Esta semana se desató una delicada controversia en torno al youtuber César Huispe —más conocido como Cesarito— , luego de que se viralizara un extracto de un capítulo de su podcast Patriarcalmente hablando, el cual fue publicado en mayo y en el que se refirió al cantante urbano Galee Galee, quien falleció el pasado 26 de ese mes.

En el registro, se puede ver cómo el creador del canal de Youtube, Críticas Qls, lee una noticia que informaba sobre la muerte del artista.

Ahí comparó burlescamente su nombre con el de “Guru Guru” y se rió constantemente de otros comentarios junto a un acompañante.

Aquello desencadenó una oleada de críticas en su contra en las redes sociales.

Pailita fue uno de los primeros cantantes de la música urbana en expresarse al respecto, a través de su cuenta de Instagram.

“Independiente de hace cuánto haya sido, no te puedes burlar de un nombre o ponerte a reír si estás hablando de un tema delicado, ni menos decir ‘bueno, a uno les va muy mal y a otros muy bien’”, manifestó, refiriéndose a la conversación entre los dos sujetos, en la que Huispe dijo que nació en el mismo hospital que Galee.

Luego, el cantante Pablo Chill-E también alzó la voz y calificó al youtuber como una “basura”.

“El mundo de la entretención es chikitito, ojalá toparte por ahí”, escribió en una historia de la plataforma, para luego recalcar que “esto no es motivo de burla”.

Frente a este escenario y ante la presión de los cibernautas que generó el polémico viral, Huispe compartió un video en el que admitió que los comentarios de dicho extracto en específico fueron desafortunados.

“Nosotros a veces nos pasamos de ahue…, hartas veces, y por lo mismo a la familia directa le queremos pedir las disculpas públicas pertinentes. Honestamente, debimos haberlo pensado mejor. Somos bien ahue… para eso”.

Pero más allá de lo ocurrido en torno al capítulo de su podcast, esta situación volvió a posicionar las conversaciones sobre salud mental en las redes.

¿Por qué los influencers deberían tener cuidado al hablar sobre depresión y suicidio? Foto: referencial.

Por qué los influencers deberían tener cuidado al hablar sobre depresión y suicidio

Según un artículo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en marzo de este año, se estima que cerca de 280 millones de personas sufren depresión alrededor del globo.

Uno de los posibles riesgos asociados a este diagnóstico, es que “puede llevar al suicidio”, aseguran desde la institución.

Es por esto que los tratamientos con especialistas cumplen un rol clave en enfrentar estos cuadros, más aún en medio de una era digital en la que abundan los mensajes de distintos tipos en la Internet.

Y como es de esperar, estos últimos pueden hacerse masivos entre los cibernautas, lo que genera preocupación ante el riesgo de que se vociferen afirmaciones falsas y/o comentarios que puedan herir a algunas personas.

El académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, Álvaro Jiménez, destaca a La Tercera —sin referirse específicamente al caso planteado antes del subtítulo— que “es relevante que los influencers tengan cuidado al hablar de la depresión y la salud mental en general, particularmente sobre suicidio”.

“Estamos hablando de personas que, como su nombre lo sugiere, son influyentes. Y sabemos que el suicidio es un comportamiento que es susceptible de ejercer influencia y conductas imitativas entre la población, sobre todo en adolescentes y jóvenes”.

En este sentido, explica que hay dos dimensiones claves a considerar en este análisis.

La primera, es que “hablar de suicidio reforzando ciertos estereotipos y estigmas contribuye a potenciar una de las principales barreras que atenta contra el hecho de que las personas pidan ayuda, cuando están presentando pensamientos, ideación o riesgo suicida”.

Por otro lado, la segunda arista a través de la cual pueden influenciar negativamente, “es por la vía de las conductas imitativas, que es lo que se conoce como efecto Werther”.

“Ya tiene bastante evidencia y consiste en que los comportamientos suicidas y los suicidios aumentan luego de que una persona, particularmente celebridades, han atentado contra sí mismas (...) Tiene que ver por un lado con el hecho de que aparece como una manera de ‘resolver problemas’ (...) y por otro, que también hay un elemento identificatorio”.

Esto último suele estar relacionado a factores como que algunas personas asuman que una celebridad o influencer tiene rasgos o experiencias similares a las de ellas.

