigación, la evidencia es mixta.

Nombran un estudio en Italia de la U. de Bolonia, que dice que las aperturas escolares tienden a elevar los casos de Covid-19. Cuando reanudaron sus clases en septiembre de 2020, y ya se hablaba de una segunda ola, se dio un intenso debate sobre el rol de las escuelas en el contagio. En Italia había dos posiciones opuestas: los que estaban convencidos de que esos espacios desempeñaban un papel importante en la propagación y los que no.

Al estudiar la tasa de crecimiento del número total de infecciones por Sars-CoV-2 en todas regiones italianas, antes y después de la reapertura (septiembre-octubre de 2020), los investigadores comprobaron en 15 de las 21 regiones (71%), un cambio estimado en la tasa de crecimiento del número total de los casos de infección, que ocurrieron después de un promedio de 16,66 días desde la reapertura. El trabajo concluye una tasa de crecimiento de los casos diarios en todas las regiones, lo que proporciona evidencia entre abrir las escuelas y el resurgimiento del virus en ese país.

Otra investigación en Canadá, de la U. de Montreal, la U. George Washington y CovidEcolesQuebec, dice que la educación presencial se asocia con aumento de casos en los vecindarios de Montreal. Los distritos con los niveles más altos entre niños menores de 19 años, dicen, se encuentran en áreas con “el mayor número de escuelas que informan casos de Covid-19”.

El trabajo observa que las infecciones en niños de 10 a 19 años precedieron al alza entre los adultos de 30 a 49 años. Es decir, los niños contagiados infectaron a sus padres, no al revés. Y si bien los autores reconocen la relevancia para el “desarrollo y la salud mental” de los estudiantes, recomiendan limitar el número que asisten hasta que las infecciones se reduzca.

Un estudio en India publicado en Science en noviembre 2020, encontró que los niños son muy importantes en la propagación del virus. “Muchos son esparcidores silenciosos en el sentido de que no manifiestan la enfermedad con síntomas. Resulta que se infectan tanto como cualquier otra persona, y luego se lo contagian a otras personas”, dijo uno de los autores Ramanan Laxminarayan, epidemiólogo de la U. de Princeton.

En otro trabajo con datos de Michigan y Washington en Estados Unidos, se muestra una correlación en crecimiento de casos solo cuando las tasas de casos de Covid-19 preexistentes son moderadas o altas. Cuando hay niveles bajos (medidos en casos / día por cada 100.000 habitantes), abrir no parece conducir a un alza adicional. El vínculo entre la difusión comunitaria y la modalidad escolar depende no solo de si las escuelas están abiertas, sino también de las tasas generales de Covid-19.

Coronavirus children in mask
Cuando hay niveles bajos de infección, dicen estudios, abrir las escuelas no parece conducir a una propagación adicional.

Un estudio sobre los efectos de las reaperturas escolares en las hospitalizaciones por Covid-19, de la U. de Tulane, en Luisiana, Estados Unidos se suma a la idea de reabrir, pero con condiciones epidemiológicas favorables. Parece seguro, aclara, cuando en los condados hay menos de 36 a 44 nuevas hospitalizaciones por Covid-19 por cada 100 mil personas por semana.

Apertura y alza de casos

Para examinar cuantitativamente el rol de las aperturas y las estrategias de mitigación en la escuela y determinar la transmisión comunitaria del Sars-CoV-2, en el estudio de Chernozhukov, Kasahara y Schrimpf, usaron cifras a nivel de condados en Estados Unidos.

Recopilaron datos de 3.144 condados sobre planes de apertura de escuelas en las distintas modalidades (en persona, híbrida y remota), las visitas a las escuelas con datos GPS, más medidas de mitigación y en particular, “mandatos de enmascaramiento para el personal en la escuelas”, explica Hiroyuki Kasahara, profesor de la Escuela de Economía de Vancouver, U. de Columbia Británica a Qué Pasa.

Luego, dice Kasahara compararon los condados en que las escuelas abrieron en persona o híbridas, con los que abrieron de forma remota y examinaron cuánto cambia la tasa de crecimiento de casos antes y después de que la escuela abriera de manera diferente entre las aperturas en persona o híbridas y remotas.

Los análisis muestran que, de agosto a diciembre de 2020, el número promedio de casos semanales comenzó a aumentar luego de dos semanas de apertura, especialmente para los condados que no exigían el uso mascarillas.

