Columna de Francisco Soto y Claudio Fuentes: ¿Giro ciudadano al bicameralismo?
Aunque se ha dicho que una de las solicitudes más recurrentes de chilenos y chilenas tiene que ver con el fin del sistema bicameral, argumentada por una mirada crítica del Congreso y su "baja eficiencia", producto de la recepción de iniciativas populares de norma por parte de la Convención se ha presenciado un aparente momento de inflexión. Quienes participaron de estas iniciativas prefirieron el sistema bicameral y transformaron a esta propuesta en una de las más votadas del proceso. De esta forma, las opiniones de la ciudadanía se van matizando y complejizando, muchas veces por influencia de un debate que es cada vez más sistémico e interconectado.
Los masivos procesos participativos en materia constitucional generados desde 2016 en adelante -vale decir los diálogos ciudadanos de la presidenta Bachelet, los cabildos autoconvocados durante el estallido social y el actual proceso constituyente- han generado ciertas definiciones ciudadanas recurrentes.
Si ponemos a debatir a chilenos sobre propuestas que deberían contener un nuevo orden institucional, lo más probable es que se mencionen: la demanda por un estado que resguarde derechos sociales, como la salud, la seguridad social, la educación; así como la protección al medio ambiente.
En la dimensión orgánica, no son muchas las constantes que provienen de esta serie de procesos participativos. Quizás la más recurrente tiene que ver con propuestas referidas al fin del sistema bicameral y la opción por un sistema unicameral para el ejercicio de la labor legislativa. Esta posición se sustenta en una mirada crítica del Congreso y en una búsqueda de iniciativas que hagan su labor más eficiente y más conectada con los problemas de las personas.
El punto es que producto de las recientes iniciativas populares hemos presenciado un aparente momento de inflexión en estas constantes ciudadanas. Esto es evidente en torno al debate sobre uni o bicameralismo en Chile. En concreto, dentro del más de un millón de chilenos y chilenas que participaron de las propuestas de iniciativas populares de normas, aquellas que se manifestaron por fórmulas de organizar el Congreso en la nueva constitución, prefirieron el sistema bicameral. Una iniciativa en particular “Un Poder Legislativo en Chile de carácter bicameral”, fue una de las iniciativas más votadas (27.441 firmas), además, se presentaron otras seis iniciativas en el mismo sentido. Mientras que las propuesta a favor del unicameralismo solo logró reunir cerca de dos mil firmas.
El punto es que producto de las recientes iniciativas populares hemos presenciado un aparente momento de inflexión en estas constantes ciudadanas. Esto es evidente en torno al debate sobre uni o bicameralismo en Chile. En concreto, dentro del más de un millón de chilenos y chilenas que participaron de las propuestas de iniciativas populares de normas, las iniciativas que se manifestaron por fórmulas de organizar el Congreso en la nueva constitución, prefirieron el sistema bicameral.
Una iniciativa en particular, Un Poder Legislativo en Chile de carácter bicameral”, fue una de las iniciativas más votadas (27.441 firmas), además, se presentaron otras seis iniciativas en el mismo sentido. Mientras que las propuesta a favor del unicameralismo solo logró reunir cerca de dos mil firmas.
¿Cómo explicar este aparente cambio en la opinión de la ciudadanía? Una primera idea es que las propuestas referidas a contar con una cámara territorial, pudieron haber debilitado las críticas al modelo bicameral.
No obstante, también pueden plantearse reparos metodológicos. Por ejemplo: en los diseños de consulta abierta, como los cabildos o encuentros autoconvocados, las opiniones tienden a resaltar las propuestas de cambios al status quo. Y las miradas más conservadoras tienden a ser invisibilizadas. Con la implementación de nuevos mecanismos, como las iniciativas populares de normas se permitió reposicionar iniciativas que reaccionan a los discursos que hoy parecen dominantes, enriqueciendo el debate.
Algo similar ocurrió con iniciativas como la que alcanzó el mayor número de firmas: “Con mi plata no” (60.852 firmas), que buscaba defender la propiedad privada de los fondos previsionales generados por el actual sistema de pensiones frente a un eventual sistema de reparto en la nueva Constitución.
En definitiva, en la medida que se va enriqueciendo el debate, las opiniones de la ciudadanía se van matizando y complejizando, muchas veces influida por un debate que es cada vez más sistémico e interconectado, situación que los constituyentes tendrán que ir ponderando en miras al texto que tendrán que presentar a mediados de año.
*Francisco Soto Barrientos y Claudio Fuentes Bravo son académicos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.