¿Pueden las cámaras térmicas instaladas en Chile detectar casos de coronavirus?
Con más de 500 cámaras instaladas en centros comerciales, aeropuertos, cárceles y municipios, la tecnología es capaz de detectar una persona con fiebre a 10 metros de distancia, advirtiendo, en teoría sobre posibles casos del virus. Sin embargo, la evidencia científica dice que tienen muchas limitaciones.
A 100 días del primer caso de coronavirus en Chile, centros comerciales, municipios, edificios de oficinas, hospitales, aeropuertos y cárceles se han instalado más de medio millar de cámaras térmicas, dispositivo que tiene el objetivo de detectar personas infectadas por la enfermedad.
Los aparatos, que tienen la capacidad de medir a distancia la temperatura de una o más personas al mismo tiempo, activan una alarma o alertan a un encargado cuando una persona supera los 37,5ºC -posible indicador de fiebre-, con una precisión de ±0,1 a ±0,5ºC, dependiendo del tipo de instrumento utilizado: existen cámaras fijas, portátiles o manuales.
Samuel Ramírez, director de Hikvision Chile, señala que “existen distintos formatos de cámaras, que son una herramienta más para frenar la propagación de la pandemia y que funcionan como primer filtro para la detección de temperatura de la superficie de la piel”.
"Hoy el concepto es el control de acceso sin contacto", cuenta. "La idea es reemplazar la huella por la detección del rostro usando tecnología de reconocimiento facial para identificar a personas que tengan acceso restringido. Junto con esto, la cámara puede determinar si esta persona viene con mascarilla, que resulta útil en pacientes asintomáticos, ya que viene a complementar las medidas que se están tomando para frenar la propagación del virus".
“Otro formato es una ‘pistola’ portátil que puede medir hasta dos metros de distancia -con lo que nos mantenemos separados de la persona-, y evitamos el contacto físico. Tiene una batería interna y puede ser conectada a un smartphone”, agrega. “Pero como toda forma de medición, esta tecnología no viene a determinar si una persona tiene síntomas o no, sólo hace el proceso más amigable y menos expuesto como primer filtro ante el control de temperatura de las personas que es uno de los síntomas que en general se está presentando en los portadores de Covid-19”.
En general estas cámaras poseen un lente térmico de hasta 15mm de largo alcance, distancia necesaria para la medición de grandes aglomeraciones de personas. Además, cuentan con la ventaja de no requerir contacto físico directo, evitando un posible contagio. “Funcionan como un primer filtro, que en caso de detectar alguna anomalía en la temperatura activa protocolos de seguridad. De todas formas, recomendamos hacerse una segunda medición con un equipo de detección de temperatura clínico”.
En el caso de encontrar alguna persona con alta temperatura, pueden ser dirigidas a una evaluación médica adicional y alentadas a aislarse en cuarentena para ayudar a frenar la propagación del COVID-19.
En Chile, las distintas empresas que proveen este servicio cuentan con más de 500 cámaras alrededor del país, como el aeropuerto Diego Aracena de Iquique, los Cesfam de Hualpén y Pozo Almonte, los hospitales de Arica e Iquique, Consultorio Héctor Reyno de Alto Hospicio, el Servicio de Urgencia de Alta Resolutividad de Colina, la cárcel y el Registro Civil de Concepción, el puerto de Coronel, y las municipalidades de Las Condes y La Reina, por nombrar algunos.
Javier Schulz Eisele, Subgerente de Operaciones Corporativo de Empresas Banmédica, señala que comenzaron a implementar este sistema en su red conformada por las clínicas Santa María, Dávila, Vespucio, Ciudad del Mar, Biobío y centros de salud Vidaintegra: “Se trata de tecnología capaz de detectar a una distancia de entre 3 a 10 metros la temperatura de una persona por medio de una cámara óptica. De esta imagen el software reconoce una “cara”, y en paralelo una cámara térmica muestra la mayor temperatura de esta área. El sistema está dotado de un ‘cuerpo negro’ que funciona como un calibrador o referencia constante, lo que permite asegurar lecturas de temperatura con un error no mayor a 0.3°C. Adicionalmente el software es capaz de emitir mensajes o alarmas audibles de manera de facilitar la detección de anomalías”.