De manera similar, dice el estudio, el número de muertes aumentó después de 3 a 5 semanas de abrir para condados con métodos de enseñanza en persona e híbridos, pero que no exigen el uso de mascarillas.

“Encontramos que los condados que abrieron escuelas con modo de aprendizaje en persona experimentaron un aumento en la tasa de crecimiento de casos en un promedio de 5 puntos porcentuales. Esta asociación de las visitas a las escuelas con el crecimiento de casos es aún más fuerte (6,4 puntos porcentuales) cuando el personal de la escuela no tiene la obligación de usar mascarillas”, subraya Kasahara.

Al abrir los colegios los padres regresan al trabajo y pasan más tiempo al aire libre. Esto sugiere, dice el estudio un aumento en la movilidad que puede asociarse con un alza de casos. “Nuestro estudio es observacional y, por tanto, debe interpretarse con mucha cautela. Con esta advertencia en mente, nuestro análisis sugiere que la apertura de escuelas puede aumentar la propagación de Covid-19, especialmente cuando no se aplican estrategias estrictas de mitigación”.

“Nuestros hallazgos apoyan firmemente las políticas que hacen cumplir el enmascaramiento y otras acciones de precaución en la escuela y priorizan las vacunas para los trabajadores de la educación, los padres y abuelos ancianos”, dice Kasahara.

Situación epidemiológica

Considerando la publicación de Chernozhukov, Kasahara y Schrimpf, junto a la evidencia amplia y robusta de que Sars-CoV-2 se transmite por el aire y que la mascarilla protege contra aerosoles y gotículas, la investigadora LICTEX-UdeSantiago Karina Bravo, señala que “es evidente que romper las burbujas sociales con quien se convive aumenta la probabilidad de encontrarse con un/una contagiado/a sintomático o no, como sería asistir al colegio en modalidad presencial o híbrida”.

Evaluar el nivel de riesgo en la comunidad, dice Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Universidad de Santiago, es otro punto a tener en cuenta en una apertura escolar.

Es un tema controversial. “Algunos estudios no han logrado demostrar que signifique un aumento de contagios, en otros sí se ha visto que los niños al presentar una enfermedad menos sintomática o en definitiva asintomática, pueden transmitir el virus a otros adultos que trabajan en la escuela o que viven con ellos, como personas mayores o enfermos crónicos, o personas no vacunadas, y en ese sentido aumentar el riesgo de contagio”, sostiene Silva.

“Este año hemos visto una cantidad mayor de niños con complicaciones asociadas al Covid-19 en relación al año anterior”, dice Silva. Probablemente detrás de eso hay varios factores, “y uno es la apertura de colegios en un momento epidemiológico complejo”. Además, a medida que más adultos se vacunan el virus busca otros nichos, “y los niños con el retorno a clases son un buen nicho para la transmisión, por eso es importante vacunarlos”.

El riesgo de la apertura en relación al alza de la transmisión del virus está determinado por la situación epidemiológica del país o localidad dónde están los colegios. Igualmente, dice Silva, de medidas preventivas: “Se ha visto que en colegios con más recursos, con infraestructura adecuada, con más posibilidades de distanciamiento físico, de ventilación, etc., es menor el riesgo de contagio que uno con hacinamiento y menor infraestructura”.

Las medidas de prevención de contagios sólo funcionan en conjunto, añade Bravo, uso de mascarillas certificadas, ventilación de calidad para renovar la mayor cantidad de aire en menor tiempo, evitar aglomeraciones y vacunación.

Las estrategias deben apuntar a implementar medidas y políticas de uso de mascarillas con el fin de llegar a la mitigación total de contagios, para todo contexto nacional, “incluyendo el escolar”, dice Bravo. En el estudio, realizado en Estados Unidos, probablemente se usen mascarillas certificadas, con su función comprobada, “lo que está al debe en Chile, no tenemos ese acceso en equidad a mascarillas certificadas”.

Medidas muy útiles han sido trasladar el aula al patio, “dentro de lo posible”, dice Silva. Pero, añade, no hay una receta: “No puede haber una respuesta general, tiene que haber una respuesta en base a indicadores epidemiológicos y también a la factibilidad logística de abrir en relación a infraestructura, recursos económicos, etc.”.

Bravo añade que dada la ausencia de calidad y cantidad de datos en este momento no están las condiciones para replicar un estudio como éste sobre la apertura escolar en Chile. En las escuelas y colegios del país, enfatiza, “usar mascarilla tampoco va a dar las condiciones para volver a clases, por si sola”.

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