Cuáles son los elementos del hogar que son potencialmente peligrosos para los gatos

Cuáles son los elementos del hogar que son potencialmente peligrosos para los gatos.

Los felinos están constantemente explorando los objetos que son visualmente atractivos para ellos, pero algunos pueden ser perjudiciales para su salud. Estos son algunos de ellos, según dos especialistas.


Los gatos tienen fama de ser curiosos, observadores, ágiles y cazadores por naturaleza. Sin embargo, en medio de ese deseo por descubrir esas cosas novedosas que aparecen frente a su vista dentro del hogar, los felinos podrían enfrentarse a elementos que son potencialmente nocivos para su salud. En el peor de los casos, hay algunas cosas que podrían causarle la muerte.

El problema es que esos artículos habitualmente están en gran parte de las casas y algunos pasan desapercibidos. Están guardados en las despensas, encima de los muebles y se usan a diario para cocinar, limpiar, aliviar dolores o adornar.

La intoxicación en gatos puede darse por diferentes vías. Una de ellas es la ingesta directa del elemento tóxico, pero también puede suceder por la absorción cutánea o por inhalación.

Acá, dos especialistas cuentan a La Tercera cuáles son las cosas comunes de los hogares que podrían convertirse en una amenaza para el bienestar de tu minino.

Alimentos

Si bien hay quienes piensan que dar ocasionalmente un poco de comida casera a tu gato podría ser una buena forma de mimarlo, la realidad es que hay ciertos alimentos que no tienen ningún efecto positivo en su salud, sino que todo lo contrario.

Amélie Pérez, médica veterinaria (@amelie.veterinaria), cuenta que uno de los alimentos que debería estar prohibido para los gatos es la cebolla, debido a las consecuencias perjudiciales que provoca en ellos. “Puede causar anemia hemolítica”, dice.

¿Y qué hay de los huesos de carne y pollo? La ingesta de ellos produce obstrucciones intestinales, lo que obliga a realizar cirugías de urgencia. Al mismo tiempo, es posible que genere fracturas dentales.

Las bebidas con cafeína, como el té y el café, también entran en la lista. “Si un gato toma le puede aumentar la presión. También muestra signos gastrointestinales, como diarreas y vómitos”, dice la médica veterinaria Claudia Morales (@vetfelina.cl).

El café y té pueden incrementar la presión a los gatos.

Por otro lado, el chocolate contiene un compuesto llamado teobromina que tiene un efecto estimulante en el sistema nervioso del gato. Si bien los humanos metabolizan rápidamente esa sustancia, no ocurre lo mismo en un minino, por lo que poco se irá acumulando en su organismo. Morales destaca que mientras mayor cantidad de cacao tenga el chocolate, más tóxicas podrían ser las consecuencias.

Diarreas, vómitos, daño renal o neurológico, son algunos de los signos que se presentan en un gato si consume chocolate.

Plantas

Hasta esas queridas plantas que le dan un toque único al hogar podrían suponer una amenaza para la salud de nuestro compañero peludo. Muchas de ellas provocan efectos gastrointestinales graves, de acuerdo a las especialistas.

Las que quizás están entre las más peligrosas son los lirios: pueden causar enfermedad renal aguda y son potencialmente mortales. La planta en general es tóxica, incluyendo sus pétalos, hojas y polen, por lo que si un gato ingiere el polen, ya podría implicar un peligro.

“Hay algunos países que incluso advierten en su envoltorio que esta planta es tóxica para los gatos. Eso en Chile no existe”, dice Morales.

Con la schefflera también se debe optar por no tenerlas o dejarlas donde los felinos no tengan acceso a ella. La médica veterinaria advierte que “al tener contacto con la saliva del gato genera cristales de oxalato y provoca una erosión en todo el sistema digestivo. No tiene consecuencias fatales, pero sí los gatos lo pasan muy mal cuando la comen”.

Pérez añade que en la lista de flores tóxicas entran las liláceas, los tulipanes, las hortensias, las amapolas y la flor de navidad. Y con respecto a otras plantas, se debe prestar atención a los ficus, la marihuana, el filodendro y la monstera.

“Basta que los gatos coman sus hojas para ver vómitos, decaimiento o falta de apetito”, advierte.

Hay varias plantas que pueden ser tóxicas para los gatos.

