El magnate de la tecnología y propietario de SpaceX, Elon Musk, reveló cuándo cree que se lanzarán los primeros vuelos a Marte.
En una publicación de X (ex Twitter), red social de la que también es dueño, dijo que se enviarán “dentro de dos años, cuando se abra la próxima ventana de transferencia Tierra-Marte”.
Sin embargo, hizo hincapié en que esos viajes iniciales no serían tripulados.
Esto, debido a que antes se debe “comprobar la fiabilidad de un aterrizaje sin daños” en el Planeta Rojo.
“Si los aterrizajes salen bien, los primeros vuelos tripulados a Marte se realizarán dentro de cuatro años”, enfatizó el multimillonario.
Según su pronóstico, a partir de ese momento “la tasa de vuelo crecerá exponencialmente, con el objetivo de construir una ciudad autosuficiente en unos 20 años”.
Musk espera que aquello sea posible gracias a los avances del cohete Starship, el cual es presentado como el más grande y poderoso que se haya construido.
Cómo es el cohete Starship y cómo Elon Musk espera que llegue a Marte
Informaciones rescatadas por Space detallan que está construido con acero inoxidable y reúne dos elementos: un propulsor de primera etapa llamado Super Heavy y una nave espacial de etapa superior de 50 metros de altura, la cual también es conocida como Starship.
Con sus partes apiladas, mide 122 metros de altura, aproximadamente.
Además de por factores como su potencia, el Starship destaca porque está diseñado para ser completamente reutilizable.
Hasta inicios de septiembre de 2024, SpaceX ha realizado cuatro misiones de prueba.
Las primeras fueron en abril y noviembre de 2023, mientras que las siguientes se dieron en marzo y junio de este año.
A pesar de que el cohete ha enfrentado distintos problemas en sus testeos, ha mostrado un mejor desempeño a medida que pasan los vuelos.
En el más reciente, SpaceX logró todos sus objetivos principales.
Se trató de la primera vez en que concretaron una prueba sin que el Starship explotara. La instancia también contempló que regresara a la Tierra para amerizar en el Océano Índico.
Actualmente, los esfuerzos de la compañía están centrados en lo que será el próximo vuelo del Starship, en el que buscarán aterrizar el Super Heavy en el soporte de lanzamiento, según rescató el citado medio.
No obstante, pese al entusiasmo del magnate en torno al Planeta Rojo, el cohete primero deberá llevar astronautas a la Luna, para después apostar por Marte.
Las operaciones de SpaceX, además de interés, han despertado debates a raíz de distintas investigaciones.
Un estudio publicado el 26 de agosto de 2024 en la revista científica Geophysical Research Letters concluyó que las explosiones del Starship en 2023 contribuyeron a que se abriera uno de los “agujeros” más grandes que se hayan detectado en la ionósfera.
Cabe recordar, a grandes rasgos, que esta última es la capa atmosférica que opera como escudo protector para la vida en la Tierra.
El episodio se posicionó como la primera vez en que esta clase de perturbación en dicha capa es generada por una explosión impulsada por humanos.
Según los investigadores, aquello habría ocurrido en su segundo vuelo de prueba, el 18 de noviembre de 2023.
“(En esa fecha) SpaceX lanzó el Starship, el cohete más alto y poderoso jamás construido. El motor Super Heavy se separó de la nave espacial Starship y explotó a 90 km de altitud, mientras que el núcleo principal Starship continuó elevándose hasta 149 km y explotó después de ∼8 minutos de vuelo”, se lee en el abstract (el breve resumen) de la investigación.
“Para este trabajo, utilizamos datos de receptores GNSS terrestres y analizamos la respuesta del contenido total de electrones (TEC) al vuelo de Starship y las dos explosiones. Por primera vez, observamos la propagación a gran distancia hacia el norte de intensas perturbaciones ionosféricas en forma de V de 2.000 km a partir de la trayectoria del cohete”.
“Las perturbaciones observadas, muy probablemente, representan ondas de choque que se propagan con un ángulo de cono de ∼14° en el Norte y ∼7° en el Sur contra la trayectoria de vuelo que corresponde al ángulo de Mach de las ondas de choque en la atmósfera inferior. La explosión de Starship también produjo un agotamiento no químico en el TEC ionosférico”, afirman los autores en su escrito.
Otras investigaciones recientes se han centrado específicamente en el Planeta Rojo.
Una publicada el 12 de agosto de 2024 en Proceedings of the National Academy of Sciences utilizó datos sismológicos de la misión Insight de la NASA y afirmó el hallazgo de agua líquida en Marte.
“Hace más de 3.000 millones de años, en la superficie de Marte existían grandes volúmenes de agua líquida de forma transitoria. Se plantea la hipótesis de que gran parte de esta agua quedó secuestrada en el subsuelo o se perdió en el espacio”, escribieron los autores.
Por otro lado, desde una vereda más teórica y a largo plazo, algunos especialistas han planteado cómo se debería gestionar una eventual civilización en el mencionado planeta.
Uno de ellos es el astrobiólogo Jacob Haqq-Misra del Blue Marble Space Institute of Science (BMSIS, por sus siglas en inglés), quien sugiere que Marte debería tener un sistema “autonómo”.
El también autor del libro Sovereign Mars: Transforming Our Values through Space Settlement (University Press of Kansas, 2022) sostiene que, en caso de que los seres humanos logren establecerse en el planeta, este debería contar con mecanismos independientes a los de la Tierra.
Aquello implicaría factores como que los habitantes tengan su propio sistema económico y legal, además de que naturalmente desarrollen una cultura local.
Incluso, en junio de 2024, presentó a Space Policy un artículo en el que propuso “un modelo de libertad económica en Marte”.
“Las aspiraciones de sustentar la vida humana en el espacio deben basarse en factores humanos, en lugar de solo en limitaciones tecnológicas. Los avances en los modelos de gobernanza y ética son necesarios a medida que la civilización humana se convierte en una especie espacial”, subraya Haqq-Misra en el documento.