No importa si tu objetivo es romper una marca deportiva, escribir un libro, conseguir un puesto corporativo en una empresa o aprender a dominar un instrumento musical.
La interpretación que se le da al éxito puede variar dependiendo de cada persona. Y si bien, usualmente está la creencia popular de que solo los prodigios innatos pueden destacar en un área, distintos especialistas han advertido que aquello no es necesario.
Así lo plantea el psicólogo organizacional licenciado en la Universidad de Harvard, Adam Grant, quien posee un doctorado de la Universidad de Michigan y ejerce como profesor de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania.
El también autor de libros de autoayuda como Think Again (Penguin Random House, 2021), Give and Take (Penguin Books, 2014) y Originals (Penguin Books, 2017), escribió recientemente un artículo para CNBC en el que precisamente abordó la temática del éxito.
Según Grant, a lo largo de su carrera ha descubierto que “el proceso de aprendizaje no termina cuando adquirimos conocimientos”, sino que más bien, “se completa cuando los aplicamos sistemáticamente”.
Bajo esa premisa, aseguró que ha logrado identificar 11 “pequeños cambios vitales” que las personas que consiguen el éxito aplican en su vida diaria.
Tales puntos pueden ser aplicados en distintos ámbitos, independiente de cuáles sean los objetivos y metas que deseas alcanzar.
Esto fue lo que sugirió el especialista de Harvard.
1. Buscar la incomodidad
Es conocido que perseguir el aprendizaje es clave para lograr un propósito en particular, pero junto con ello, Grant afirmó que también es necesario ir más allá y salir de la zona de confort, para así potenciar el crecimiento.
2. Permitirse cometer errores
Equivocarse en ciertas situaciones es un factor que podría generar frustración. Sin embargo, recomendó permitirse cometer un número mínimo de errores al día o a la semana, ya que aquello te ayudará a aprender de ellos y a evitar que caigas en lo mismo en el futuro.
En otras palabras, planteó que equivocarse es más favorable para el aprendizaje que evitar escenarios en los que no tengas seguridad de que todo saldrá como esperas.
3. Pedir consejos, no feedback
Grant precisó que solicitar lo último desencadena que otras personas puedan criticarte o animarte, mientras que los consejos como tal están enfocados en el futuro.
“Llevan a la gente a entrenarte”, aseguró, para luego añadir que más que buscar “críticos” para que evalúen lo que haces, es mejor hallar “entrenadores” que te motiven a superarte.
Para plantearlo de esa manera, puedes hacerles la siguiente pregunta: “¿qué puedo hacer mejor la próxima vez?”.
4. Analizar en quiénes confiar
El psicólogo organizacional manifestó en su artículo para el citado medio que las personas que consiguen el éxito no creen todo lo que se les dice, por lo que buscan referentes que tengan experiencia, sean confiables y quieran lo mejor para su desarrollo.
5. Perseguir la excelencia, no la perfección
Las diferencias entre ambas palabras son fundamentales. Tal como se mencionaba más arriba, es humano cometer errores de vez en cuando, mientras que tampoco es sano aspirar a la “perfección” en todas las áreas en las que te desempeñas.
Por supuesto, el esfuerzo es crucial para alcanzar tus objetivos y muchas veces vas a tener que hacer actividades que no son tus favoritas, pero también es importante identificar en qué ámbitos puedes entregar lo mejor y en cuáles puedes “conformarte con lo suficientemente bueno”.
Lo central es mejorar progresivamente, subrayó Grant.
6. Evaluar si lo que vas a compartir es lo que más te representa
Si ya tienes resultados para mostrar al mundo, es de suma relevancia que sientas que estos realmente representan la energía que has dedicado y los intereses que tienes en mente.
En el caso contrario, según el experto, podrías sentirte decepcionado de lo que tú mismo hiciste, por lo que a veces es mejor dedicar un poco más de tiempo hasta que te sientas orgulloso de tu trabajo, en lugar de avanzar a un paso acelerado, pero que te deja inconforme.
7. Plantear las actividades de tu rutina de una forma entretenida
Acciones como proponerte retos complicados a modo de juego pueden ayudarte a que tu jornada sea más llevable y te mantenga más entusiasmado.
A modo de ejemplo, si lo que quieres es jugar al básquetbol y anotar puntos, puedes desafiarte a acertar una cierta cantidad de tiros en un tiempo limitado.
8. Retroceder para avanzar (cuando hay un estancamiento)
Si estás persiguiendo un objetivo en concreto y llegas a una un escenario en el que dejas de ver avances a pesar de todos tus esfuerzos, “puede ser el momento de dar la vuelta y encontrar un nuevo camino”.
Pese a que Grant reconoció que aquello puede generar una sensación de retroceso, hay ciertos casos en los que puede ser “la única forma de encontrar una ruta hacia el progreso”.
9. Enseñar lo que se desea aprender
Un método eficaz para interiorizar nuevos contenidos es explicar lo que ya sabes sobre esos temas a otras personas.
En este sentido, el experto sugirió armar grupos en los que cada uno de los integrantes enseñe una habilidad o información que domina, para que así todos puedan retribuirse entre sí.
Y más allá de los conocimientos técnicos que se puedan aprender, también puede ser útil para fortalecer vínculos con otras personas.
10. Incluir a personas que son pasadas por alto
Es común ver que cuando las actividades requieren de trabajo conjunto, el entorno tiende a alinearse con quienes son conocidos por mostrar talento o ser buenas en un área particular.
No obstante, Grant aseguró que incluir a personas que usualmente no son consideradas abre la puerta para que se descubran sus habilidades y su potencial.
11. Recordar los logros obtenidos y pensar en los que vienen
El psicólogo de Harvard enfatizó que cuando estés en situaciones en las que te cueste apreciar tus progresos, pienses en “cómo vería tu yo del pasado tus logros actuales”.
Aquello no solo te ayudará a valorar el trabajo que has realizado, sino que también a motivarte para conquistar nuevas metas.