Son varias las firmas de tecnología que han logrado construir un nombre dentro de la industria, pero sin duda alguna, una de las que más resalta entre todas es Apple.
La marca cofundada por Steve Jobs —quien falleció en octubre de 2011— es la que ha desarrollado aparatos tan novedosos como el iPod, el iPhone, el iPad y, por supuesto, los computadores Mac.
Pero más allá del éxito de tales dispositivos en sus distintas versiones, el magnate empresarial era conocido por recurrir a múltiples técnicas y estrategias para conseguir inspiración y mejoras en sus propuestas.
De hecho, durante su dirección en la compañía de la manzana tuvo un equipo especialmente dedicado a abrir cajas de sus productos.
Al menos en una primera instancia, aquello puede carecer de sentido para algunas personas más escépticas.
Sin embargo, lo cierto es que Jobs tenía más que claro cuáles eran los objetivos de invertir en aquello.
Tanto así, que incluso fue él mismo quien se encargó de comandar al grupo.
Por qué Steve Jobs tenía un equipo dedicado a abrir cajas de Apple
El propósito del equipo al abrir las cajas era evaluar cómo sería la experiencia de los futuros clientes, después de que compraran sus productos Apple.
Como es de esperar, lo que Jobs quería alcanzar era que sintieran el momento del unboxing como una instancia especial, independiente de las capacidades técnicas que tuviera el aparato que adquirieron.
Según informaciones rescatadas por El Economista, los miembros de este equipo especialista analizaban hasta los detalles más mínimos.
Y aunque se desconoce si esa misma célula en específico sigue activa en la actualidad, se presume que ahora los encargados de cumplir esta labor son parte del departamento de marketing vigente.
Es conocido que los usuarios de Apple tienden a valorar cómo son los envoltorios y las cajas de cada artefacto.
No obstante, los diseños de los embalajes han ido cambiando con el paso de los años, para así alinearse con los objetivos que se han ido planteando en cuanto a innovación e identidad.
Steve Jobs murió el 5 de octubre de 2011 a raíz de complicaciones derivadas de un cáncer de páncreas.
Durante su vida, más allá de ser cofundador de Apple junto a su entonces amigo Steve Wozniak, también potenció estudios de animación como Pixar y produjo proyectos como Toy Story (1995), la icónica película de juguetes que tienen vida y que se ha mantenido como un clásico indiscutido entre generaciones.
Asimismo, llegó a convertirse en el mayor accionista individual de The Walt Disney Company, después de que la firma del ratón Mickey comprara la anteriormente mencionada por una cifra cercana a los 7.400 millones de dólares, para así presentar nuevos filmes dirigidos a un público familiar.
Hasta la actualidad, son numerosos los emprendedores del mundo de la tecnología que se inspiran en sus movimientos para desarrollar productos y servicios.
Y más allá de espacios como Silicon Valley en California, son millones los usuarios que utilizan los aparatos de Apple durante su rutina diaria.