La ptosis palpebral es un problema médico que afecta a la visión de los pacientes y genera que uno o ambos párpados se caigan por sobre el o los ojos, dependiendo del caso.
Tanto los adultos como los niños pueden ser diagnosticados con este padecimiento, mientras que puede aparecer en el nacimiento (ptosis congénita) o en etapas posteriores de la vida (ptosis adquirida).
Según un artículo de especialistas de la Clínica Cleveland de Estados Unidos, los síntomas incluyen: frotarse excesivamente los ojos, aumento de lagrimeo, disminución o alteración de la visión y cansancio o dolor alrededor de la zona afectada.
A esto se le suma que los niños pueden inclinar su cabeza hacia atrás para poder ver.
Tal como se mencionaba más arriba, la ptosis palpebral puede aparecer en el nacimiento de algunos bebés.
Por otro lado, las causas de cuando aparece posteriormente se deben al debilitamiento de los músculos o ligamentos que elevan el párpado. Esto, a raíz de alguna lesión o enfermedad relacionada.
Entre los diagnósticos que pueden contribuir a que se desarrolle esta afección están: un orzuelo, síndrome de Horner, miastenia grave, apoplejía, un tumor u oftalmoplejía externa.
Asimismo, desde el citado centro médico manifestaron que la mayoría de los casos se producen con el envejecimiento, debido a que a medida que avanza la edad, la piel y los músculos de los párpados se estiran y debilitan.
“A veces, la cirugía ocular previa acelera este cambio, porque los instrumentos utilizados para mantener el ojo abierto durante la intervención pueden estirar el párpado”, detallaron.
Los riesgos de no tratar la ptosis palpebral y cuándo acudir a un médico
Los especialistas de la Clínica Cleveland subrayaron que si se trata de un caso congénito, lo mejor es tratarlo lo antes posible. Si no se hace, el bebé podría presentar otros problemas que afecten al desarrollo de su visión.
Respecto a la ptosis adquirida y de intensidad grave dijeron que podría desencadenarse un astigmatismo, una ambliopía y complicaciones en otras partes del cuerpo (como resultado de levantar la barbilla para poder ver mejor).
Esos son algunos de los motivos de por qué es recomendable visitar a un médico cuando se presentan signos asociados.
Los tratamientos para enfrentarla pueden variar dependiendo de la gravedad de cada caso, de si la raíz es una enfermedad y de si la ptosis afecta a la visión y/o al aspecto de los párpados.
Cuando las causas están mayormente vinculadas al envejecimiento, los expertos tienden a incluir una cirugía.
“La mayoría de las intervenciones quirúrgicas para corregir los párpados caídos son muy satisfactorias”, enfatizaron desde la Clínica Cleveland.
De la misma manera, subrayaron que se debe acudir a un médico cuando la ptosis está perjudicando su visión, cuando está afectando a su aspecto y le molesta, cuando un párpado comienza a caerse o cerrarse repentinamente y cuando se tiene dolor o se ve doble.
Si el afectado es un niño, se debe acudir lo antes posible a un doctor para que evalúe su estado de salud.
“Independientemente de si reciben tratamiento de inmediato o más adelante, deben acudir a un oftalmólogo con regularidad para realizar un seguimiento de su visión mediante exámenes oculares periódicos”, sentenciaron.