Fue en 2022 cuando se cerró la planta nuclear de Palisades, ubicada en el estado de Michigan, en Estados Unidos.
Su infraestructura había sido inaugurada en 1971 y utilizaba la energía térmica de la división de átomos para convertir agua en vapor, que luego hacía girar una turbina que producía hasta 800 megavatios de electricidad.
Dicha cifra se traduce en electricidad suficiente para abastecer a unos 800.000 hogares de los estados de Michigan e Indiana.
Sin embargo, a dos años del cierre de la planta, se está trabajando para hacer que vuelva a funcionar.
Datos reunidos por el Wall Street Journal detallan que el gobierno federal y el Estado de Michigan están invirtiendo casi 2.000 millones de dólares para reiniciar el reactor.
Si se concreta su reapertura, se convertirá en la primera planta nuclear desmantelada del mundo que vuelva a operar.
Antes se han cerrado otros reactores temporalmente, debido a reparaciones o por motivos económicos, y después han vuelto a funcionar.
No obstante, la diferencia acá es que ningún otro ha iniciado su proceso de desmantelamiento y luego ha sido reiniciado, según informa la World Nuclear Association, un grupo comercial de la industria con sede en Reino Unido.
La iniciativa fue tomada en cuenta a raíz de la creciente demanda de electricidad que están requiriendo campos como las granjas de servidores de inteligencia artificial (IA).
Esto además de las nuevas inversiones en energía verde que se están impulsando con préstamos estatales, federales y subsidios fiscales, según rescata el citado medio estadounidense.
Se tiene previsto que, para 2030, los centros de datos representen el 8% de la demanda eléctrica de Estados Unidos.
A modo de referencia, en 2022 correspondían a cerca de un 3%, según un informe de Goldman Sachs presentado en abril de 2024.
Los defensores de la energía nuclear aseguran que su comprensión como energía verde puede traer múltiples beneficios.
Según el Journal, durante el último año se ha solicitado a los reguladores que extiendan las licencias de unos 14 reactores antiguos.
Asimismo, se afirma que a la gran mayoría de los 94 reactores operativos de Estados Unidos se les ha prorrogado la licencia una vez, hasta los 60 años, y a dos se les ha extendido hasta los 80.
Algunas voces del sector han manifestado que reactivar antiguas plantas desmanteladas puede ser una forma más rápida y económica de aumentar la capacidad energética.
La Comisión Reguladora Nuclear (NRC, por sus siglas en inglés) del país norteamericano detalla que hay 22 reactores nucleares en proceso de desmantelamiento, lo que podría demorar décadas en completarse.
En el caso de Palisades en Michigan, sus propietarios confían en que podrá operar por al menos otros 25 años tras su eventual reapertura.
A pesar de su optimismo, también hay críticos que tienen dudas sobre si podrá volver a funcionar de manera segura.
Parte de esas preocupaciones surgen debido a su antigüedad y a que la empresa en cuestión, Holtec International, solo tiene experiencia en el desmantelamiento de reactores nucleares.
Es decir, no lo tienen en reiniciar y operar una central de este tipo.
Desde la compañía con sede en Florida son conscientes de dicho punto.
El gerente de operaciones sénior de la firma, Adam Eastridge, dijo al Journal que “al ser los primeros en reiniciar una planta nuclear desmantelada, todo el mundo nos está mirando”.
A pesar de aquello, agregó, “no dejamos que eso nos distraiga”.
Holtec ha asegurado que si se concreta la reapertura, esperan subcontratar ciertas operaciones a otra empresa con experiencia en energía nuclear, mientras conservan la propiedad de la planta que adquirieron en 2018.
Cuáles son los desafíos y qué implicaría la reapertura de la planta nuclear
Actualmente los esfuerzos están concentrados en revisar los sistemas y evaluar si se produjeron daños en el tiempo en que no estuvo operativa.
El antiguo propietario de la planta, Entergy, había anunciado en 2016 que los planes de cierre se debían a los altos costos económicos de su funcionamiento.
Dicho factor no solo afectó a Palisades, sino que también a otras doce centrales que cerraron entre 2012 y 2021.
En comparación a otros tipos de plantas de energía, las de tipo nuclear requieren de más trabajadores y medidas de seguridad, además de que tienen costos regulatorios más elevados.
Para las más antiguas, encontrar piezas de repuesto también se posicionó como un desafío.
Aún así, el escenario ha cambiado en los últimos años con el apoyo de los préstamos y subsidios que se han anunciado para potenciar la energía verde.
Pese a que Holtec posee y está desmantelando otras tres plantas nucleares en Nueva Jersey, Massachusetts y Nueva York, dijeron que no tienen previsto reabrirlas.
Desde la empresa también relataron que fue la gobernadora Michigan, Gretchen Whitmer, quien les planteó la reapertura de Palisades.
Cuando la autoridad anunció el préstamo, aseguró que la renovación de la central permitirá “eliminar tres millones de toneladas de CO2 de la atmósfera al año, aproximadamente el equivalente a las emisiones de 650.000 automóviles”.
Por su parte, el vocero de Holtec, Nick Culp, manifestó que “hay un reconocimiento compartido de que si queremos tomarnos en serio el cambio climático y mantener las luces encendidas, la energía nuclear es una parte esencial de la ecuación”.
Respecto al ámbito de la seguridad, el portavoz de la NRC, Scott Burnell, enfatizó al Journal que todas las plantas nucleares autorizadas en Estados Unidos han sido reforzadas para enfrentar distintos tipos de situaciones adversas.
Aseguró que, para operar, también “deben demostrar que pueden defenderse contra una amplia gama de ataques físicos y cibernéticos”.
“Palisades cumplió con esos requisitos mientras estaba operando y tendría que seguir demostrando que cumple con esas normas si se le autoriza reanudar las operaciones”, agregó.
Holtec y la NRC siguen trabajando en temas relacionados a la licencia, los cuales determinarán su eventual fecha de apertura y cuánto tiempo podrá operar.
En las zonas cercanas a la planta nuclear, los residentes locales ya anunciaron una iniciativa para solicitar a la institución reguladora que desarrolle nuevas normas, antes de conceder el permiso de reinicio de operaciones.
El especialista en esta industria, Alan Blind, dijo al citado medio que aunque está de acuerdo con potenciar la energía nuclear, le preocupa que una central tan antigua como Palisades vuelva a funcionar.
Bajo esta línea, se mostró escéptico en cuanto a si podrá adaptarse a los estándares actuales.
“Hay tantas preguntas abiertas sobre cómo Holtec va a demostrar que cumple con las regulaciones. Y hay incluso más dudas sobre qué regulaciones va a utilizar la NRC para hacer ese juicio”, cuestionó.
Ante esos puntos, desde la compañía afirmaron que están contratando a extrabajadores de Palisades y a especialistas de otras plantas nucleares estadounidenses.
Culp recalcó que “debe cumplir con todos los requisitos regulatorios federales antes de su regreso al servicio”.
“A la espera de la revisión regulatoria y la aprobación para reautorizar las operaciones de energía, Palisades estará sujeta a las mismas normas de supervisión federal a las que están sujetas todas las demás plantas de energía nuclear comerciales de Estados Unidos”.
De la misma manera, el presidente de la NRC, Christopher Hanson, declaró ante un comité del Congreso en julio que esperan tener una decisión para mayo de 2025.
“Esto es algo que nunca hemos hecho antes en los Estados Unidos, y ha requerido algo de creatividad de nuestra parte y de la de Holtec”, subrayó en esa instancia.