Fue en mayo de 2005 cuando la joven estadounidense Natalee Holloway desapareció tras salir a un club nocturno, en medio de la que era un viaje de estudios en la isla caribeña de Aruba. En ese entonces, tenía 18 años.
Después de que se percataran de su ausencia, un holandés llamado Joran van der Sloot fue considerado como sospechoso, debido a que testigos aseguraron que lo vieron esa noche con la víctima.
Pese a que la investigación policial no dio mayores resultados sobre el responsable del crimen, ahora, a 18 años de la desaparición, confesó ser el responsable del asesinato de Holloway.
Así se lo confirmó a una jueza de Birmingham, Alabama, la misma ciudad en la que vivía la joven, quien fue declarada legalmente muerta en 2012.
Si bien, las autoridades todavía no han podido encontrar rastros del cuerpo, la confesión del sujeto, quien hoy tiene 36 años, permitió que pudiesen reconstruir cómo fue el atentado.
El holandés, quien se encuentra en una cárcel de Perú por haber asesinado en 2010 a otra joven llamada Stephany Flores, de 21 años, también estaba siendo juzgado en Estados Unidos por tratar de extorsionar a Beth Holloway, la madre de Natalee.
Según informaciones rescatadas por El País, en 2010 le había exigido 250.000 dólares a cambio de entregarle información sobre dónde estaba su hija.
Dicha suma, bajo los valores actuales, se traduce en una cifra cercana a los 230 millones de pesos chilenos.
La confesión de Joran van der Sloot sobre el asesinato de Natalee Holloway
Relató que se conocieron en un bar, para después ir hacia la playa.
Según el holandés, ahí la golpeó después de que ella rechazara unas insinuaciones suyas de carácter sexual.
Una vez que Holloway estaba inconsciente o “puede que incluso muerta”, la llevó mar adentro para deshacerse de su presunto cadáver y así no ser descubierto.
Por aquel periodo, según rescató el citado medio, él vivía en una colonia holandesa en el Caribe y estudiaba en un instituto internacional ubicado en la isla.
A pesar de que desde el principio fue considerado como un sospechoso por la desaparición de Holloway y de que incluso lo interrogaron dos veces, no se le acusó formalmente de ningún crimen en ese momento.
Durante una conferencia de prensa que se realizó este miércoles, Beth Holloway se refirió a la confesión de Van der Sloot y a la presunta posibilidad de que otras personas lo hayan ayudado a cometer el delito.
“En lo que a mí respecta, se acabó. Se acabó. Lo hizo solo y se deshizo del cuerpo”, declaró enfáticamente.
Por su parte, el convicto holandés dijo tras hablar con la jueza: “Me gustaría aprovechar la oportunidad para disculparme con la familia Holloway y con mi propia familia (...) No soy la persona que era entonces”.
Ahora, tras su estadía en Estados Unidos para reunirse con las autoridades, Joran van der Sloot deberá volver a Perú para seguir cumpliendo con la condena por el asesinato de Flores, quien era hija de un empresario peruano.
En el caso de ella, su cadáver fue encontrado en 2010 en la pieza de un hotel en Lima, la cual fue reservada a su nombre.
Él estaba en la capital del país sudamericano a causa de un torneo internacional de póquer, según informó el citado medio.
Después de abandonar el cuerpo en dicho lugar, huyó a Viña del Mar en Chile, en donde fue identificado y detenido por las autoridades.
Cuando fue llevado de regreso a Lima, se declaró culpable del asesinato de Flores y fue condenado a 28 años de cárcel en la prisión de Challapalca, la cual es de alta seguridad.
Aunque recientemente fue condenado a otros 20 años de reclusión en Estados Unidos por el intento de chantaje hacia la madre de Holloway, el abogado del padre de la víctima, Dave Holloway, declaró a AP que podría no ser penalizado por el atentado contra su hija.
Esto a raíz de que el delito ya prescribió en Aruba, por lo que no puede ser procesado formalmente en el lugar de los hechos.