“Ahí se produce un efecto de contagio social”, añade el especialista de la UDP, para luego enfatizar que por eso “es muy sensible cuando se trata de influencers que tienen un público adolescente y joven”.

Bajo esta línea, subraya que es importante que no se aborden estos tópicos de forma “sensacionalista” y que no se revelen detalles como los métodos utilizados, rasgos de la personalidad o “explicaciones de tipo causal”, mediante las cuales se busquen “causas” para un fenómeno que es mucho más complejo de analizar.

“Todas estas narrativas tienden a estructurar la información en forma de pensamiento dicotómico, que es típicamente como también se encuentran pensando quienes sufren de síntomas depresivos, uno de los principales factores de riesgo de la conducta suicida. Es decir, esas personas son particularmente vulnerables a estos mensajes cuando son mal entregados”.

¿Por qué los influencers deberían tener cuidado al hablar sobre depresión y suicidio? Foto: referencial.

La Dra. Consuelo Ponce de León, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes y programa RADAR, advierte que se debe tener cuidado con no reforzar los estereotipos en este ámbito, además de no invalidar las emociones o síntomas que alguien pueda presentar.

“El mensaje de que la gente sufre de depresiones o de trastornos ansiosos para llamar la atención o desde lo voluntario, es una ignorancia del porte de un buque, porque precisamente quienes enfrentan una intención suicida o están con un cuadro anímico, no lo eligen (...) es una ignorancia tomarlo desde la ironía o desde lo que pueda ser ‘divertido’, porque no lo es bajo ningún punto de vista”.

La psiquiatra, quien en ningún momento se refiere a un caso en específico, hace hincapié en que hacer comentarios de este tipo no solo puede generar sufrimiento, sino que también pueden desencadenar “un ambiente invalidante en una persona, de que ‘no es tan grave’, de que está ‘exagerando’ o de que ‘esto es voluntad’”.

“Cada uno es distinto y todos tenemos contextos muy diferentes, pero se pueden dar una serie de conversaciones internas”, asegura la experta, para luego añadir que si hay cierta admiración o confianza hacia un individuo y este cae en declaraciones de esta índole, se puede entrar en un territorio “de alto riesgo”.

Estos son algunos de los principales motivos de por qué los influencers y personajes mediáticos deben tener un especial cuidado a la hora de referirse a estos temas desde sus plataformas de difusión.

“Y todos tenemos dolencias emocionales, es parte de la vida, si no, no seríamos humanos”, agrega Ponce de León.

Sin embargo, a pesar de la toxicidad que se puede encontrar en las redes sociales, Jiménez afirma que el rol de los influencers puede ser útil para visibilizar campañas preventivas.

Eso sí, siempre y cuando cuenten con “una formación mínima o un marco” apoyado y validado por especialistas de esta área, el cual permita “entregar información de manera correcta”.

“Uno de los grandes mitos que existe, es que no hay que hablar del suicidio, porque es un problema contagioso o puede inducir a la idea. Eso es un mito. Puede ser positivo y preventivo en la medida en que se converse dentro de un marco y que se haga bien”.

De hecho, cuenta que hace unos años fue parte de una campaña con el Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes Imhay, la cual se llamó “Vamos Juntxs” y para la que trabajaron con influencers para alcanzar ese segmento de edad.

“Tuvimos una muy buena evaluación, porque efectivamente son personas que llegan con mucha mayor facilidad a la población juvenil”.

Tanto Jiménez como Ponce de León concuerdan en que solicitar la ayuda de un especialista es crucial cuando se identifican síntomas de, por ejemplo, un cuadro depresivo u otro diagnóstico que afecte al bienestar.

Si bien, en Internet se pueden encontrar ciertas informaciones verídicas que pueden ser útiles para conocer sobre un padecimiento, la académica de la U. de los Andes recalca que aunque estas sean de fuentes serias, no sustituyen a una consulta con un experto.

“El contacto vincular con un terapeuta, un psiquiatra o un médico es irreemplazable (...) necesitamos a un otro que nos entienda y eso no lo puede hacer Google”, sentenció.

Si tienes dudas sobre salud mental y prevención del suicidio, puedes llamar a Salud Responde marcando el número 600 360 7777. También puedes encontrar más información siguiendo este enlace.