Es un sábado, son las 17:30 y una multitud está aglomerada al interior de Plaza Victoria, un restobar ubicado en la calle Santa Isabel de Providencia. Ríen, bailan con sus vasos en mano y uno que otro le pasa un dulce en la boca a quien está al lado, mientras suena “Yonaguni” de Bad Bunny.
“¿Viniste solo?”, es una pregunta frecuente entre los asistentes en la entrada, después de pasar por una mesa para registrar sus información personal y recibir una pulsera, seguido de “¿hace cuanto tiempo tienes la aplicación?”.
Así partió la segunda fiesta exclusiva que Inner Circle hizo en el país, una app que apunta a las personas que quieren tener citas, aunque con lineamientos distintos a los de otras más conocidas como Tinder y Badoo.
En primer lugar, cada uno de los usuarios debe completar sus datos en línea antes de crearse un perfil tras bajar la aplicación, para que así el equipo de la compañía con sede en Ámsterdam verifique si su información es real y evitar que se trate de un bot o un montaje. Para hacer el proceso más fácil, también se puede agilizar el paso mediante Facebook o Linkedin.
Una vez que se pasa ese primer filtro, recién se puede interactuar con otros usuarios al interior de la red social, para así generar conversaciones y ver cómo se desenvuelven con el tiempo.
Pero más allá de los aspectos técnicos, lo más atractivo para los usuarios de la aplicación es que Inner Circle organiza eventos presenciales, fiestas exclusivas para que puedan conocerse sin la necesidad de escribir detrás de una pantalla y en las que se hacen actividades y juegos con el apoyo de un animador, para romper el hielo más rápidamente.
Cómo son las fiestas de Inner Circle, la app de citas que organiza eventos presenciales
Entre medio del gentío que se pasea para pedir tragos o acercarse a alguien que le llamó la atención, se encuentra Yerko (25), un sureño que llegó a Santiago a principios de este año por motivos laborales.
Tanto su nombre como el de otros asistentes fueron cambiados para resguardar su privacidad.
Según cuenta a La Tercera, descargó Inner Circle hace aproximadamente un mes y medio luego de ver un anuncio en Instagram, y con el objetivo de conocer a más personas en la capital.
Si bien, ya había usado otras apps de citas en el pasado, asegura que esta es distinta tanto en la velocidad de las interacciones como en el perfil de usuarios.
“Es un poco más lenta. Me da la impresión de que la gente que la usa es mayor a mi edad (25) y está más inmersa en su trabajo de lunes a viernes, por lo que yo al menos veo más movimiento los fines de semana”, afirma.
Yerko se describe a sí mismo como una persona extrovertida y dispuesta a probar nuevas experiencias: decidió asistir solo ese mismo día y, una vez dentro del local, habló con tantas personas como pudo. Con algunas de ellas, todavía interactúa a través de redes sociales, aunque según confirma, principalmente con fines de generar amistad.
Cerca de él está Gino (26), un santiaguino dedicado al ámbito literario y con actitud más bien introvertida, aunque con disposición a iniciar conversaciones.
“Inicialmente me sentí un poco incómodo, porque no sabía muy bien cómo actuar”, dice a La Tercera, “a ratos se formaban conversaciones un poco torpes, pero eso es interesante, porque tienes que ir tanteando si tienes temas en común”.
Para él, la gran diferencia entre la fiesta de Inner Circle a la que asistió y cualquier otra tradicional de fin de semana, está en que “acá la gente está más abierta a acercarse a uno, a pesar de que no eres de su mismo grupo de conocidos”.
“Era fácil interactuar y la gente estaba dispuesta a hacerlo”, comenta, para después reconocer que “en un inicio tenía el prejuicio de que todos buscaban pareja (y efectivamente había gente en esa parada), pero también había personas que eran genuinamente simpáticas”.
