Tolicizumab: científicos prueban prometedor fármaco que mejora síntomas graves de coronavirus
Molécula de tocilizumab, indicada en el tratamiento de la artritis reumatoide, muestra mejoras significativas en el pronóstico de pacientes con neumonía moderada o graven por Covid-19, al prevenir la hiperactivación del sistema inmune después de la infección por el virus.
La artritis reumatoide es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación crónica de las articulaciones. En su avance progresivo, produce a un daño articular irreversible. El costo en calidad de vida es alto, con grave deterioro funcional y riesgo de mortalidad prematura.
Los tratamientos para controlar esa inflamación exacerbada y disminuir la progresión del daño articular han avanzado muchísimo en los últimos años. Así, se han diseñado inmunoterapias exitosas para actuar sobre los diferentes componentes que participan en el inicio y perpetuación de la respuesta inmune. Uno de ellos es el Tolicizumab (TCZ), el primer anticuerpo monoclonal inhibidor del receptor de la interleucina 6 (IL-6), citoquina con actividad proinflamatoria.
Hoy el Tolicizumab gana protagonismo, pero no precisamente por la artritis reumatoide. La molécula indicada en el tratamiento de esa enfermedad muestra resultados positivos contra el coronavirus, podría ser una solución para el tratamiento de casos graves de Covid-19, evitando que los pacientes usen respiradores y una larga estadía en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Eso es lo que indican los resultados de un estudio clínico preliminar realizado por científicos en Francia, de la Asistencia Pública de Hospitales de París, que vieron cómo el fármaco disminuye los efectos nocivos de la “tormenta de citoquinas”, que afecta a entre el 5% y el 10% de los pacientes de Covid-19.
Los pacientes fueron seleccionados en base a la hospitalización por neumonía moderada o grave por Covid-19, pero que no requirieron reanimación al momento del ingreso. El objetivo primario fue la combinación de la necesidad de ventilación (mecánica o no invasiva) o el riesgo de muerte en 14 días de hospitalización.
Se seleccionaron aleatoriamente un total de 129 pacientes: 65 para el tratamiento habitual más tocilizumab y 64 pacientes para el grupo control.
Los pacientes con neumonía grave que recibieron el antirreumático tuvieron menos necesidad de respiración artificial y una menor tasa de mortalidad.
El estudio fue coordinado por los profesores Olivier Hermine, hematólogo del Hospital Pediátrico Necker, del Instituto de enfermedades genéticas Imagine, Xavier Mariette, reumatólogo del Hospital Bicêtre, bajo la dirección científica de Pierre-Louis Tharaux, especialista cardiovascular del Hospital Europeo Georges Pompidou, entre otros profesionales del grupo Corimuno-Toci.
Hiperactivación del sistema inmune
¿Cuál es el mecanismo de acción del anticuerpo? Olivier Hermine, hematólogo del Hospital Pediátrico Necker, del Instituto de enfermedades genéticas Imagine, París, Francia, coordinador del estudio explica a Qué Pasa que bloquea el receptor de IL-6, “previniendo las interacciones de IL-6 que se expresa en muchas células”.
De esa manera el fármaco, indica Hermine, “previene la hiperactivación del sistema inmune después de la infección por el virus”.
Si Tocilizumab funciona para todas las formas graves de Covid-19, el investigador aclara que “los datos son demasiado prematuros para responder a esa pregunta”.
Los resultados detallados del experimento, que comenzó el 27 de marzo y sigue en curso en varios hospitales de París, no se han dado a conocer porque están a la espera de la evaluación de una comisión científica para su publicación en una revista médica.
Sin embargo, aclara Hermine, el bloqueo de IL-6 es más un medicamento antiinflamatorio que puede no impedir el funcionamiento del sistema inmunitario para matar el virus. “En otras palabras, demasiada inflamación no es buena para la respuesta contra el virus y destruirá los tejidos inflamados (aquí el pulmón)”.
Existen otros ensayos dirigidos contra otras citocinas inflamatorias, dice Hermine. La investigación científica se ha centrado en el aspecto de gravedad de la enfermedad, la llamada “tormenta de citoquinas”. Esos trabajos, indica, "algunos en fase abierta (tan difíciles de concluir) son aleatorios (patrocinados por compañías farmacéuticas y / o investigadores académicos). Algunos otros están probando inhibidores que bloquean la transducción de señales”.
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