A lo largo de su historia, la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard se ha posicionado como una de las casas de estudios más prestigiosas y que más llama la atención de miles de estudiantes alrededor del mundo.
Según datos reunidos por Bloomberg, dicha institución figura como la segunda mejor en este ámbito a nivel mundial, un puesto que comparte con la Universidad de Chicago con una calificación de 85.6 puntos, justo después de Stanford.
Asimismo, de las miles de aplicaciones que Harvard recibió para el MBA de su Escuela de Negocios en 2021, solo 730 se concretaron en inscripciones para este año, las cuales llegaron desde 60 países distintos y con una participación femenina del 42%, según su página web.
El objetivo de la mayoría del alumnado es claro: convertirse en los nuevos líderes de las élites empresariales.
Pero a pesar de que históricamente se le ha enseñado a los estudiantes cómo dirigir y potenciar compañías, entre otros ámbitos económicos, las temáticas de conversación dentro la Escuela de Negocios de Harvard se han ampliado en los últimos años.
Al menos, así lo confirmaron distintos alumnos y profesores al New York Times.
Replanteando el capitalismo
Factores como los diversos enfrentamientos sociopolíticos alrededor mundo y la aguda crisis medioambiental, han llevado a que cada vez más estudiantes se vean interesados en ir más allá de los números, para así replantearse conceptos como el capitalismo y sus efectos.
En palabras del profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, Ethan Rouen, “si nos fijamos en los cursos que se ofrecen, en los institutos que se crean y en los ponentes que traemos al campus, hay una enorme demanda, tanto por parte del profesorado como de los alumnos, de repensar la obligación de la empresa con la sociedad”.
En este sentido, el académico detalló al Times que las clases con temáticas como el impacto social de las compañías y el rol que estas ocupan en el cuidado del medioambiente, han ido aumentando de manera creciente, hasta el punto en que hoy la mayoría de los cursos introductorios incluyen estos puntos en sus programas. Incluso, los que se centran en contabilidad.
Una situación similar se vive en la Escuela de Negocios de Dartmouth. Según explicó el profesor Curtis Welling, cuando le preguntó hace una década a sus estudiantes si consideraban necesario reformar el capitalismo, un tercio de ellos dijo que sí, mientras que cuando lo hizo en 2022, dos tercios respondieron positivamente.
A ello se le suma que Harvard incorporó el mes pasado un Instituto para el Estudio de la Empresa en la Sociedad Global, mientras que la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, la cual figura en el séptimo puesto del ránking de Bloomberg, anunció la creación de un máster que abordará temáticas de equidad e inclusión, entre otros factores como la crisis medioambiental.
La visión del alumnado
“Se está produciendo un cambio consciente en el que los profesores quieren que nos cuestionemos: ¿es el beneficio lo único que debe importar a las empresas? ¿Cómo deben utilizar su influencia?”, comentó al Times un estudiante de Harvard, Chinedum Egbosimba.
De la misma manera, añadió: “la escuela clásica de pensamiento en la que las compañías solo deben ganar dinero está muy viva, pero muchos de mis compañeros miran el mundo que tenemos hoy y dicen: ‘sí, está claro que hay algunos aspectos de este sistema que tenemos que arreglar’”.
Por su parte, un alumno de la Wharton School, Yuta Kato, manifestó al citado medio que empezó a sentirse atraído por temáticas políticas y sociales tras enterarse de escándalos en el mundo de los empresas, tales como el de la emprendedora Elizabeth Holmes, quien fue condenada a 11 años de cárcel por el fraude en Theranos.
“Hace cinco años nunca habría considerado esto como una parte fundamental de la escuela de negocios (...) es tan importante aprender a pensar en la resolución de problemas éticos como aprender a resolver los que son estratégicos”, dijo al citado medio.
Más alla de los contenidos
Pero a pesar de que estas temáticas se han posicionado progresivamente en la agenda de las universidades de élite, la profesora Debora Spar, quien imparte el curso “Capitalismo y Estado” en Harvard, manifestó que los intereses de la administración toman distancia de las demandas de los estudiantes interesados en estos aspectos, para así centrarse en las características que piden las empresas al contratar a los egresados.
Frente a este escenario, el ex vicepresidente ejecutivo del grupo de expertos Aspen Institute, Jim O’Toole, declaró al Times que “la comunidad empresarial es su principal parte interesada”.
“La clasificación de la escuela de negocios se refleja en quién contrata a los alumnos. En su lectura, la mayoría de las empresas no intentan contratar a los estudiantes woke”, explicó el especialista incorporando este último término, el cual hace referencia a las personas que están “alerta ante la injusticia en la sociedad”, según define el Diccionario de Oxford.
Por su parte, los directivos académicos argumentan que la presencia de estos contenidos en las mallas curriculares es una respuesta a las discusiones que se dan actualmente, tanto al interior de las compañías como fuera de ellas.
En este sentido, el vicedecano de Wharton, Witold Henisz, sentenció al New York Times que “no es porque estemos impulsando una agenda ideológica, es porque se trata de economía”.