Fue el pasado jueves 25 de julio cuando se reportó la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en Estados Unidos.
Se trata de dos de los líderes del Cartel de Sinaloa. El primero es precisamente uno de sus fundadores, mientras que el segundo es uno de los hijos del “Chapo” Guzmán.
A pesar de que ya se han informado detalles sobre cómo fue el plan para llevar al “Mayo” a Estados Unidos y arrestarlo ahí, todavía figura una serie de incógnitas sobre el caso.
Según rescató Infobae, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de México, Rosa Icela Rodríguez, manifestó en una primera instancia que el encargado de pilotear el avión fue un estadounidense llamado Larry Curtis Parker.
Sin embargo, la periodista de investigación Peniley Ramírez compartió una columna en el diario Reforma, en la que asegura tener nuevos detalles sobre el operativo que hizo caer al “Mayo”.
En su escrito afirma que “el verdadero piloto es mexicano”, no estadounidense.
Y también se refiere a la presunta vinculación de Parker.
“Lo más increíble ha sido la historia del piloto. Como he publicado en varias columnas, primero la secretaria de Seguridad divulgó el nombre de un piloto estadounidense, Larry Curtis Parker, que nada tiene que ver con el caso, que sigue esperando una disculpa de México y continúa temeroso de volver al país”, se lee en el texto de Ramírez, publicado el sábado 17 de agosto.
Luego, asevera: “En la investigación federal, Parker está descartado casi desde el principio. Por eso, a los funcionarios de la Fiscalía General de la República (FGR) que fueron a Nuevo México les interesaba particularmente qué había sucedido con el piloto verdadero”.
Qué se reveló sobre el plan para atrapar al “Mayo” Zambada en Estados Unidos
Ramírez afirma que en la FGR creen que el avión que llevó al “Mayo” partió de una pista de fumigación ubicada en las cercanías de Culiacán y que se presume que el piloto es mexicano.
“Así lo indican hasta ahora los indicios de la investigación. Voló con los aparatos de radar apagados hasta que cerca de El Paso, Texas, se comunicó por radio con Ciudad Juárez y pidió autorización para aterrizar. Juárez remitió la petición a El Paso y, antes de que lo autorizaran, otro encargado del aeropuerto cercano de Santa Teresa, Nuevo México, le respondió al avión con matrícula estadounidense, clonada, que podía aterrizar allí”.
Según su reporte, el avión tenía “un número de serie distinto al que originalmente informó el FBI”.
“El verdadero número corresponde a un avión que nunca ha tenido matrícula mexicana. No se ha confirmado aún, al menos no lo saben las fuentes con quienes he podido hablar, todo el historial de ese avión ni cómo ese piloto mexicano llegó a manejarlo”, agrega.
No obstante, hizo hincapié en que “lo que sí saben en la Fiscalía es que las historias sobre el piloto no cuadran”.
Ramírez dice que aunque funcionarios de la FGR pudieron ir a Nuevo México para hacer peritajes, no se les permitió tener acceso a videos del aeropuerto.
“Les enseñaron algunos objetos que ‘El Mayo’ y Joaquín Guzmán usaron en el vuelo, pero no les dejaron procesar las huellas dactilares en estos. Cuando lograron ver el número de serie del avión, se dieron cuenta de que era distinto al que, pocos días después de la captura, había informado el gobierno estadounidense”.
Cuenta que en las semanas posteriores al arresto de los líderes del Cartel de Sinaloa se le entregó a las autoridades mexicanas “al menos tres versiones distintas sobre qué ocurrió con el piloto después de que aterrizó en Nuevo México”.
“La más inverosímil dice que, al aterrizar, el piloto ‘salió corriendo’ sin que nadie le pusiera mucha atención y que luego, cuando ya lo aprehendieron, no le tomaron declaraciones, no se quedaron los estadounidenses con datos de su nombre, ni sus señas y aceptaron una petición aún más increíble: que le deportaran de inmediato”.
Aún así, según cita en su columna, otras fuentes oficiales “confirmaron que no tienen indicio de ningún piloto deportado de regreso a México en las horas posteriores al arresto”.
De esta manera, Ramírez sentencia: “Ahora, México pretende juzgar por traición a la patria a cualquiera que haya contribuido al vuelo del ‘Mayo’, desde quienes controlan las pistas de fumigación, hasta quienes manejan las torres de control de los aeropuertos”.
“La trama, en general, es como una saga binacional de espías, en la que no queda claro desde cuándo y cuán profunda es la huella de la narcopolítica en México, y tampoco queda claro cuánto sabía, y desde cuándo, el gobierno de Estados Unidos”.
Cabe recordar que el pasado jueves 15 de agosto, la Fiscalía anunció que se investiga la detención del “Mayo” como un caso de “traición a la patria”.
Sostuvieron que aquello se debe a que Zambada parece haber sido entregado a Estados Unidos por Joaquín Guzmán López.
Desde el Ministerio Público explicaron, según declaraciones rescatadas por la BBC, que “es responsable de ese delito el que prive ilegalmente de su libertad a una persona en el territorio nacional para entregarla a las autoridades de otro país o trasladarla fuera de México con tal propósito”.
A diferencia del “Chapo”, “El Mayo” nunca había estado en prisión.
Y según afirmaron fuentes policiales al New York Times después del arresto, Guzmán López entabló una negociación con las autoridades estadounidenses para ayudar a su hermano Ovidio, quien fue detenido en México y extraditado a Chicago en septiembre de 2023.