Aún así, Schulz menciona que "la fiebre es solo uno de los síntomas que podemos asociar al COVID19, no obstante, su detección oportuna y previo al ingreso es una gran herramienta para identificar pacientes/funcionarios potencialmente contagiados".
“De todas formas, toda persona detectada, posteriormente debe pasar a un control diagnóstico a cargo de un profesional para confirmar o descartar la presencia del virus. Esta tecnología lo que permite es un ‘screening de temperatura’ de alto flujo (30 temperaturas faciales en simultáneo), no invasivo y a distancia”, sostiene.
“Este tipo de sistema es considerado como un mecanismo inicial de evaluación que busca apoyar en la prevención de contagios, y así proteger a colaboradores y clientes. Del mismo modo, permite a la empresa que está realizando el chequeo preventivo, activar sus protocolos y derivar a la persona con índices elevados a un centro asistencial para que se confirme su diagnóstico y reciba tratamiento”, cuenta Francisco Guzmán, director de Claro Empresas, que cuenta con un programa de instalación de estos dispositivos.
En La Florida por ejemplo, se acaba de terminar el proceso de implementación de cámaras térmicas en todos sus Cesfam. El protocolo contempla que cuando la persona sobrepase el umbral promedio de fiebre (entre 36,1 y 37,2 grados), será aislada y se le hará el examen para detección de COVID-19; si el resultado es positivo y de acuerdo a los síntomas (leves o graves) será remitida a su hogar con cuarentena obligada, o bien será enviada a un recinto de salud.
Entel Ocean, parte de la unidad digital de la empresa de tecnología y telecomunicaciones, también cuenta con un sistema solución basado en Inteligencia Artificial y video analítica que permite identificar eventualidades relacionadas al cuidado y seguridad de las personas.
El sistema trabaja con algoritmos que identifican el distanciamiento social, conteo de personas en espacios específicos y uso de mascarilla, combinado con cámaras termográficas que permiten monitorear la temperatura corporal.
La herramienta se viene desarrollando hace un año aproximadamente y las extensiones para los cuidados en escenario de pandemia se adelantaron por la contingencia.
“Queremos aportar de manera concreta a proteger a las personas en este escenario de contingencia sanitaria. Es por esto que buscamos diferentes soluciones tecnológicas para ayudar día a día al cuidado oportuno. Y seguiremos trabajando con flexibilidad para innovar en nuestros servicios”, sostuvo la líder de la Unidad Digital de Entel Ocean, Marcela Díaz.
Christian Cafatti y Michelle Schnitzer, CEO y Gerente de Follow Up Customer Experience, cuentan, en relación a la privacidad, que estos sistemas detectan características faciales más que reconocimiento facial, como la edad, o si es hombre o mujer.
"La tecnología es que estamos implementando para el coronavirus es una cámara similar a un iPad que detecta al usuario al acercarse, lee la temperatura y la registra, controla el uso de la mascarilla y si es necesario, bloquea el ingreso. Buscamos automatizar el proceso y no necesariamente que haya un guardia haciendo este trabajo; el cliente lo puede utilizar de forma autónoma siguiendo las instrucciones", señalan.
Actualmente, la empresa se encuentra instalando estos dispositivos en centros comerciales y supermercados en Chile, y también en países como Perú, España y Uruguay.
Pero a pesar de sus ventajas, expertos sugieren que las cámaras térmicas están lejos de ser una solución perfecta, ya que ofrecen una precisión limitada si se configuran de manera incorrecta, y pueden conducir a errores.
Limitaciones
El problema de estos aparatos es primeramente, biológico. En la piel del rostro no existe una sola temperatura, y tampoco es un reflejo uniforme de la temperatura corporal, necesaria para evaluar la fiebre. Por ejemplo, tras ingresar a un edificio en estos días de frío, la temperatura de la frente, donde estos aparatos miden la temperatura, permanece baja por varios minutos, lo que podría conducir a errores.
