Las constantes notificaciones en redes sociales, el consumo excesivo de café, el estrés ligado a la rutina y el atractivo de los nuevos estrenos que llegan al streaming. Son muchos los factores que pueden afectar a nuestros ciclos de descanso, hasta el punto en que podrían desatar graves complicaciones en la salud.
Un sondeo realizado por la Clínica Somno en 2021 reveló que más del 80% de los chilenos no está satisfecho con su calidad de sueño, mientras que más del 74% manifestó su preocupación por este escenario.
Tales cifras, sumadas a las de otras investigaciones, posicionan al país como el que menos duerme en toda Latinoamérica.
A ello se le suma que numerosos estudios internacionales han alertado que dormir menos de las horas recomendadas según la edad puede aportar al desarrollo de diagnósticos como ciertos tipos de cáncer, demencia, obesidad, diabetes y problemas al corazón, entre otros.
Es por esto que si tienes dificultades para conciliar el sueño, los especialistas recomiendan que tengas en consideración algunos aspectos que influyen tanto en tu bienestar físico como mental.
Las consecuencias de dormir menos de 6 horas diarias
Una investigación publicada en 2010 en el medio académico ACS Journals detalló que dormir menos de 6 horas diarias aumenta en un 50% las probabilidades de sufrir un cáncer de intestino, debido a que reduce los niveles de hormonas como la melatonina, que tienen una vital importancia para sentir sueño.
Otra publicada dos años más tarde en Plos One advirtió que el riesgo de padecer algún tipo de cáncer asciende en un 43% en comparación a las personas que duermen siete horas o más, mientras que un estudio disponible en el Journal of the American Heart Association alertó que tienen casi tres veces más chances de morir en 30 años de vida.
Según un sondeo de la Universidad de Chicago revisado por Infobae, los adultos de 45 años o más que duermen seis horas o menos también tienen 200% más posibilidades de enfrentar un ataque al corazón o un derrame cerebral, por lo que los autores recalcaron que cada minuto cuenta cuando se trata del sueño y su relación con la salud.
A nivel mental, las consecuencias tampoco quedan exentas.
Estudios de universidades como la de Stanford y la de Cambridge han concluído que no dormir lo suficiente está asociado con un mayor riesgo de padecer demencia cuando se llega a la vejez, además de un ascendente deterioro de la memoria, la atención y la velocidad de pensamiento.
De la misma manera, otro de la Clínica Mayo de Estados Unidos alertó que los pacientes con un ciclo irregular pueden sufrir un aumento de hasta un 11% en la grasa visceral del abdomen, lo que está ligado con cuadros clínicos como la obesidad.
Asimismo, una investigación disponible en la Biblioteca Nacional de Medicina del país norteamericano reveló que el sistema inmune se debilita con el acto de dormir menos de lo recomendado, hasta el punto en que las células conocidas como “asesinas naturales” —las cuales cumplen un rol clave en proteger el organismo— pueden reducirse en más de un 70%.
En cuanto a la diabetes, científicos de la Universidad de Bristol en Reino Unido aseguraron —según declaraciones reunidas por Infobae— que existe una relación directa entre dormir menos de seis horas y tener niveles de azúcar más altos en la sangre, un factor que podría afectar considerablemente en el diagnóstico de diabetes de tipo 2, además de otras enfermedades.
Cuántas horas debes dormir según tu edad y qué métodos puedes aplicar
Expertos consultados por el citado medio detallaron que los niños de 3 a 5 años deben dormir entre 10 y 13 horas diarias, mientras que los de 6 a 13 deben hacerlo entre 9 y 12.
Por otro lado, a los adolescentes de 14 a 17 se les recomienda descansar entre 8 y 10, y a los adultos de 18 a 64 se les sugiere entre 7 y 9.
En el caso de los mayores de 65 años, deben hacerlo entre 7 y 8 horas.
Para cumplir con aquella tarea, una nota de La Tercera profundiza en las posiciones para facilitar los tiempos de descanso, mientras que otra explica un novedoso método que podría ayudarte a dormir mejor.
Si bien, tales recomendaciones pueden ser de utilidad, siempre es recomendable visitar a un médico para evaluar tu caso particular y los efectos que generan distintos hábitos en tu salud.