A lo largo de su carrera, el investigador estadounidense Dan Buettner se ha dedicado a estudiar las partes del mundo en donde la población tiene una mayor longevidad a través de métodos saludables.
Dichos puntos son apodados como “Zonas Azules” y en la lista se incluyen sectores como Ikaria (Grecia), Loma Linda (California, Estados Unidos), Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón) y Nicoya (Costa Rica).
Con esos antecedentes, el autor y explorador que ha figurado en los ránkings de libros más vendidos del New York Times, además de participar en charlas TED y ser miembro de National Geographic, se adentró en conocer las bebidas que consumen los habitantes de dichos lugares, en donde “estadísticamente tienen las vidas más largas sin enfermedades crónicas”.
“No puedo establecer una relación causal, pero puedo decirte que en estas ‘Zonas Azules’, esto es lo que bebe la gente y lo hacen a diario durante décadas o incluso un siglo”, advirtió según declaraciones reunidas por el sitio especializado Well+Good.
Las bebidas que prometen prolongar tu longevidad
Según el investigador dedicado a estudiar la longevidad, es común que en Okinawa (Japón) los habitantes preparen una jarra de aproximadamente medio litro de hojas de té verde, para así beberlo durante el día.
En sus palabras, “la cafeína (que también se encuentra en el té) ha resultado ser netamente positiva y se asocia con tasas más bajas de diabetes y Parkinson, además de índices menores de enfermedades cardiacas y una mayor concentración”.
A ello se le suman sus propiedades antioxidantes y las conclusiones de estudios —como este disponible en la National Library of Medicine (NIH)— que han encontrado una relación entre el consumo de té verde y una mejor salud cardiovascular a nivel general.
De la misma manera, una revisión de 21 investigaciones disponible en la página del NIH concluyó que su consumo presenta efectos positivos en la memoria y la atención, además de contribuir a la reducción de la ansiedad.
Y otra publicada en el mismo sitio asoció la ingesta de té verde con una reducción significativa de los niveles de azúcar en la sangre en ayunas, lo que podría proteger contra el desarrollo de enfermedades como la diabetes de tipo 2.
El té verde matcha (en polvo) también tiene beneficios, según explicó la nutricionista con sede en Nueva York, Tracy Lockwood Beckerman.
“Está repleto de catequinas, también conocidas como ECGC, que contienen compuestos antiinflamatorios y anticancerígenos”, comentó a Well+Good, “estos útiles antioxidantes van tras la inflamación en el cuerpo, y trabajan para reparar y sanar el daño”.
Al igual que el verde, el té negro tiene cafeína, polifenoles antioxidantes, flavanoles y L-teanina, lo que ayuda a prevenir el desarrollo de algunas enfermedades crónicas, tales como ciertos tipos de cáncer, diabetes de tipo 2, padecimientos cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
También, una investigación disponible en ACP Journals que analizó los comportamientos de casi 500.000 participantes concluyó que “una mayor ingesta de té se asoció a un menor riesgo de mortalidad entre quienes tomaban dos o más tazas al día, independientemente de la variación genética en el metabolismo de la cafeína”.
“Estos resultados sugieren que el té, incluso a niveles más altos de ingesta (que los mencionados en el párrafo anterior), puede formar parte de una dieta saludable”, sentenciaron los expertos.
Desde distintos tipos de preparaciones hasta un elemento vital
Más allá de los distintos tipos de té mencionados, Buettner incluyó en su lista al café negro, debido a sus propiedades antioxidantes y a que contiene nutrientes como la vitamina B5 (que ayuda a la formación de glóbulos rojos), potasio (que disminuye la tensión arterial), magnesio (que mantiene el funcionamiento de los músculos y nervios) y manganeso (que fortalece los huesos y ayuda al sistema inmunitario), entre otros como la niacina.
Bajo esta línea, mencionó que en Ikaria (Grecia) se tiende a moler hasta que llegue a granos muy pequeños, para más tarde hervirlo de manera similar al estilo turco.
Aquello, según él, ayuda a liberar otro tipo de antioxidantes, por lo que “puede haber un beneficio añadido al tomarlo así”.
El siguiente bebestible en su lista es el agua, la cual aseguró que es consumida regularmente en todas esas “Zonas Azules”.
Si bien, son numerosas las investigaciones que han advertido que es fundamental para la hidratación y el correcto funcionamiento del organismo, un factor importante a considerar para el experto es que esta sea limpia.
Asimismo, explicó que en sectores como Nicoya (Costa Rica), el agua que burbujea de la Tierra tiene mayor presencia de ciertos componentes.
“Cuando tienes altos niveles de calcio y Sol, estos dos conspiran para que tus huesos sean más fuertes, por lo que la gente tiene menos fracturas y menos caídas mortales (...) y el magnesio es bueno para el funcionamiento del corazón, así que eso puede contribuir en alguna pequeña parte a la longevidad allá”.
Durante su exploración, el investigador también se encontró con personas con un alto índice de longevidad que bebían pequeñas cantidades de vino regularmente, aunque según detalló, este punto puede resultar controvertido.
“Soy muy consciente de los recientes estudios en torno al alcohol que demuestran que aumenta la probabilidad de cáncer de mama en las mujeres, o que puede provocar caídas, accidentes de auto y otros sucesos mortales”, dijo citando a un artículo disponible en el NIH que se refiere a dicha enfermedad.
Es por esto que —si se opta por consumirlo— numerosas organizaciones e investigaciones académicas han recalcado la importancia de hacerlo con moderación.
Cabe destacar que siempre es recomendable visitar a un médico especialista para evaluar tu caso particular y lo que puedes ingerir o no.