Fue el viernes 28 de febrero cuando el mandatario de Ucrania, Volodimir Zelenski, visitó Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump y el vicepresidente JD Vance.
Se tenía previsto que en la instancia evaluaran cómo poner fin a la guerra en el país europeo y que sellaran un acuerdo que permitiría a Estados Unidos explotar minerales en su territorio, a cambio de ayuda.
No obstante, el encuentro terminó con una tensa discusión en la que Trump y Vance criticaron a Zelenski.
Lo acusaron de no estar lo suficientemente agradecido por el apoyo de Estados Unidos y trataron de presionarlo para que aceptara un acuerdo de paz en los términos que ellos dictaran.
Trump incluso le dijo que no está “en una buena posición en este momento” y lo acusó de estar “jugando con una Tercera Guerra Mundial”.
Cabe recordar que Ucrania se ha enfrentado a una invasión militar a gran escala por parte de Rusia, desde el pasado 24 de febrero de 2022.
La reunión en la Casa Blanca acabó con la salida de Zelenski de la Oficina Oval y un incremento en las tensiones entre Washington y Kiev.
Dos días después, el domingo, el presidente ucraniano se reunió con sus aliados europeos en una cumbre en Londres, la cual fue organizada por el primer ministro británico, Keir Starmer.
En el encuentro, establecieron un plan de cuatro puntos, en lo que reflejó un consenso en cuanto a suministrar soporte a Ucrania.
El pacto es apoyado por los principales países europeos, además de Canadá y Turquía, e incluye mantener la ayuda militar al país mientras siga la guerra.
A lo largo de los tres años en que se ha extendido la invasión a gran escala, el apoyo de Estados Unidos y los aliados occidentales ha sido crucial para que las fuerzas ucranianas puedan contrarrestar la ofensiva rusa.
Sin embargo, el regreso de Trump a la Casa Blanca y los recientes acontecimientos han puesto en duda el papel del país norteamericano.
El abanderado republicano ha enfatizado que no tiene previsto enviar tropas estadounidenses al país para vigilar un potencial alto al fuego.
Trump también ha manifestado que, principalmente, los países europeos deberían encargarse de ofrecer apoyo militar a Ucrania.
El lunes 3 de marzo, se reportó que su administración suspendió el financiamiento para nuevas ventas de armas a Ucrania y está evaluando bloquear el envío de armamento desde los arsenales estadounidenses.
Previamente, el 18 de febrero, altos funcionarios de Estados Unidos y Rusia se reunieron en Arabia Saudita, instancia en la que acordaron establecer equipos para trabajar en el fin de la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la reunión fue ampliamente criticada en Kiev y entre los aliados europeos, ya que sus representantes no fueron invitados a participar de esas conversaciones.
Zelenski ha reiterado en múltiples ocasiones que no reconocerán un acuerdo en el que no participen funcionarios ucranianos.
Tras la polémica reunión en Washington el 28 de febrero, algunos altos funcionarios estadounidenses han sugerido que Zelenski debería renunciar al cargo.
Al mismo tiempo, los aliados europeos de Ucrania han enfatizado su apoyo al país.
Simultáneamente, han destacado la importancia de Estados Unidos en las conversaciones para poner fin a la guerra.
Qué escenario enfrenta Zelenski tras la polémica reunión con Trump en la Casa Blanca
El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, dijo el domingo al programa State of the Union de CNN que la administración se pregunta si Zelenski realmente quiere terminar el conflicto.
“Necesitamos un líder que pueda lidiar con nosotros, eventualmente lidiar con los rusos y terminar esta guerra”, declaró Waltz.
Y agregó: “Si se hace evidente que las motivaciones personales o políticas del presidente Zelenski son divergentes con respecto a terminar los combates en su país, entonces creo que tenemos un verdadero problema en nuestras manos”.
El reportero senior de CNN Politics, Stephen Collinson, afirmó en un análisis que “el comentario de Waltz subraya la posición de Estados Unidos de que la guerra debe terminar pase lo que pase, mientras Trump se apresura a un acercamiento con el presidente ruso Vladimir Putin después de culpar falsamente a Zelenski por la invasión no provocada”.
El lunes 3 de marzo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, sugirió que “alguien debe obligar a Zelenski a cambiar su posición”.
“Alguien debe hacer que Zelenski quiera la paz”, añadió el representante ruso.
Sus comentarios se posicionan a tres años desde que Rusia inició su invasión militar a gran escala en Ucrania, conflicto en el que se han asesinado miles de civiles y han podido ocupar territorios del país.
Refiriéndose a las iniciativas de paz de los aliados europeos de Kiev, Peskov manifestó: “También hubo declaraciones sobre la necesidad de proporcionar urgentemente mayores niveles de financiación para Ucrania”.
“Esto claramente no es para un plan de paz, sino para la continuación de las operaciones militares”.
Tres días después del tenso encuentro en la Oficina Oval, el lunes 3 de marzo, Trump hizo nuevos comentarios contra Zelenski, refiriéndose a declaraciones que su par ucraniano hizo a AP y en las que dijo que el fin de la guerra con Rusia estaba “muy lejos”.
En una publicación en su red social, Truth Social, el mandatario estadounidense escribió: “¡Es la peor declaración que Zelenski podría haber hecho y Estados Unidos no la tolerará por mucho más tiempo!”.
“Es lo que estaba diciendo, este tipo no quiere que haya paz mientras tenga el apoyo de Estados Unidos y, Europa, en la reunión que tuvieron con Zelenski, declaró rotundamente que no pueden hacer el trabajo sin Estados Unidos”.
“Probablemente no haya sido una gran declaración en términos de demostración de fuerza contra Rusia. ¿En qué están pensando?”, sentenció Trump en su post.
En la reunión en Londres realizada el domingo, Starmer prometió una “coalición de países” para armar y defender a Ucrania.
Junto con ello, alertó que cualquier paz duradera necesitaría garantías de seguridad de Estados Unidos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó que los aliados de Ucrania necesitan convertir al país en un “puercoespín de acero que sea indigerible para los invasores potenciales”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Mike Johnson, hizo declaraciones en una similar a la de Waltz.
En conversación con el programa Meet the Press de NBC, dijo que Zelenski “o tiene que entrar en razón y volver a la mesa en agradecimiento, o alguien más tiene que liderar el país para hacerlo”.
Asimismo, el senador republicano Lindsey Graham declaró tras el episodio del viernes en la Casa Blanca: “No sé si alguna vez podremos volver a hacer negocios con Zelenski”.
La semana pasada, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió con Trump en Washington.
En dicha instancia, declaró que “hay un agresor: Rusia”.
“Hay una víctima: Ucrania. Hicimos bien en ayudar a Ucrania y sancionar a Rusia hace tres años, y seguimos haciéndolo“.
Las declaraciones de Macron sintetizan la posición de los aliados europeos en torno al conflicto desatado por Moscú.
Por su parte, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, escribió en su cuenta de X (ex Twitter) tras la discusión entre Trump y Zelenski en la Casa Blanca: “¡Nadie quiere la paz más que los ciudadanos de Ucrania!”.
“Por eso trabajamos juntos para encontrar un camino hacia una paz duradera y justa. Ucrania puede confiar en Alemania y en Europa”.