Medicamentos

Es común que, para esos casos en que buscamos aliviar algún tipo de dolor, dejemos paracetamol encima de los muebles para encontrarlo fácilmente. Según las expertas, una mínima dosis podría desatar un daño en los gatos.

Pérez menciona que tiene efectos en el hígado, las mucosas y la piel se tornan amarillas (ictericia), además de presentar vómitos y decaimiento. “Sin tratamiento, la muerte se produce rápidamente. En general se recomienda que todos los medicamentos estén en un lugar seguro, donde los animales no tengan acceso”.

El minoxidil es un fármaco que se usa para estimular el crecimiento del cabello, y si bien no es tan habitual que esté en todos los hogares, su presencia es muy riesgosa si es que hay un felino cerca. De hecho podría verse afectado solo por la exposición accidental.

“Genera hipotensión severa y otros síntomas cardíacos y respiratorios. En los peores casos causa la muerte. La intoxicación más común se produce cuando los gatos lamen o se frotan directamente en el pelo de sus tutores. Así ingieren el producto”, explica Pérez.

Insecticidas y pesticidas

Los gatos son muy sensibles frente a los productos que están orientados a combatir insectos y plagas. Especialmente los que poseen piretroides pueden llegar a ser altamente peligrosos, ya que generan daño neurológico e incluso la muerte.

Pérez recalca que incluso los productos antipulgas para perros son tóxicos cuando se usan en felinos, ya que hay algunos en base a piretroides. “Si a un gatito le ponemos una pipeta contra pulgas y que está pensada en perros, es muy probable que muera”, comenta.

Hilos y lanas

Morales advierte que entre los elementos que son perjudiciales y que pasan inadvertidos en todas las zonas del hogar están los trozos de hilos, lanas, cintas y colets. Este tipo de objetos puede ser muy atractivo visualmente para un gato, y mientras juega con ellos podría ingerirlos a propósito o de forma accidental. Una vez que lo consume, lo que ocurre es que quedan alojados en su estómago o intestino.

Los trozos de hilos y lanas son peligrosos para los gatos, pues podrían ingerirlos a propósito o accidentalemente.

“Es común recibir gatitos de urgencia que se han tragado hilos. Estos forman obstrucciones intestinales que se llaman cuerpos extraños lineales, los cuales deben ser extraídos por cirugía de urgencia. Muchas veces también juegan con hilos que tienen agujas, las tragan y las agujas se incrustan el paladar o perforan alguna parte del tracto gastrointestinal, lo que también puede ser mortal”, agrega Pérez.

Algunas de las dificultades en estas situaciones es que, según las especialistas, los signos de que el gato ha ingerido estos elementos pueden notarse horas o días después. A eso se suma que pueden estar esparcidos o escondidos en varios lugares, lo que hace más difícil controlar que el felino se los coma.

Qué hacer si un gato se ha intoxicado

Si estamos sospechando de una posible intoxicación pero no es tan evidente, los cambios de conducta podrían esconder la respuesta. Por lo mismo es clave conocer bien cómo actúa normalmente el felino: si recibe a su tutor cuando al llegar al hogar, si pide comida o vocaliza.

“El primer signo de malestar puede ser que esté más decaído o menos activo”, dice Morales. Otro indicio está en que su tutor le ofrezca diferentes estímulos, como jugar o darle churu, y que el gato los evite. Si no responde como siempre, se debe revisar sus patitas y otras zonas del cuerpo.

Pérez cuenta que cuando los daños son gastrointestinales, los gatos presentan vómitos y diarreas; cuando los daños son renales podrían estar con mucha sed y orina en exceso. “Otros tóxicos generan problemas neurológicos, como ataxia (falta de coordinación al caminar), convulsiones e hipersalivación. Algunos producen daño cardiaco y respiratorio”, agrega.

Sean evidentes o no los síntomas, las especialistas coinciden en que lo primero que se debe hacer ante la sospecha es llevarlo a una urgencia veterinaria lo más pronto posible: las primeras horas son decisivas para salvarle la vida a un gatito, ya que algunos tóxicos actúan rápidamente.

“Mientras más rápido se actúe, mayor probabilidad tenemos de que nuestro gato se pueda mejorar. Si uno ve que comió algo que no debería, hay que acudir inmediatamente al veterinario”, plantea Pérez.

Luego concluye: “Siempre hay que recordar que más vale prevenir que lamentar. Debemos mantener a nuestros gatos alejados de los elementos que son nocivos para ellos”.

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