Las ofertas estacionales en las multitiendas, las llamadas de tus amigos para salir a comer, los anuncios de nuevos espectáculos que consideras imperdibles y los preparativos para elegir cuál será el panorama de tus próximas vacaciones.
Son múltiples los gastos que pueden surgir para fomentar tu ocio o entretenimiento. Y si bien, estos pueden ser útiles para desconectarte de la rutina y todo lo que significa el trabajo, aquello puede convertirse en un problema cuando pones en riesgo tus finanzas personales.
¿Alguna vez te ha pasado que destinas un monto para comprar un artículo o contratar un servicio, y después te arrepientes apenas revisas detenidamente tu cuenta bancaria?
Existe una serie de estrategias para prevenir estas situaciones, en las que incluso se puede apretar el botón de compra sin estar tan convencido o por mera impulsividad.
La asesora financiera de Inversimply, Margarita Illescas, explicó recientemente a Business Insider que aunque tengas considerado atender tus gastos del futuro —como los ahorros, inversiones y jubilación— , no podrás manejar tu dinero eficientemente si no analizas tus gastos del presente.
“Hay que tener un equilibrio. Tienes que diseñar tu futuro, a mediano y a largo plazo, pero hay que vivir el presente y ese presente es hoy. No deberías sentirte culpable por querer tener un espacio de ocio. Ahora bien, tienes que pasar del ahorro al ocio. Si vives hoy, pero no vas a poder mantenerte mañana, rompes el equilibrio”.
“Yo, por ejemplo, aunque tenga un presupuesto, si vienen las rebajas y me quiero ir de compras, lo registro y voy. Pero para eso tengo que planificar”.
Aquello parece lógico y razonable, pero, en concreto, ¿cómo se puede calcular cuánto gastar en entretenimiento sin pasarse de la cuenta?
Estas fueron las recomendaciones de Illescas.
Cómo calcular cuánto dinero gastar en ocio (sin pasarte de la cuenta)
Independiente de los gustos de cada persona (y en qué decide gastar para su entretenimiento), lo primero que hay que tener en cuenta es que este tipo de gastos son variables.
Dicho término hace referencia a dos factores principales: que son difíciles de controlar —porque pueden ser más o menos dependiendo del mes— y que son prescindibles, por lo que podrías recortarlos en caso de emergencia y seguir viviendo sin haberlos efectuado.
Aquí se encuentran los mencionados en el primer párrafo de esta nota, tales como tu presupuesto para salir a comer con amigos, ir a espectáculos o salir de vacaciones, por solo nombrar algunos.
Por otro lado, dentro de esta categoría no entran tus gastos de arriendo, comida, hipoteca u otro tipo de gastos fijos que se desembolsen periódicamente y que no puedas dejar de pagar, precisó la experta.
Así que, ya con estos conceptos claros, sugirió iniciar tu planificación financiera definiendo cuánto dinero implican tus gastos fijos, tu capacidad de ahorro y tus gastos variables.
“Si te creas un presupuesto y no sabes definir el ocio —porque no lo has hecho nunca—, lo que seguramente te ocurrirá es que en tu presupuesto, el ocio se lleve una gran parte de tus ingresos. Dependerá también del estilo de vida que tengas”.
“Siempre tienes que calcularlo de la misma forma: cuando tienes el ingreso. Lo primero, vas a dejarte en tu presupuesto los gastos fijos, te vas a llevar una parte de tu dinero al ahorro —bien sea de corto, medio o largo plazo— y, lo que te quede, puedes repartirlo en tu partida de ocio”.
Bajo esta línea, dijo que “a partir de ahí vas ajustando”.
“Al final, se trata de asignar una parte del presupuesto anual a los gastos de ese tipo. Comidas, ropas, regalos de cumpleaños o regalos de Navidad...”, sentenció la especialista.
Con esto no solo podrás mantener tus finanzas en orden, sino que también podrás evaluar de mejor manera cuáles son los gastos para tu entretenimiento que efectivamente te generan mayor satisfacción.
Así, evitarás que vuelvas a estar en un escenario en el que pases la tarjeta o aprietes el botón de comprar, para después arrepentirte o quedar con la sensación de que ese objeto o servicio no era lo que realmente querías.