Las tensiones en Medio Oriente solo se han intensificado desde que estalló la guerra.
Después de que el grupo militante Hamas efectuara una ofensiva directa contra Israel el pasado 7 de octubre de 2023, el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu ha respondido con ataques permanentes contra la Franja de Gaza.
Aquel primer episodio dejó alrededor de 1.200 muertos y 250 rehenes.
Por otro lado, los ataques de las fuerzas israelíes han generado más de 41.000 bajas, según han informado las autoridades sanitarias de Gaza.
El conflicto también se ha abierto a otros frentes y han figurado una serie de ataques cruzados entre Israel y los aliados de Hamas en la región.
Entre estos últimos figuran los miembros del llamado Eje de la Resistencia, una alianza en la que también están Irán, Hezbolá, el gobierno sirio, los hutíes de Yemen y grupos armados de Siria e Irak.
El objetivo común de estas partes es contrarrestar la influencia de Israel y Estados Unidos en Medio Oriente.
El 7 de octubre de 2024 se cumple un año desde que estalló la guerra y, hasta el momento, no se han visto señales de que se vaya a concretar un alto al fuego.
Más bien, los operativos armados se han expandido.
Después de que las fuerzas israelíes lograran asesinar al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, con ataques aéreos sobre posiciones en Beirut a finales de septiembre, iniciaron incursiones terrestres en el sur de Líbano.
Por su parte, Irán lanzó misiles contra Israel este 1 de octubre, una acción ante la que el primer ministro Netanyahu prometió que habría represalias.
Estos son solo algunos de los múltiples ataques que amenazan con la posibilidad de que se desencadene una guerra más amplia y de mayor envergadura.
Durante el tiempo en que ha durado la guerra, para Israel han sido cruciales sus sistemas de defensa.
Una de las partes más destacadas es el Domo de Hierro, un sistema antimisiles que permite identificar cohetes enemigos y disparar misiles para interceptarlos.
Sin embargo, no es el único componente clave para Israel.
También cuentan con un sistema antimisiles llamado Arrow 3, el cual fue desarrollado en conjunto con Estados Unidos.
No obstante, este tiene características diferentes a los de la también llamada Cúpula de Hierro.
Cómo es el sistema antimisiles Arrow 3
El sistema antimisiles Arrow 3 tiene el objetivo de interceptar misiles de largo alcance.
Se trata de la tercera generación de un modelo que consiste en un cohete interceptor de dos etapas con capacidad de alcanzar la exósfera, es decir, la capa superior de la atmósfera terrestre ubicada a más de 500 kilómetros de altitud.
Según un informe del Center for Strategic and International Studies (CSIS), permite alcanzar objetivos en un rango de 2.400 kilómetros.
“El interceptor Arrow 3 interactúa con el sistema de armas Arrow, que incluye un lanzador, un radar terrestre y un sistema de gestión de batalla”, afirma el grupo de expertos en su reporte.
De la misma manera, el analista de seguridad, Jonathan Marcus, declaró a la BBC en 2019 que “el Arrow 3 es la última versión del interceptor de misiles de mayor alcance de Israel”.
“En sí mismo, es parte de un sistema defensivo de múltiples capas destinado a proteger contra el ataque de misiles balísticos”, agregó el especialista.
Uno de los puntos más significativos de este sistema es que se guía a través de un radar de rayos X.
Informaciones rescatadas por Reuters afirman que los interceptores de largo alcance Arrow 2 y Arrow 3 fueron diseñados teniendo en mente la amenaza de misiles iraníes.
En palabras de Marcus, el desarrollo de los Arrow 3 “representa un logro técnico significativo en sí mismo, pero también subraya la estrecha relación estratégica entre Israel y Estados Unidos”.
Por qué Israel y Estados Unidos desarrollaron el sistema antimisiles Arrow 3
El sistema fue desarrollado por Israel y Estados Unidos a raíz de la Guerra del Golfo de 1991, según rescató la BBC.
Durante dicho conflicto, Israel fue alcanzado por 39 misiles Scud que fueron lanzados por Irak.
Con ese episodio en mente, se acordó trabajar en un sistema de defensa aérea que fuera capaz de interceptar proyectiles a una distancia segura.
Según el informe del CSIS, el Arrow 3 entró en una fase inicial en agosto de 2007, para luego comenzar su desarrollo a mediados de marzo de 2008.
La primera prueba de vuelo del sistema se dio el 25 de febrero de 2013 y ahí se pudo concretar “una trayectoria exoatmosférica a través del espacio” para verificar su sistema de propulsión.
El Arrow 3 entró en producción a plena capacidad en agosto de 2017. Aproximadamente el 50% de los componentes del sistema se producen en Estados Unidos.
Cifras rescatadas por el citado grupo de expertos detallan que, entre 2008 y 2019, el país norteamericano proporcionó casi 1.200 millones de dólares en ayuda para el desarrollo y la adquisición de este modelo.
A dicho monto se le suman casi 3.800 millones de dólares para el sistema de armas Arrow en total.
En 2019, Israel y Estados Unidos firmaron un acuerdo de coproducción del Arrow 3 y en septiembre de ese año iniciaron “la producción completa” del sistema.
Para el año fiscal de 2021, la Ley de Autorización de Defensa Nacional asignó 77 millones de dólares al desarrollo y la coproducción del Arrow 3, según el CSIS.
Desde el Ejército de Israel han afirmado que la primera vez que lo utilizaron desde el estallido de la guerra iniciada el 7 de octubre de 2023 fue el 31 de ese mismo mes y año.
Se desplegó, según declaraciones reunidas por Reuters, con el propósito de interceptar un misil tierra-tierra disparado desde el área del Mar Rojo hacia el territorio israelí.
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