“Después del evento seguí hablando con tres. A una la vi en persona, nos juntamos y fue agradable. Con otra quedamos de carretear en alguna oportunidad. Hasta el momento no se ha concretado, pero estamos en conversaciones”, enfatiza
Por otro lado, Marcia (27), una trabajadora del ámbito de la salud, destaca que a diferencia de otras apps que ha utilizado, en esta le da una mayor sensación de seguridad que haya que rellenar más datos, para que estos sean analizados por el sistema de verificación.
“Siento que te muestra gente un poco más ‘real’, porque hay que poner más información para crearse un usuario, lo mismo me solicitaron cuando llegué a la fiesta. Yo fui solo un par de horas durante la tarde, pero era más o menos lo que esperaba”, cuenta, “con la gente que hablé siento que hubo una parada más amistosa, pero sí vi gente que iba más en plan pareja”.
“Las actividades, la música motivada y el hecho de que hubiese un animador invitaba a que se sintiera como una fiesta en sí, aunque era de una app con estos objetivos”, añade.
Las tendencias entre los usuarios
Tanto Yerko (25), como Gino (26) y Marcia (27) concuerdan en que gran parte de las personas con las que interactuaron eran mayores a sus respectivas edades.
El director de expansión de nuevos mercados de Inner Circle, Noel Nuez, explica a La Tercera desde Países Bajos que si bien cualquier mayor de edad puede crearse un usuario tras pasar por la verificación, la app tiene una participación mayoritaria de personas entre 28 a 43 años en Latinoamérica, quienes generalmente ya tienen una vida laboral avanzada.
De la misma manera, enfatiza en que más de un 40% de ellos busca obtener una relación a largo plazo entre sus prioridades principales.
“Muchos ya han tenido relaciones antes, entonces tienen sus ideas mucho más claras. Valoran las conversaciones de calidad y conocerse más allá de los encuentros esporádicos”, detalla, “en cuanto a género, vemos más o menos un 50/50 entre hombres y mujeres, aunque va variando levemente en las fiestas, un factor que es inevitable”.
En ese rango se encuentra Rosario (39), quien trabaja en el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje. Según expresa a La Tercera, tiene Inner Circle en su celular desde hace cuatro meses y la descargó para, en sus palabras, “vincularme con personas de manera un poco más seria y no tanto para algo casual”.
“Hasta ahora no me he juntado con alguien solo a través de mensajería, pero sí me genera una sensación de más seguridad, por el tema de que te piden más datos que en ciertas plataformas no son obligatorios”, afirma, “en otras me ha pasado que me he juntado con personas que no eran la de la foto o que sospechas desde un principio”.
“Sinceramente, no es mi preferencia conocer gente a través de un chat, prefiero hacerlo en persona, y en este caso, sentí que hubo una muy buena disposición para conversar. El ambiente era más comunicativo y los grupos no eran cerrados (...) lo único que no me gusta es que el círculo aún es pequeño, entonces quizás nos encontraremos siempre las mismas personas, pero fuera de eso, volvería de todas maneras a una fiesta”.
Fernando (42), uno de los asistentes al evento de ese sábado, dice conocer bien el ambiente nocturno de Santiago. A medida que habla, nombra varios de ellos dependiendo de cuáles sean los objetivos que se tengan en mente.
“Tengo más de 40, pero aparento menos. Al hacer y estar interesado en cosas más juveniles cuidas que no te llegue el viejazo, te sientes y te ves más joven. Es una locura, pero cuando la gente me pregunta, creen que tengo 30 y lo celebro”.
A diferencia de los entrevistados anteriores, él es el único que no está seguro de si forma parte de la comunidad LGBTIQ+. Si bien se considera heterosexal (al igual que los otros entrevistados), le gusta experimentar con vestimentas y accesorios considerados socialmente como “de mujer”, según describe, aunque no tiene una clasificación específica para definir esa parte de sí mismo. Simplemente la vive.
“Me encantó la fiesta, pero creo que faltó algo de integración, que los juegos fuesen más interactivos (...) no soy bueno para las aplicaciones de celular y esas cosas, no las uso, pero conozco a harta gente, más por la vida real, porque voy y me gusta hablar en persona”, cuenta Fernando.
