Las agencias de inteligencia de Estados Unidos estaban investigando un posible complot de asesinato en contra del expresidente Donald Trump en las semanas previas a lo ocurrido el sábado 13 de julio, cuando un joven de 20 años llamado Thomas Matthew Crooks abrió fuego durante un mitin que se realizaba en Butler, Pensilvania.
Así lo aseguraron funcionarios del país norteamericano, quienes acusaron que el presunto plan de atentado era de origen iraní.
Sin embargo, no se cree que esto último esté relacionado con el tiroteo que ocurrió ese fin de semana.
A raíz del supuesto plan iraní, se ordenó que el Servicio Secreto reforzara la seguridad para el exmandatario antes de su mitin al aire libre en Butler.
No obstante, aquello no detuvo que Crooks abriera fuego desde una azotea con un rifle semiautomático AR-15.
Dicho episodio terminó con dos fallecidos —incluido el atacante— y dos heridos.
Por su parte, Trump presentó daños en su oreja derecha.
Después de que apretara el gatillo, Crooks fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Según declaraciones de los funcionarios rescatadas por el New York Times, concluyeron lo del presunto complot iraní tras revisar múltiples datos de inteligencia recogidos por varias agencias.
Además, afirmaron que se ha visto un aumento general de las amenazas contra el exmandatario Trump, quien está en la contienda electoral para conseguir su segundo periodo en la Casa Blanca.
Aunque dijeron que el Servicio Secreto ha aumentado los “recursos y activos” adicionales destinados a seguridad, no precisaron los cambios concretos que se han hecho.
Tras el violento episodio del sábado, el presidente Joe Biden ordenó una revisión independiente de los fallos de seguridad que se dieron en Butler.
Además, desde el Congreso están planeando sus propias investigaciones.
Qué se sabe del supuesto complot iraní detectado por Estados Unidos
Desde Estados Unidos manifestaron que el presunto complot tenía como motivación vengarse por un ataque que Trump ordenó en enero de 2020 —cuando todavía era presidente— , en el cual se mató al mayor general Qasem Soleimani.
Aquel líder militar había sido acusado de ser el responsable de la muerte de cientos de tropas estadounidenses en Irak.
La vocera del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, confirmó en un comunicado que “hemos estado rastreando las amenazas iraníes contra exfuncionarios de la administración Trump durante años, que se remontan a la última administración”.
“Consideramos que se trata de un asunto de seguridad nacional de máxima prioridad”, enfatizó en dichos rescatados por The Washington Post.
De la misma manera, dijo que el supuesto complot era independiente del intento de asesinato que efectuó Thomas Matthew Crooks y enfatizó que esa investigación está “activa y en curso”.
“En este momento, las fuerzas del orden han informado que sus peritajes no han identificado vínculos entre el tirador y cualquier cómplice o co-conspirador, extranjero o nacional”, agregó la portavoz el martes 16 de julio.
Previamente, según informó CNN, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, había insinuado una amenaza procedente de otro país en una sesión celebrada el lunes en la Casa Blanca.
“El panorama de amenazas es muy dinámico, tanto a nivel interno con el aumento del extremismo violento doméstico (...) por supuesto, hemos visto que el entorno de amenazas extranjeras ha aumentado”.
Frente a este escenario, el equipo de campaña de Trump manifestó en un comunicado que “no hacemos comentarios sobre el detalle de seguridad” del exmandatario y actual candidato a la presidencia para las elecciones de noviembre.
“Todas las preguntas deben dirigirse al Servicio Secreto de Estados Unidos”, subrayaron.
Qué respondieron desde Irán
Luego de que se informara sobre el presunto plan iraní para asesinar a Trump, desde ese país replicaron en un comunicado que “estas acusaciones son infundadas y maliciosas”.
“Desde la perspectiva de la República Islámica de Irán, Trump es un criminal que debe ser procesado y castigado en un tribunal de justicia por ordenar el asesinato del general Soleimani. Irán ha elegido la vía legal para llevarlo ante la justicia”, recalcaron.
A inicios de enero de 2021, cuando se cumplía el primer aniversario del ataque contra el general, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió públicamente que “los que ordenaron el asesinato” serían “castigados”.
Según el Times, el entonces presidente Trump le había dicho a unos amigos en una instancia de vacaciones que le preocupaba que desde ese país intentaran asesinarlo.