Rusia defiende su vacuna y anuncia más de 100 millones de dosis para Latinoamérica
El organismo respondió a científicos que cuestionan la vacuna, llamada Sputnik V, y criticó los ensayos en pausa de la Universidad de Oxford, sindicándolos de "arriesgados y peligrosos". Este viernes se darán a conocer más países que accederán al fármaco ruso.
Este mediodía en Chile -tarde en Rusia- el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) aseguró que el país suministrará a Latinoamérica más de 100 millones de su vacuna Sputnik V, la primera registrada en el mundo, y que hasta ahora ha causado dudas entre cierta parte de la comunidad científica.
En la conferencia, donde estuvo presente La Tercera, el director del organismo, Kirill Dmítriev, indicó que además del anuncio realizado este miércoles para México, que tendrá 32 millones de dosis, este viernes se darán a conocer otros países de América Latina que se sumarán a las entregas, considerando también el acuerdo ya oficializado con Brasil.
Asimismo, Dmítriev sostuvo que se considera producir en el extranjero 200 millones de dosis de aquí a fin de año, y 500 millones más en 2021. Se espera que se puedan firmar acuerdos similares con otros países, ya que se han recibido mil millones de peticiones de 30 territorios.
Recordemos que este martes, Rusia anunció el comienzo de la fase 3 de prueba de su vacuna, con 40 mil voluntarios. Los resultados de los estudios relacionados a esta etapa se verán el 30 de octubre.
La defensa de Sputnik V
Por otro lado, el organismo ruso defendió su vacuna ante los cuestionamientos de un grupo de científicos de la revista The Lancet, a propósito de su estudio sobre el fármaco.
En una carta abierta a la prestigiosa revista médica del 7 de septiembre y firmada por una treintena de investigadores el científico italiano Enrico Bucci cuestionó la verosimilitud de los datos del estudio debido a posibles “incoherencias”.
El doctor ruso Denis Logunov, al frente del equipo que desarrolló el antígeno, defendió su trabajo y aseguró que The Lancet había tenido acceso “a todos los datos recogidos durante las investigaciones científicas”.
Bucci, de la Universidad Temple de Filadelfia, destaca en su carta abierta “potenciales incoherencias en los datos”, deplora la ausencia de los originales y estima que el artículo “presenta varios puntos preocupantes”, como resultados idénticos en algunas pruebas o muy parecidos entre voluntarios, por ejemplo el nivel de anticuerpos producidos por la vacuna, cosa que le parece “altamente improbable”.
Como respuesta a esta carta abierta, la revista británica “invitó a los autores del estudio a responder a las cuestiones planteadas” y aseguró seguir la “situación muy de cerca”.
El Centro Gamaleia, del que Lugonov es el director científico adjunto, “rechazó categóricamente las acusaciones de un grupo de científicos sobre la falta de fiabilidad de los datos estadísticos”.
“El Centro presentó a The Lancet el protocolo clínico completo y todos los datos recogidos en el trascurso de las investigaciones científicas”, antes de la publicación, añadió.
Según Lugonov, “estos datos fueron sometidos a un control minucioso de los relectores de la revista que hicieron todas las preguntas necesarias (...) y obtuvieron respuestas exhaustivas”.
Por otro lado, los voceros del RDIF se refirieron a la pausa en los ensayos de la vacuna desarrollada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford, debido a la aparición de una persona con un síndrome inflamatorio en la médula espinal en plenos ensayos fase 3. Además, cuestionaron el diseño de la vacuna de los británicos, tomada de adenovirus de simio, y no humano como Sputnik V.
“Esto demuestra los riesgos de tecnologías no probadas. No sabemos cómo funcionará la vacuna de simios de aquí a 4 o 5 años, ya que la diferencia de adenovirus humano y simio aún se ignora. No hay estudios a largo plazo”, dijo Lugonov.
“Nuestra vacuna es segura y eficaz. Los únicos malestares son algo de fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza. Las otras vacunas son aún muy arriesgadas; si otros países deciden acceder a ellos, es muy peligroso”, agregó.
La otra vacuna
Sputnik V, nombrada así por el histórico programa espacial ruso de los años 50, no es el único proyecto de vacuna que se está desarrollando en el país euroasiático.
Este martes, autoridades locales anunciaron el fin de la segunda etapa de ensayos de EpiVakCorona, una vacuna experimental desarrollada por el laboratorio Véktor, y en la que de acuerdo a los resultados, todos los voluntarios adquirieron inmunidad contra el Sars-Cov-2, que produce la enfermedad Covid-19.
Según las autoridades sanitarias rusas, se espera que los resultados del estudio de EpiVakCorona estén disponibles el 30 de septiembre.
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