Respecto a las tendencias de diversidad dentro del evento, dice desde su perspectiva que el ambiente era “más bien tradicional” en relación a otros espacios, aunque sí confirma que se sintió seguro y que habló “con la mayoría de los presentes”.
Las diferencias y similitudes entre los usuarios de Chile y otros países
En contraposición a algunos sectores de Estados Unidos y Europa (continente en el que nació Inner Circle), en Chile es común que algunas fiestas terminen a altas horas de la madrugada. Pero a pesar de aquello, el horario oficial de término para el segundo evento de la app fue a las 00:00.
Aquello no fue una coincidencia. Según Nuez, “aplicamos ese formato de empezar en la tarde y terminar en la noche porque, entre otros factores, da la oportunidad de conocerse en un estado de mayor sobriedad, de forma más relajada”.
Y a eso se le suma que “nuestros usuarios son personas que muchas veces tienen agendadas otras actividades para disfrutar los domingos en horario matutino”.
“Obviamente algunos nos comentan que allá ‘los carretes’ son hasta tarde, lo mismo pasa en Argentina y en España, pero consideramos que pueden continuar la fiesta después, muchas veces en el mismo lugar si este lo permite o, si desean, en otro”.
El representante de la aplicación dice que uno de los aspectos que más les ha llamado la atención de Chile, es que existen usuarios que se organizan a través de WhatsApp de manera previa a la fiesta, para así llegar acompañados.
“Si tuviera que describir numéricamente, diría que en algunos países de Europa la gente empieza las fiestas en un grado de extroversión de 30 a 100. Muchas veces llegan solos y a medida que avanza el evento llegan a un 60 en cuanto a la interacción con otras personas”, analiza, “en cambio, en su país vemos que se ocupa todo el espectro, ya que hay casos de gente que llega sola y empieza en un número cercano a 0, para después llegar a cerca de 100 e intercambiar contactos”.
Según él, “es curioso lo que pasa allá, pero a nivel general, percibimos que a medida que transcurren las actividades presenciales, los asistentes se relajan y entran más en confianza”.
La seguridad: una aspecto esencial para los usuarios
Además de los eventos, la mayoría de los entrevistados en este artículo enfatizó en que la seguridad es uno de los puntos que más consideran tanto al momento de acceder a una aplicación como para evaluar si van a una fiesta.
Frente a este punto, Nuez dice que tienen “tolerancia cero” cuando se reportan casos de actitudes inapropiadas en el marco de la app.
“Automáticamente bloqueamos ese perfil, porque necesitamos investigar qué ha pasado y a partir de eso determinar si se puede reactivar o no y cuáles serán las medidas necesarias a tomar”, asegura, “afortunadamente no hemos tenido ningún caso de abuso, pero dentro de los eventos siempre solemos tener personas que supervisan lo que ocurre y que interactúan con los usuarios para responder sus dudas”.
“También tenemos un correo electrónico que se responde bastante rápido, en menos de 36 horas, en el que nos pueden reportar eventuales situaciones inapropiadas o consultarnos sobre si algún escenario podría considerarse como abuso o no”.
En cuanto a las proyecciones de la app en Chile, confirma que planean seguir organizando un evento al mes y que no descartan probar otras modalidades a futuro, como por ejemplo, una que hicieron en Bogotá en la que los usuarios se reunieron en un gimnasio para hacer ejercicio juntos y más tarde conversar en una terraza mientras bebían unos batidos.
“Los eventos de Inner Circle no solamente dan lugar a que se formen parejas. Se forman también otras conexiones, pueden ser de amistad o profesionales”, recalca Nuez, “hicimos una encuesta en el último evento y más del 52% de los consultados respondió que había encontrado un match para tener una cita, que es un nivel de eficiencia bastante alto”.
Puedes acceder a la aplicación a través de este enlace y una vez que tu usuario sea verificado, podrás conocer los detalles sobre las próximas fiestas.