Las tensiones internacionales sobre la guerra en Ucrania han seguido incrementándose.
La semana pasada, el mandatario ruso Vladimir Putin, advirtió que el hecho de permitir a las fuerzas ucranianas utilizar armas occidentales contra su territorio se traduciría en una amenaza para dar con un conflicto mayor.
No obstante, Alemania se unió a Estados Unidos y dio su visto bueno para que el país del presidente Volodimir Zelenski pueda recurrir a este armamento para atacar objetivos militares en Rusia.
La medida tiene el objetivo principal de que puedan defender Járkov, ciudad en la que las tropas del Kremlin han abierto un nuevo frente de combate.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, declaró el pasado viernes que están abiertos a flexibilizar más su política al respecto, dependiendo de los sucesos que ocurran.
“En el futuro, continuaremos haciendo lo que hemos estado haciendo: adaptarnos y ajustarnos según sea necesario”, recalcó la autoridad desde Praga (República Checa), en donde participó en una reunión con ministros de Exteriores de la OTAN.
Por su parte, el portavoz alemán Steffen Hebestreit afirmó en un comunicado que “juntos estamos convencidos de que Ucrania tiene derecho, en virtud del derecho internacional, a defenderse de estos ataques”.
Además de dichos países, otros como Francia y Polonia ya habían permitido que Ucrania pueda atacar objetivos militares en territorio ruso con el material que les suministran.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se refirió el viernes a las advertencias de Putin sobre una escalada y manifestó que “Ucrania tiene derecho a la autodefensa”.
“Desde hace mucho tiempo, cada vez que los aliados de la OTAN prestan apoyo a Ucrania, el presidente Putin intenta amenazarnos para que no lo hagamos (...) Y una escalada (...) bueno, Rusia ha escalado invadiendo otro país”.
Frente a esta situación, el lunes el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Ryabkov, alertó a los líderes estadounidenses que sus acciones podrían tener “consecuencias fatales”.
“Por razones desconocidas, subestiman la gravedad del contraataque que pueden recibir”, enfatizó, según rescató la agencia estatal RIA.
En medio de un escenario que se ha agudizado y en el que ya se cumplieron más de dos años desde que el Kremlin inició su invasión (el pasado 24 de febrero de 2022), desde la OTAN han fortalecido sus estrategias de defensa en el frente oriental.
La defensa de la OTAN en el frente oriental
Después de la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, la OTAN estableció la denominada Presencia Avanzada Reforzada (eFP, por sus siglas en inglés).
Se trata de cuatro batallones multinacionales que están situados en países miembros de la alianza: Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
El objetivo que tienen es reforzar militarmente la zona ante un eventual conflicto con Rusia. Sus efectivos rotan cada seis meses, según rescató Deutsche Welle.
Junto con ello, tras la anexión rusa de Crimea, se creó la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF, por sus siglas en inglés).
Esta cuenta con unos 10.000 efectivos y es parte de las Fuerzas de Respuesta de la OTAN (NRF), que tienen un total de 40.000 soldados.
Según datos rescatados por el citado medio alemán, las tropas de la VJTF deben poder desplazarse a cualquier país miembro del organismo en un plazo de entre dos y siete días.
Es por eso que se les considera como fuerzas de reacción rápida.
Tienen poder de acción tanto por vías terrestres como aéreas y marítimas.
En este sentido, si un país de la OTAN es atacado, las VJTF serán las primeras en entrar en combate junto con el ejército del territorio en cuestión.
Pese a que Ucrania no es miembro de dicho organismo internacional, los países que sí son integrantes apoyan al país del presidente Zelenski frente a la invasión rusa.
Uno de los objetivos es evitar que la guerra también involucre directamente a la OTAN, ya que aquello significaría un conflicto internacional de mayor envergadura.
El general alemán Rupert von Butler compartió sus impresiones a DW y dijo que “por supuesto que seguimos la guerra en Ucrania muy de cerca y con gran preocupación”.
“Cuando veo cómo se está luchando ahí, lo que está ocurriendo, cómo están actuando las tropas rusas y lo que eso significa para la población civil, es terrible”.
En este sentido, enfatizó: “Tengo que decirlo claramente y estamos listos para evitar que algo así suceda en territorio de la OTAN”.