De hecho, un estudio publicado por el Institute of Physics and Engineering in Medicine en 2019 demostró que la región del rostro que mejor refleja la temperatura del cuerpo es la esquina interna del ojo, algo muy difícil de medir incluso si nos encontramos con una persona de frente.
Por ello, en 2017 la Organización Internacional de Normalización (ISO) realizó una pauta sobre cómo implementar sistemas de cámaras térmicas, como medir a una sola persona a la vez, mantener cerca a la persona a examinar, y garantizar que cada persona haga una pausa mientras mira directamente a la cámara.
Además, existen otros factores que pueden interferir en la medición de la temperatura del rostro, de acuerdo a una investigación publicada en el Optical Methods for Inspection, Characterization, and Imaging of Biomaterials en 2019, como la humedad de la piel, el flujo del aire, temperatura ambiente y el uso de anteojos.
Si consideramos que la temperatura corporal normal es de 37ºC (máximo 37,2ºC) y una temperatura alta es de 38°C o más, esto puede variar durante el día, incluso en ocasiones como el ciclo mensual de una mujer. Y si bien es posible medir este parámetro en la frente, boca, oído y axila, la forma más precisa es una lectura rectal.
Al mismo tiempo, el coronavirus tiene otros síntomas además de la fiebre, como dolores de cabeza, pérdida de olfato o gusto, fatiga, náuseas, y eso sin contar a los portadores asintomáticos del virus, uno de los grandes problemas al tratar de detener la pandemia.
Falta de evidencia
Hasta hoy, y a pesar que en el mundo están siendo utilizadas sobre todo en sitios con gran afluencia de público, no existen pruebas clínicas a gran escala que permitan evaluar la precisión de estos sistemas. El tema es complejo, considerando que muchos sitios gubernamentales y hospitalarios están confiando en estos dispositivos para proteger lugares de riesgo.
Un estudio de 2019 en el Environmental Research and Public Health analizó el uso de estos aparatos en la detección de entrada y salida en los aeropuertos, descubriendo que no eran completamente efectivos en la detección de personas con SARS (primo genético del SARS-CoV-2), gripe H1N1 y el ébola, debido a que los síntomas de estas enfermedades no eran fácilmente observables.
La Organización Mundial de la Salud es clara al respecto. En su sitio mencionan que “los escáneres térmicos no pueden detectar COVID-19. Son efectivos para detectar personas que tienen fiebre (es decir, que tienen una temperatura corporal más alta de lo normal), pero no pueden detectar personas infectadas con COVID-19. Hay muchas causas de fiebre”.
Por su parte, la Agencia de Medicamentos y Alimentación de EE.UU (FDA), dice que “la evaluación basada en la temperatura, como la imagen térmica, no es efectiva para determinar si alguien tiene definitivamente COVID-19 porque, entre otras cosas, una persona con COVID-19 puede no tener fiebre. Se debe realizar una prueba de diagnóstico para determinar si alguien tiene la enfermedad”.
"No se ha demostrado que los sistemas de imágenes térmicas sean precisos cuando se utilizan para medir la temperatura de varias personas al mismo tiempo. La precisión de estos sistemas depende de una configuración y operación cuidadosas, así como de la preparación adecuada de la persona evaluada", afirma el organismo.
"Aunque estos sistemas pueden estar en uso para la evaluación de temperatura inicial para clasificar a las personas en áreas de alto rendimiento (por ejemplo, aeropuertos, negocios y eventos deportivos), no se ha demostrado que los sistemas sean efectivos cuando se usan para medir la temperatura de varias personas al mismo tiempo. No deben usarse para "detección de fiebre masiva".
Aún así, el ente sanitario destaca entre sus beneficios, que “no se requiere que la persona que maneja el sistema de imagen térmica esté físicamente cerca de la persona que se está evaluando; el sistema de imágenes térmicas puede medir la temperatura de la superficie de la piel más rápido que el típico termómetro de frente u oral (boca) que requiere una distancia cercana o contacto físico con la persona evaluada; y estudios científicos muestran que, cuando se usan correctamente, los sistemas de imágenes térmicas generalmente miden con precisión la temperatura de la superficie de la piel”.
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