Este mes inició el Mundial de Qatar 2022, una cita deportiva en donde las selecciones de fútbol de diferentes países se enfrentan en el campo de juego para levantar el aclamado trofeo de la FIFA.
Aquello ha llevado a que numerosos hinchas de todo el mundo hayan viajado al país árabe para presenciar los encuentros, los cuales también pueden verse en modalidad online o a través de televisión abierta y cable.
Pero a pesar de que la mayoría de los turistas en Qatar disfruta de los partidos en medio de gritos y cánticos, otros se alejan de las galerías para vivir experiencias personalizadas en ambientes de lujo, a los cuales solo se puede acceder pagando precios exorbitantes o a través de una invitación personal.
Según informaciones reunidas por el New York Times, existen tres categorías exclusivas de estos tipos: la zona de hospitalidad, la VIP y la VVIP, la cual es una versión maximizada de lo que sería un VIP tradicional.
Y si bien, las autoridades locales anunciaron poco antes del inicio del Mundial que no se permitiría el consumo de alcohol en los estadios, estas reglas no aplican para quienes se encuentran en los lugares mencionados.
Una experiencia de lujo
La primera de ellas es la zona de hospitalidad, la cual se divide en cinco sectores graduales y es gestionada por la empresa Match Hospitality, socia de la FIFA, la cual ha recaudado unos 800 millones de dólares en la venta de entradas para estas locaciones.
El precio por un asiento en la más económica de estas divisiones en el Estadio Al Bayt, es de $950 dólares (poco más de $850.000 pesos chilenos) e incluye una variedad de comidas locales de estilo callejero, además de vino y cerveza.
En el medio de esta categorización, se encuentra otra que vale $3.000 dólares por asiento ($2.690.000 aprox), la cual ofrece a los visitantes una gran variedad de tragos y picoteos, además de música en vivo, bolsas con regalos en su interior, y el acceso a un bufé que ofrece desde carnes selectas hasta seis tipos de postres distintos.
Más arriba, en el tope de las divisiones de hospitalidad, los aficionados desembolsan desde $5.000 dólares por persona (cerca de $4.475.000) para contar con las comodidades de una suite de lujo, con chef privado y cócteles preparados por especialistas. A ello se le suman las eventuales “apariciones de invitados” famosos, de quienes se desconoce su identidad hasta que aparecen en la habitación.
Asimismo, la más exclusiva de ellas, el Pearl Lounge, cuenta con una cama retráctil, baño con ducha y “un excepcional regalo conmemorativo”.
Cuando los lujos no son suficientes
La mayoría de las personas que acceden a los sectores de hospitalidad consiguen un pase debido a que pagan por él, una realidad muy distinta a la de las zonas VIP y VVIP, en donde los asistentes reciben invitaciones directas.
Según afirmó al Times una de las funcionarias que trabaja en el evento, quien no quiso revelar su identidad por motivos de seguridad, la primera de estas divisiones está reservada para los patrocinadores.
Por otro lado, un periodista saudí que también quiso resguardar su nombre, dijo que estas personas “suelen ser del sector empresarial y bancario”, mientras que “los VVIP son el emir (la máxima autoridad de Qatar) y la gente que lo rodea, tales como su familia y su padre, además de funcionarios extranjeros”.
En este sentido, añadió que los altos mandos de la FIFA, como el presidente Gianni Infantino, también estarían considerados en este último grupo, mientras que el resto de los organizadores sólo calificarían como VIP.
Junto con ello, las investigaciones del Times informaron que cuando los participantes del VVIP reciben a más invitados de la cuenta, pueden acceder a un sector aun más exclusivo llamado VVVIP, el cual sería el equivalente a disfrutar de las comodidades de un hotel “siete estrellas”, es decir, mucho más exuberante que las de uno de cinco, clasificación que poseen la mayoría de los hoteles de lujo en el mundo.