Durante 2021 se presentó un llamativo contraste climatológico: frío y calor extremo durante un mismo período. La estadística indicaba que era fue el año más frío en casi 30 años en Santiago, pero al mismo tiempo, se registraba la primera ola de calor en seis meses.
El debilitamiento del fenómeno de La Niña era el responsable, generando altas y bajas temperaturas en un breve período.
Durante la presente temporada, y luego de que la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) diera a conocer el pronóstico estacional para junio, julio y agosto, la ecuación es la misma. El año 2022 se presenta con una importante disminución en el déficit de precipitaciones, alcanzando un 56%.
Por otro lado, de cumplirse el pronóstico que sostiene que no lloverá hasta el 21 de junio, cuando comienza el invierno, 2022 ingresaría en el “selecto grupo de los 10 años más secos de la historia”. La lista la lidera 1988 con 11,2 mm, este año a la fecha anota 39,1 mm.
2022 presenta cifras evidentemente mejores que las de años anteriores. Por ejemplo, 2020 registró un déficit de 91% (35% más que la presente temporada), 2019 marcó 89% y 2006 alcanzó 87% al 30 de mayo en la Estación Quinta Normal.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala que se espera un invierno con precipitaciones bajo rangos considerados normales, los pronósticos relativos al invierno no han cambiado. “Las precipitaciones en la zona central dependen de la temperatura superficial del Pacífico tropical. Desafortunadamente el enfriamiento de éste y el fenómeno de La Niña persisten”.
De hecho, “la temperatura superficial del Pacífico fue en promedio durante el mes de mayo la más baja registrada desde mayo de 1950. Estas temperaturas no favorecen las precipitaciones en la zona central del país. De acuerdo a la más reciente actualización del pronóstico emitido por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), se espera que La Niña esté presente durante prácticamente todo el invierno austral”, añade Cordero.
El informe añade que nuevamente tendremos un invierno con lluvias bajo lo normal, desde La Serena a Puerto Montt, con mañanas más frías y tardes más cálidas. Al igual que los últimos pronósticos estacionales, sigue dominando una condición “bajo lo normal” en gran parte del país. Las proyecciones muestran una alta probabilidad de que el trimestre finalice con acumulados inferiores al rango normal, indica el documento.
El climatólogo dice que en las próximas semanas sabremos si este 2022 termina o no uniéndose a 2019 y el 2021 como años hiperáridos. “Desafortunadamente la influencia de La Niña no augura un invierno lluvioso, pero aún es muy pronto para sacar conclusiones definitivas”, agrega.
Cordero establece que hasta el 15 de junio, “las precipitaciones registradas hasta la fecha en Santiago ubican al año 2022 como uno de los 15 más secos registrados. Junio es el mes más lluvioso del año en la zona central, así que durante las próximas dos semanas nos jugaremos la suerte de invierno”.
El pronóstico estacional de la DMC señala que en Santiago lloverá menos de 121 mm, en Curicó menos de 271 mm y en Concepción menos de 453 mm en el trimestre completo.
Aunque este invierno nuevamente se pronostica con lluvias por debajo de lo normal y revertir esta condición es una tarea que se ve algo difícil de lograr, existe cierto respiro al comenzar la temporada de lluvias mejor posicionados que los peores años del registro, agrega el informe.
La megasequía aún continúa
La sequía prácticamente ha afectado a todo el país durante los últimos 13 años. Así lo evidencian los mapas de IPE (Índice de precipitación estandarizada), a continuación, donde queda en evidencia que a corto plazo (un mes), el país presenta condiciones ligeras a moderadamente lluviosas entre la Región de Valparaíso y la Región de Los Ríos, así como también en la Región de Aysén.
El resto del país muestra un IPE de condiciones normales. A mediano plazo; a tres meses, una condición ligeramente lluviosa abarca la Región de O´Higgins hasta la Región de Los Ríos. En tanto que una categoría moderadamente seca se observa sobre Magallanes. El resto del territorio se presenta normal.
Cordero señala que no estamos frente a una situación particularmente esperanzadora, “si transcurrida la mitad de junio, el mes más lluvioso del año en la zona central, en Santiago solo han caído 10 mm de lluvia. Durante este mes deben registrarse más de 80 mm de precipitaciones durante un año considerado normal”, recalca.
Lo ocurrido en la capital, tanto en 2022 como en años anteriores, señala el documento de la DMC, se debe y corresponde a la influencia de la megasequía. En un comienzo este año se acercaba a lo sucedido en 2019, el peor en el registro, sin embargo, a fines de abril se apaciguaron las cifras y los temores, ya que las precipitaciones registradas dejaron a buena parte de las estaciones meteorológicas en el centro-sur del país con superávit.
A seis meses, la sequía se concentra en algunos sectores de las regiones de Valparaíso, Metropolitana, Los Lagos, Aysén y Magallanes, mientras que el resto del país evidencia condiciones normales. A 12 meses, gran parte del país muestra condiciones de sequía de ligeras a moderadas, mientras que a largo plazo (24 a 48 meses), se observa una extensión mayor de las condiciones secas extremas.
Si bien las últimas lluvias han sido un aporte, sobre todo en la zona centro-sur de país, estas no logran influir en el déficit extremo que hemos acumulado durante la última década, concluye la DMC en su informe.