La utilización de drones en medio de la guerra se ha posicionado como una de las estrategias más comunes en cuanto a tecnología militar. Y el conflicto originado por la invasión de Rusia en Ucrania no queda exento. Tampoco las capitales de ambos países: Moscú y Kiev, respectivamente.

Si bien, las fuerzas del mandatario Vladimir Putin han mantenido una serie de ataques constantes en el país del presidente Volidimir Zelenski, estas últimas semanas las tropas del segundo también han respondido más intensamente en el territorio del Kremlin.

Como es de esperar, tales acciones generan terror e inseguridad entre los civiles, tanto ucranianos como rusos.

Cómo se usan los drones en la guerra entre Rusia y Ucrania. Foto: Shahed-136.

El papel de los drones en la guerra entre Rusia y Ucrania

Estas naves no tripuladas pueden servir para múltiples usos. Entre ellos, se encuentran: disparar munición de combate, localizar objetivos, orientar el fuego de artillería e incluso autodetonarse para generar una explosión.

De la misma manera, son de utilidad para comprobar si el camuflaje propio es efectivo y para distraer a enemigos en sus operaciones.

El investigador principal del Real Instituto Elcano especializado en defensa, Félix Arteaga, explicó a El País que “Ucrania los ha implementado muy bien, de una forma descentralizada, a lo largo de todo el frente”.

En este sentido, dijo que “Rusia ha aprendido mucho del empleo ucraniano de los drones”.

Ambas facciones cuentan con una serie de modelos específicos.

Cómo se usan los drones en la guerra entre Rusia y Ucrania. Foto: Bayraktar TB2.

Los modelos que tienen a su disposición

Según contó el especialista al citado medio, Rusia ha utilizado ampliamente los Shahed-136 de procedencia iraní, los cuales son conocidos como drones kamikazes o suicidas (debido a que explotan), mientras que también tienen otros de mayor tecnología como el Lancet-3.

Por otro lado, Ucrania cuenta con los Bayraktar TB2 de origen turco y con ejemplares que igualmente cumplen con el rol de estallar: los Switchblade-300 estadounidenses. Asimismo, poseen unos de fabricación nacional llamados UJ-22 Airborne, los cuales —al menos en teoría— les permitirían llegar a Moscú, por lo que se cree que esos han sido usados recientemente para atacar a la capital rusa.

A ello se le suma que los dos países tienen drones civiles que modifican para poder utilizarlos con fines militares, tales como los DJI Mavic. Esos, según Arteaga, se emplean en “misiones que tienen que ver con la inteligencia, la vigilancia, la detección de blancos y evaluar los daños de las acciones”.

“Permiten a los sistemas de dirección de tiro mejorar su puntería. Se les pueden añadir desde granadas de mano a granadas de mortero o a lanzacohetes”, precisó el experto.

Mientras tanto, a medida que avanza la guerra, Rusia y Ucrania siguen adoptando medidas para prevenir los ataques de sus adversarios, las cuales van desde tener vigilantes en los techos hasta prender grandes focos de luz durante las noches y adaptar sus vehículos para responder a posibles encuentros con estos drones.

Puedes revisar un video explicativo del citado medio a continuación.