El pasado domingo se dio a conocer que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó a Ucrania para que pueda usar misiles suministrados por su país para realizar ataques dentro del territorio de Rusia.

La decisión del gobierno estadounidense se dio luego de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, insistiera por meses para que se diera ese permiso a sus fuerzas.

Después de que se reportara la medida, el mandatario ruso, Vladimir Putin, actualizó la doctrina nuclear de Rusia, lo que ha sido interpretado por distintos analistas como una advertencia tanto para Ucrania como para sus aliados occidentales.

Aquel documento es el que establece las condiciones bajo las cuales podría decidir el uso de armas nucleares.

La reciente actualización manifiesta que el Kremlin considerará la agresión de cualquier estado no poseedor de armas nucleares (como Ucrania), pero con la participación de un país nuclear (como Estados Unidos), como un ataque conjunto a Rusia.

Sin embargo, poco después de que Putin anunciara ese cambio, Ucrania realizó su primer ataque con misiles de fabricación estadounidense contra el territorio ruso.

En concreto, según han confirmado múltiples fuentes, se utilizó el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) contra una instalación militar en la región de Bryansk.

Según reportó el Ministerio de Defensa ruso, no hubo víctimas por el episodio.

La decisión de la administración Biden informada el domingo se debió, en parte, a la incorporación de soldados de Corea del Norte a las tropas rusas, según afirmaron funcionarios estadounidenses al New York Times.

Pese a que Ucrania lleva más de un año utilizando los misiles ATACMS, hasta antes de la reciente autorización solo podía usarlos para atacar objetivos rusos dentro del territorio ucraniano.

A lo largo de este año, mientras Zelenski insistía incansablemente en que se diera el permiso, desde el Kremlin advertían que aquello podría significar una escalada en la guerra.

Se presume que esto último contribuyó a que Estados Unidos no diera la luz verde con anterioridad.

Ucrania recibió el permiso en la antesala de que se cumplieran 1.000 días desde el inicio de la invasión rusa, mientras que su primer ataque con los misiles de fabricación estadounidense contra el territorio ruso se dio el día en que se conmemoró lo mencionado, es decir, el 19 de noviembre.

El conflicto se ha extendido por más de dos años y medio desde el 24 de febrero de 2022.

Durante este tiempo, los paquetes de ayuda militar y económica que han proporcionado los aliados occidentales de Kiev han sido cruciales para que sus fuerzas puedan contrarrestar la ofensiva.

No obstante, aunque el reciente permiso de la administración Biden responde a una necesidad que Ucrania ha vociferado persistentemente, algunos críticos plantean que la decisión se dio demasiado tarde como para tener un impacto realmente significativo en el campo de batalla.

Por qué la autorización de Estados Unidos a Ucrania para usar misiles en territorio ruso pudo haber llegado demasiado tarde

Los misiles ATACMS fabricados por Lockheed Martin, dependiendo del modelo, tienen la capacidad de alcanzar objetivos a 300 kilómetros de distancia, con una ojiva que contiene alrededor de 170 kilos de explosivos.

Aquello es suficiente para que las fuerzas ucranianas puedan atacar desde aeropuertos y depósitos de armas hasta centros de entrenamiento y líneas de suministro, según un análisis del Institute for the Study of War, con sede en Washington.

Sin embargo, analistas consultados por el Wall Street Journal aseguraron que las largas deliberaciones de Estados Unidos dieron tiempo a Rusia para que pudiera prepararse para cuando finalmente se otorgara el permiso a Ucrania.

En esta línea, el director de ciencias militares del Royal United Services Institute, Matthew Savill, dijo que la espera permitió que el Kremlin pudiese mover algunos objetivos de mayor valor, tales como aviones y helicópteros, fuera del alcance de los misiles ATACMS.

Ucrania puede atacar otros, “pero esto sería un impacto reducido desde cuando los ucranianos solicitaron por primera vez estas armas”, agregó el especialista del grupo de expertos con sede en Londres.

El exministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, lamentó el lunes en una publicación en sus redes sociales: “Mientras Ucrania lucha durante meses para conseguir nuevas armas, permisos para desplegarlas e inversiones en su industria de defensa, Rusia obtiene lo que necesita para matar a los ucranianos y apoderarse de su territorio”.

¿Es demasiado tarde para los misiles de largo alcance de Ucrania?Foto: archivo / ATACMS dispara un misil al mar en un ejercicio entre Corea del Sur y Estados Unidos, en la costa este de Corea del Sur, en 2017.

Qué implicancias tiene para Rusia la autorización de Estados Unidos a Ucrania para usar los misiles dentro del territorio ruso

A pesar de lo anterior, el hecho de que las fuerzas ucranianas puedan usar los misiles de fabricación estadounidense para ataques dentro de Rusia pone a cientos de potenciales objetivos a su alcance.

De esta manera, pueden utilizar los ATACMS para atacar concentraciones de tropas adversarias, piezas de equipo militar, depósitos de municiones y líneas de suministro.

Hasta antes de la aprobación, Rusia podía llevar su logística al frente de combate sin mayor temor de que se viera interrumpida.

En cambio, con la reciente autorización, ciertos objetivos de interés podrían ser alcanzados por los proyectiles que Ucrania tiene a su disposición.

Esa interrupción en la logística de Rusia también podría contribuir a que las fuerzas ucranianas tengan un mayor margen para planificar sus operativos.

Junto con ello, atacar aeropuertos podría afectar a los ataques con bombas planeadoras que las tropas rusas lanzan desde los aviones que estacionan allí.

Aún así, hasta el momento, no se tiene conocimiento sobre cuántos de estos misiles tiene Ucrania en su poder.

Qué zonas de Rusia podría atacar Ucrania con los misiles de fabricación estadounidense

El primer ataque ucraniano hacia el territorio ruso con los misiles ATACMS ocurrió el martes 19 de noviembre, contra un depósito de municiones ubicado en la región de Bryansk, en el suroeste del país.

Según los analistas consultados por el Journal, se presume que una de las zonas que podrían atacar después con estos proyectiles es la región de Kursk.

Ahí es donde las fuerzas ucranianas iniciaron sus incursiones transfronterizas el pasado 6 de agosto.

Mientras combaten para mantener el control del territorio ruso que han podido ocupar, Rusia ha concentrado soldados y equipamiento para realizar su contraofensiva.

Se afirma que aquello contempla el despliegue de unos 50.000 soldados rusos, además de alrededor de unos 10.000 reclutas norcoreanos.

La importancia de esa zona radica en que podría ser vital para cualquier posible negociación, según han afirmado distintos analistas.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió a lo largo de su campaña que pondría fin al conflicto de manera inmediata.

Aunque no ha comentado públicamente detalles sobre cómo planea hacerlo, fuentes familiarizadas con el anuncio afirmaron al Washington Post que ha dicho en privado que apoyaría un acuerdo en el que Rusia se quede con parte del territorio ucraniano capturado.

En ese eventual escenario, el control de Kursk podría dar a Kiev un mayor poder de negociación.

La jornada de este miércoles 20 de noviembre, se reportó que Ucrania disparó misiles de crucero británicos Storm Shadow contra el territorio ruso, apenas un día después de atacar la región de Bryansk con los ATACMS de origen estadounidense.

Un funcionario que habló bajo condición de anonimato dijo a Reuters que la ofensiva efectivamente ocurrió, aunque un portavoz del estado mayor de Ucrania comentó que todavía no tenía información al respecto.

Según los primeros reportes que corresponsales de guerra rusos compartieron en Telegram, el ataque se habría dado precisamente sobre la región de Kursk.